Una tragedia vial enluta a la provincia de Santa Fe, donde un hombre de 31 años y su hijo de 9 perdieron la vida en un choque frontal en la ruta nacional 33. El accidente ocurrió mientras la esposa del conductor y madre de los niños se dirigía en ambulancia al hospital para dar a luz a su tercera hija. El otro hijo de la pareja, de 12 años, se encuentra en grave estado. Este terrible suceso reabre el debate sobre el estado de las rutas y la necesidad de inversión en infraestructura vial.
Un viaje con dos destinos fatales
La mañana del miércoles comenzó con la expectativa del nacimiento de una nueva vida, pero en cuestión de horas se transformó en una pesadilla para una familia de Sancti Spíritu, Santa Fe. José Luis Bazán, de 31 años, conducía su Fiat Regatta por la ruta nacional 33, acompañado de sus dos hijos, Luis de 9 y José de 12 años, para reunirse con su esposa, Erica Espinosa, quien se dirigía en ambulancia al Hospital Nodal de Venado Tuerto para dar a luz. A la altura del kilómetro 618,5, en medio de una intensa lluvia, el vehículo familiar impactó de frente contra un camión con acoplado Mercedes Benz. El choque fue devastador.
José Luis Bazán murió en el acto. Sus hijos fueron trasladados de urgencia al hospital, pero Luis falleció en el camino. José, el mayor de los hermanos, lucha por su vida en terapia intensiva con múltiples fracturas y traumatismos. El camionero, de 61 años, resultó ileso.
El dolor de una madre y la llegada de una nueva vida
Erica Espinosa, ajena a la tragedia que se desarrollaba a sus espaldas, llegó al hospital y dio a luz a su hija Anaia Alma Bazán sin complicaciones. La alegría del nacimiento se vio opacada por la inmensa tristeza de la pérdida de su esposo y uno de sus hijos. La noticia del accidente llegó a oídos de la flamante madre a través del personal médico, sumiendo al hospital en un clima de consternación y profundo dolor.
El contraste entre la vida que llegaba y las vidas que se apagaban brutalmente conmovió a la comunidad de Venado Tuerto y a toda la provincia de Santa Fe. La tragedia puso en evidencia, una vez más, la fragilidad de la vida y la necesidad de extremar las precauciones al conducir, especialmente en condiciones climáticas adversas.
Las rutas nacionales, un peligro latente
El trágico accidente reavivó el reclamo por el mal estado de las rutas nacionales en Santa Fe. El ministro de Obras Públicas provincial, Lisandro Enrico, denunció la falta de inversión por parte del Gobierno Nacional y advirtió que “las rutas nacionales se están convirtiendo en un cementerio”. Enrico recordó que en los últimos 12 días, seis personas han perdido la vida en accidentes viales en la provincia.
El ministro criticó la política de paralización de la obra pública impulsada por el presidente Javier Milei y exigió que se cumpla el convenio firmado en julio de 2024, en el cual la Nación se comprometía a reparar los tramos más peligrosos de las rutas nacionales que atraviesan Santa Fe. “La lógica de paralizar la obra pública no puede aplicarse a la infraestructura vial”, sentenció Enrico. “Si las rutas no son mantenidas, el deterioro aumenta la peligrosidad y se multiplican los accidentes.”
Las autoridades provinciales reclaman que los recursos provenientes de los impuestos y retenciones de los santafesinos se destinen a obras de infraestructura vial, incluyendo no solo grandes proyectos, sino también tareas básicas de mantenimiento como bacheo, corte de pasto y señalización. La tragedia de la familia Bazán es un llamado de atención sobre la urgencia de invertir en la seguridad vial para prevenir futuras pérdidas humanas.
Investigación en curso y un futuro incierto
La investigación del accidente está a cargo del fiscal Iván Raposo, de la Unidad Fiscal de Venado Tuerto. Las primeras pericias indican que la intensa lluvia habría sido un factor determinante en el siniestro. El camionero involucrado permanece en libertad mientras se completan las investigaciones y se analizan las pericias realizadas en la escena del accidente y en los vehículos.
Mientras tanto, la comunidad de Sancti Spíritu se une para acompañar a Erica Espinosa en el dolor y para cuidar de José, quien aún se debate entre la vida y la muerte. La tragedia deja una profunda herida en la sociedad santafesina y reabre el debate sobre la responsabilidad del Estado en la seguridad vial y la necesidad de políticas públicas que prioricen la vida.