La noche del sábado, el río Paraná, usualmente escenario de tranquilidad y belleza natural, se convirtió en el escenario de una tragedia que conmocionó a la ciudad de Santa Fe. Un choque violento entre dos lanchas en el paraje Isla La Paciencia dejó un saldo devastador: un muerto y ocho heridos, algunos de gravedad. La fiesta que se celebraba en la isla se transformó en caos y desesperación tras el impacto.
El silencio de la noche roto por el impacto
Minutos antes de las 23:00 horas, una lancha que navegaba a alta velocidad y sin luces, según testigos, embistió a otra embarcación que se encontraba anclada cerca de la costa, con nueve personas a bordo. El impacto fue brutal, arrojando a varios ocupantes al agua y dejando a la lancha amarrada severamente dañada. La oscuridad de la noche y la falta de iluminación en la lancha responsable del choque dificultaron las tareas de rescate.
Adrián Taborda, uno de los ocupantes de la lancha anclada, perdió la vida en el acto. Sus ocho compañeros sufrieron heridas de diversa consideración y fueron trasladados de urgencia al Hospital Cullen de Santa Fe. La noticia del fallecimiento de Taborda conmocionó a la comunidad local, que lo recuerda como un joven lleno de vida y con un futuro prometedor.
Un testimonio desgarrador
Una de las sobrevivientes del choque, aún conmocionada por la tragedia, relató los momentos de terror que vivieron. “Estábamos regresando al Náutico Sur… vimos que venían directo hacia nosotros… mi novio estaba en la punta haciendo señas con una linterna, pero la otra lancha no tenía luces y venía muy rápido, llena de gente”, contó con la voz entrecortada.
“Lo único que escuchamos fue ‘¡Ese chico, no nos ve…, no nos ve!’. No pudimos esquivarlos… La punta de su lancha pasó por encima de la nuestra… nos agachamos, pero golpearon en el medio. Algunos de ellos cayeron al agua también, pero no se detuvieron. Nos dejaron solos”, continuó su relato, marcado por la indignación y el dolor.
La joven describió la desesperación por auxiliar a los heridos y la impotencia ante la huida del conductor responsable del choque. “Nuestra lancha estaba dañada, pero pudimos movernos un poco hasta el Náutico para pedir una ambulancia. Era eso o quedarnos a la deriva”, explicó, destacando la solidaridad de quienes los auxiliaron en medio de la tragedia.
La investigación y el peso de la justicia
Tras varias horas de búsqueda, el conductor de la lancha que provocó el accidente se presentó ante la Prefectura Naval Argentina en el Puerto de Santa Fe, acompañado por su abogado. Las autoridades procedieron a su aprehensión preventiva, ordenada por el juzgado federal en turno. El fiscal de Flagrancia del Ministerio Público de la Acusación dispuso la realización de pruebas de alcoholemia y narcolemia al conductor, así como el secuestro de la embarcación para realizar los peritajes correspondientes.
La investigación se centra en determinar las causas del siniestro y las responsabilidades penales del conductor. Se analizarán las condiciones de navegabilidad de ambas embarcaciones, la velocidad a la que se desplazaban, la presencia o ausencia de luces, y si el consumo de alcohol u otras sustancias influyó en el accidente. Mientras tanto, la comunidad espera que se haga justicia por la muerte de Adrián Taborda y que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias en el río Paraná.
El trágico suceso reabre el debate sobre la seguridad en la navegación fluvial y la necesidad de intensificar los controles, especialmente en zonas donde se realizan eventos o concurren gran cantidad de embarcaciones. La falta de iluminación adecuada, el exceso de velocidad y la negligencia al volante son factores recurrentes en este tipo de accidentes, que suelen tener consecuencias devastadoras. La tragedia en el río Paraná es un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad en su conjunto para reforzar la prevención y garantizar la seguridad en las aguas.