En la región de Cuyo, conocida por su tradición agrícola, la innovación se abre paso con la creación de sustratos inteligentes para la producción de plantines. Esta tecnología, desarrollada por Ghrētek, la primera empresa de base tecnológica incubada en el Nodo de Innovación Cuyo (NiC) del INTA, promete revolucionar la agricultura sostenible gracias a la aplicación de la inteligencia artificial (IA).
La precisión de la IA en la agricultura
Los sustratos inteligentes de Ghrētek no son un producto genérico, sino que se diseñan a medida para cada especie de planta y su etapa de desarrollo. ¿Cómo? A través de una herramienta de IA predictiva que analiza las necesidades específicas de cada especie en cada momento, ya sea para la germinación, el crecimiento o la plantación. Esta precisión permite optimizar el uso de recursos, minimizar las pérdidas y maximizar el rendimiento de los cultivos.
Cecilia Salinas, especialista en desarrollo de negocios agrobiotecnológicos y cofundadora de Ghrētek, explica que la IA crea fórmulas diferenciadas para cada especie vegetal, combinando subproductos agroindustriales con nanopartículas. Este enfoque biotecnológico no solo aumenta la productividad, sino que también reduce el impacto ambiental al reutilizar materiales que de otro modo se desecharían.
Sostenibilidad y economía circular
La innovación de Ghrētek se enmarca en los principios de la economía circular, un modelo que busca reducir el desperdicio y maximizar el uso de los recursos. Al utilizar subproductos agroindustriales como materia prima para los sustratos, la empresa no solo reduce la cantidad de desechos, sino que también disminuye la dependencia de recursos vírgenes y los costos de producción. Este enfoque sostenible tiene un triple impacto: económico, ambiental y social, contribuyendo a una agricultura más responsable.
El uso de estos sustratos inteligentes genera un ciclo virtuoso: los desechos agrícolas se transforman en recursos valiosos, se reduce la necesidad de fertilizantes químicos y se optimiza el uso del agua, minimizando la huella ambiental de la agricultura. Además, al aumentar la productividad de los cultivos, se contribuye a la seguridad alimentaria y se generan nuevas oportunidades económicas para los productores locales.
Impacto en la región de Cuyo y proyección a futuro
El desarrollo de Ghrētek no solo promete revolucionar la producción de plantines en la región de Cuyo, sino que también tiene el potencial de expandirse a otras zonas agrícolas de Argentina y América Latina. La empresa, incubada en el NiC, cuenta con el apoyo del INTA, que busca transformar la ciencia en tecnología aplicada para el desarrollo local.
Analía Díaz Bruno, directora ejecutiva del Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA, destaca la importancia de este proyecto como un ejemplo de la sinergia entre la investigación científica y el emprendimiento. El NiC, con su enfoque regional y abarcativo, busca impulsar proyectos de base tecnológica que generen un impacto positivo en la economía y la sociedad.
Para el próximo año, el NiC planea extender su alcance a la provincia de San Juan, fomentando la incubación de nuevas ideas y proyectos en la región. Esta expansión contribuirá a fortalecer el ecosistema de innovación local y a promover el desarrollo de una agricultura más sostenible y eficiente.
El éxito de Ghrētek demuestra el potencial de la biotecnología y la inteligencia artificial para transformar la agricultura. La creación de sustratos inteligentes no solo optimiza la producción de plantines, sino que también sienta las bases para un futuro más sostenible en el campo.
La combinación de la experiencia del INTA en investigación agrícola con la visión emprendedora de Ghrētek ha dado como resultado una innovación que promete un futuro prometedor para la agricultura sostenible en Argentina. Este es un ejemplo claro de cómo la ciencia y la tecnología pueden contribuir al desarrollo económico y social de una región.