¿Sabías que un jabalí puede pesar hasta 200 kilos y embestir a más de 50 km/h? La reciente muerte de Diego Iván Cortez, un puestero mendocino, tras ser atacado por un jabalí que intentaba cazar, pone de manifiesto los peligros de esta actividad y la urgente necesidad de una regulación más estricta. Este trágico suceso nos obliga a reflexionar sobre los riesgos inherentes a la caza de esta especie, el respeto por la vida silvestre y la importancia de prácticas seguras.
Tragedia en El Carrizal: Un encuentro fatal
El pasado [insertar fecha], Diego Iván Cortez, de 49 años, perdió la vida tras ser atacado por un jabalí en la zona de El Carrizal, Mendoza. Si bien las circunstancias exactas del ataque aún se investigan, este hecho subraya los riesgos asociados a la caza de jabalíes, una actividad permitida en la provincia bajo ciertas condiciones, pero que puede resultar letal si no se toman las precauciones necesarias.
El jabalí, una especie exótica invasora introducida en Argentina a principios del siglo XX, se ha expandido por gran parte del territorio, causando importantes daños a la agricultura y la ganadería. Esta situación ha motivado su control a través de la caza, una práctica que, como vemos, no está exenta de peligros. Es fundamental comprender que el jabalí es un animal salvaje, con un instinto de defensa muy desarrollado, especialmente cuando se siente amenazado o está protegiendo a sus crías. Un encuentro fortuito o un intento de caza mal planificado pueden desencadenar un ataque con consecuencias fatales.
“El cuero del jabalí es grueso y duro, y un proyectil de bajo calibre puede no atravesarlo, dejando al animal herido y en una situación de mayor peligro.” – Adrián Gorrindo, Jefe de Fauna Silvestre de Mendoza
La regulación de la caza en Mendoza: ¿es suficiente?
En Mendoza, la caza de jabalíes está regulada por ley y decreto reglamentario, permitiéndose solo aquella que se realice de manera sustentable, respetando especies, cupos y temporadas, con el correspondiente permiso de caza, permiso del dueño del campo y en los sitios permitidos. La normativa prohíbe la venta de productos y subproductos derivados de la actividad, buscando controlar la cacería furtiva, una práctica descontrolada y sin condicionamientos.
La resolución 1.307/19 de la Dirección de Recursos Naturales Renovables considera al chancho jabalí como una especie exótica invasora, dañina y perjudicial, junto con el conejo silvestre, la liebre europea y el ciervo colorado, estableciendo que no hay un cupo máximo de presas a cazar. Sin embargo, es indispensable contar con el permiso de caza tramitado ante el Gobierno de Mendoza y utilizar las armas autorizadas: armas de fuego de grueso calibre o arco.
Según datos del [insertar fuente], los jabalíes causan pérdidas anuales de [insertar cifra] a la agricultura y la ganadería en Mendoza, afectando principalmente a los productores de [insertar productos]. Esta situación ha generado un debate sobre la efectividad de las medidas de control actuales y la necesidad de implementar estrategias más eficientes.
Condiciones específicas para la caza de jabalíes en Mendoza:
- Permiso de caza tramitado ante el Gobierno de Mendoza.
- Uso de armas autorizadas: armas de fuego de grueso calibre o arco.
- Respeto de especies, cupos y temporadas.
- Permiso del dueño del campo.
- Caza en los sitios permitidos.
Prácticas peligrosas: Caza con perros y remate a cuchillo
Una de las prácticas más peligrosas y, a la vez, prohibidas en Mendoza, es la caza de jabalíes con perros. Esta consiste en llevar una jauría para acorralar y herir a la presa, y luego rematarla con un cuchillo. Esta práctica no solo es cruel y despiadada, sino que también aumenta significativamente el riesgo de ataques, ya que el animal, acorralado y herido, puede reaccionar violentamente contra el cazador o los perros.
El jefe de Fauna Silvestre de Mendoza, Adrián Gorrindo, ha explicado que, en estas situaciones, el jabalí puede confundir al cazador con un perro más y atacarlo en defensa propia. Este escenario pone de manifiesto la importancia de evitar prácticas clandestinas y respetar las normativas vigentes, que buscan proteger tanto a los cazadores como a los animales.
Consejos de seguridad para evitar ataques de jabalíes
Ante la creciente preocupación por los ataques de jabalíes, es fundamental seguir una serie de recomendaciones para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad tanto de los cazadores como de las personas que puedan encontrarse con estos animales en su camino.
- Si se sale a cazar, contar con el permiso correspondiente y obligatorio.
- Utilizar munición gruesa en armas de fuego.
- Por fuera del contexto de caza, nunca acercarse al animal si alguien lo encuentra en su camino, sobre todo si está con sus crías, ya que su instinto es defenderlas. En circunstancias normales, el jabalí es un animal que siempre buscará alejarse de las personas.
- En caso de cruzarse ante un jabalí de forma accidental, intentar alejarse lentamente. Si hay algún sitio de altura (una piedra o un árbol), subirse a él hasta que el chancho se vaya. A diferencia de los pumas, el jabalí no puede escalar.
- Resguardarse en el interior de un vehículo.
El rol del puma y otras alternativas de control
Es importante destacar que, en el control natural de la población de jabalíes, el puma juega un rol fundamental. Al tratarse de un predador tope, es el cazador natural por excelencia de los jabalíes. La presencia de pumas en un ecosistema ayuda a mantener el equilibrio y a controlar las poblaciones de especies invasoras como el jabalí, evitando así los daños que estos animales pueden causar a la agricultura y la ganadería.
La conservación del puma y su hábitat es fundamental para garantizar un control natural y sostenible de la población de jabalíes. La caza indiscriminada de pumas puede tener consecuencias negativas en el ecosistema, alterando las cadenas tróficas y favoreciendo el aumento de las poblaciones de especies invasoras.
Además del control a través de predadores naturales, se están investigando otros métodos no letales de control de poblaciones, como la esterilización o el uso de repelentes. Asimismo, se explora la posibilidad de utilizar drones o tecnología de seguimiento GPS para controlar las poblaciones de jabalíes de manera más eficiente.
Conclusiones: Un llamado a la acción
La tragedia de Diego Iván Cortez nos recuerda la importancia de regular la caza de jabalíes, promover prácticas seguras y respetar la vida silvestre. Es fundamental la colaboración entre cazadores, autoridades y organizaciones de conservación para encontrar soluciones sostenibles que permitan controlar las poblaciones de jabalíes sin poner en riesgo la vida de las personas ni el equilibrio de los ecosistemas.
Invitamos a los lectores a informarse sobre las regulaciones de caza en su área, a denunciar prácticas ilegales y a promover un consumo responsable de carne de jabalí, asegurándose de que esté bien cocida y de que haya sido sometida a un control sanitario previo. Juntos podemos construir un futuro más seguro y sostenible.