La noche santiagueña se tiñó de tragedia en la Ruta Nacional 9, cerca de las Termas de Río Hondo. Dos jóvenes, Ulises Suárez de 15 años y Oscar Marcelo Suárez de 21, fueron encontrados sin vida al costado del asfalto, víctimas de un presunto atropello seguido de una cobarde fuga. La escena, con los cuerpos y una motocicleta con rastros de impacto, hablaba por sí sola: una historia brutal de imprudencia y abandono.
La escena del horror: dos vidas truncadas en el asfalto
Un llamado anónimo al 911 alertó a la policía sobre la presencia de dos cuerpos en el kilómetro 1210. La imagen que encontraron los oficiales era desgarradora: Ulises, aún con la juventud fresca en el rostro, yacía inerte sobre el pavimento. A pocos metros, la Yamaha YBR negra, su compañera de ruta, mostraba las cicatrices del impacto en su lateral trasero derecho. Más adelante, el cuerpo de Oscar Marcelo, otro joven santiagueño, se sumaba a la tragedia.
El silencio de la noche solo era interrumpido por el murmullo de los investigadores y el sonido de las cámaras fotográficas que registraban la escena. Los paramédicos del CIS Termas de Río Hondo confirmaron lo inevitable: ambos jóvenes habían fallecido. Dos familias destrozadas, dos futuros apagados en un instante.
Si bien compartían apellido, las primeras pesquisas indican que Ulises y Oscar Marcelo no eran parientes. Una coincidencia cruel que los unió en la tragedia. El fiscal Sabater ordenó el traslado de los cuerpos a la capital santiagueña para la realización de las autopsias, mientras que la motocicleta fue secuestrada, convirtiéndose en una pieza clave para desentrañar lo ocurrido.
La búsqueda del responsable: un acto de justicia impostergable
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que un vehículo, aún no identificado, embistió a los jóvenes y huyó sin prestar auxilio. La abolladura en la motocicleta y la posición de los cuerpos refuerzan esta teoría. Se ha iniciado una intensa búsqueda del conductor responsable, utilizando registros de cámaras de seguridad y testimonios de posibles testigos.
Este caso no es un hecho aislado. La falta de responsabilidad al volante y la omisión de auxilio son plagas que azotan las rutas argentinas, dejando un tendal de víctimas y familias destruidas. Encontrar al culpable no solo es un acto de justicia para Ulises y Oscar Marcelo, sino también un mensaje a la sociedad: la vida humana no puede ser un daño colateral de la imprudencia.
Mientras la investigación avanza, la comunidad de Río Hondo se encuentra conmocionada. El dolor por la pérdida de dos jóvenes vidas se mezcla con la indignación por la cobardía del responsable. La justicia deberá actuar con celeridad y ejemplaridad para que este caso no quede impune.
En paralelo: Gendarmería desbarata una operación de narcotráfico
En un operativo realizado en Monte Quemado, en el norte de Santiago del Estero, la Gendarmería Nacional incautó 26 kilos de cocaína ocultos en el interior de cuatro cocinas que eran transportadas en un micro de tours de compras. Un pasajero fue detenido en relación con el hallazgo.
El descubrimiento se produjo durante un control de rutina en la Ruta Nacional 16. Los gendarmes, al inspeccionar el equipaje, notaron un peso inusual en las cocinas. Una revisión más exhaustiva reveló los paquetes con la sustancia blanca, desbaratando así una sofisticada operación de narcotráfico.
Este no fue el único operativo exitoso de la Gendarmería en la provincia. En otro procedimiento, una mujer boliviana fue detenida con 18 paquetes de cocaína escondidos entre sus pertenencias en un ómnibus que realizaba el mismo recorrido. Además, se decomisaron más de 36 kilos de cocaína ocultos en una lona con rollos de papel higiénico en otro control.
Estos operativos demuestran el trabajo constante de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico en la región. Sin embargo, la tragedia en la Ruta 9 nos recuerda la fragilidad de la vida y la necesidad de un compromiso social más profundo con la responsabilidad y la solidaridad.