La avenida Jorge Newbery, una arteria vital que conecta varios barrios y zonas residenciales de Mar del Plata, se convirtió en escenario de una tragedia vial que reaviva el debate sobre la necesidad urgente de su ampliación. Un motociclista perdió la vida tras chocar de frente con una camioneta, dejando a su hija gravemente herida y a una comunidad consternada. Este lamentable suceso pone en evidencia la desidia gubernamental y la falta de inversión en infraestructura vial, que han transformado una avenida de alto tránsito en una trampa mortal.
Un accidente fatal que expone la desidia
Franco Galván, de 43 años, se convirtió en la víctima fatal de la desidia. Mientras conducía su motocicleta junto a su hija de 18 años, una camioneta que circulaba en sentido contrario invadió su carril para sobrepasar a otro vehículo, provocando un choque frontal devastador. La joven lucha por su vida en el Hospital Interzonal con un traumatismo de cráneo, mientras que la conductora de la camioneta resultó con politraumatismos. Más allá de las responsabilidades individuales que se determinen en la investigación judicial, este accidente expone una problemática de fondo: la falta de infraestructura adecuada en la avenida Jorge Newbery.
Vecinos y automovilistas denuncian desde hace tiempo la peligrosidad de esta avenida, que se ha visto incrementada exponencialmente tras la apertura de un hipermercado en la zona. El aumento del flujo vehicular, sin las correspondientes mejoras en la infraestructura, ha creado un cóctel explosivo que lamentablemente se cobró una vida. La falta de doble mano, la ausencia de banquinas y la escasa iluminación son solo algunos de los factores que contribuyen a la peligrosidad de la vía.
No se le ha dado prioridad a ensanchar la avenida Jorge Newbery… El único remedio es ensanchar la avenida. Así es un peligro, y todo por una cuestión política de no darle prioridad a estas obras.
La responsabilidad del gobierno: una promesa incumplida
Desde la apertura del hipermercado, el intendente Guillermo Montenegro ha solicitado al gobernador Axel Kicillof la cesión de la gestión de la avenida al municipio, con el objetivo de realizar las obras de ampliación necesarias. Incluso se había planteado la posibilidad de que el propio hipermercado financiara las obras. Sin embargo, la solicitud ha sido ignorada por el gobierno provincial, demostrando una falta de compromiso con la seguridad vial de los marplatenses.
La inacción del gobierno bonaerense se traduce en una avenida colapsada, con un constante riesgo de accidentes. ¿Cuántas vidas más deberán perderse para que las autoridades tomen cartas en el asunto? La falta de respuesta ante los reclamos vecinales y las propuestas de solución demuestran una preocupante indiferencia hacia la seguridad de la comunidad.
Mientras tanto, los vecinos siguen circulando por una avenida que se ha convertido en una ruleta rusa. La angustia y la incertidumbre se apoderan de quienes a diario transitan por Jorge Newbery, conscientes del peligro latente que representa la falta de infraestructura. Cada día que pasa sin que se inicien las obras de ampliación es un día más de riesgo para los marplatenses.
¿Un futuro con más tragedias?
La tragedia de Franco Galván no puede ser un hecho aislado más. Es un llamado de atención urgente a las autoridades para que asuman su responsabilidad y prioricen la seguridad vial. La ampliación de la avenida Jorge Newbery no es un capricho, es una necesidad imperiosa para proteger la vida de los ciudadanos.
Es hora de que el gobierno provincial deje de lado las disputas políticas y se centre en lo que realmente importa: la seguridad y el bienestar de la comunidad. La Jorge Newbery necesita una solución definitiva, y la necesita ahora. No podemos permitir que la desidia y la inacción se cobren más víctimas.
La comunidad exige respuestas, exige acciones concretas. La vida de Franco Galván y la salud de su hija son un precio demasiado alto que pagar por la ineficiencia y la falta de compromiso de las autoridades. ¿Hasta cuándo seguiremos esperando?