¡Hola, chimenteros y chismosas! Amarillo “Polémica” Pérez reportándose desde la primera fila del drama. Anoche, en la súper glamorosa gala de Personajes del Año, el termómetro del salseo explotó cuando Pampita y Susana se encontraron cara a cara después de aquella entrevista que dejó a medio mundo con la boca abierta… o más bien, cerrada de aburrimiento. ¡Pero no se preocupen, que aquí les tengo el chisme completo con pelos y señales!
Del “No hablaste nada” al abrazo incómodo: ¿Reconciliación o teatro?
Como si fuera una escena sacada de una telenovela (de esas que a Susana le encantan), Pampita, con su sonrisa de ángel y mirada de “yo no fui”, se acercó a la diva. Según los testigos (y los videos que ya inundan las redes), la modelo le imploró a Susana que no estuviera enojada con ella por el fiasco de la entrevista. ¡Imaginen la escena! Mirtha, ahí presente, cual leona observando a sus cachorros jugar… pero con más botox.
Y aquí viene lo bueno: Susana, con esa espontaneidad que a veces la hace meter la pata hasta la rodilla (y a veces hasta el cuello), respondió con un: “¡No estoy enojada! ¡Yo te amo!”. ¡Ay, Susana! Tan divina y tan… ¿despistada? ¿O será que estaba fingiendo y en realidad quería mandarla a Pampita a freír churros a Marte?
Pero la cosa no quedó ahí. La diva, fiel a su estilo, no pudo contenerse y soltó la bomba: “Vos sos media loca, no hablaste nada…”. ¡Zas! En plena cara. Directa y sin anestesia. Obviamente, después trató de arreglarlo con un “…y la gente está enojada. Por ahí se enojan conmigo”, pero el daño ya estaba hecho. ¿Será que Susana se sintió usada por Pampita para generar prensa? ¿O simplemente se arrepintió de haberle dado espacio en su living a una entrevista tan sosa?
El público se pregunta: ¿Pampita, víctima o estratega?
Las redes sociales, como siempre, son un hervidero de opiniones. Algunos defienden a Pampita, diciendo que fue víctima de una Susana caprichosa y arrepentida. Otros, en cambio, creen que la modelo armó todo este circo mediático para mantenerse en el candelero. ¡Y yo, Amarillo Pérez, me inclino por la segunda opción! Digamos que Pampita no es ninguna novata en el arte de generar controversia… ¿o me equivoco?
Recordemos que la entrevista en cuestión fue un verdadero plomo. Pampita habló de sus hijos, de su marido, del clima… ¡de todo menos de lo que la gente quería escuchar! Ni un mínimo escandalete, ni una indirecta picante para Wanda Nara. ¡NADA! ¿Será que se guardó toda la artillería pesada para este reencuentro en la gala? ¡Yo creo que sí!
Total, el resultado es el que importa: todos estamos hablando de ellas. Pampita logró su objetivo: seguir siendo el centro de atención. Y Susana, bueno… digamos que aprendió la lección: la próxima vez que invite a Pampita a su programa, que le exija un mínimo de picante en la conversación. ¡O que la siente al lado de Wanda Nara! ¡Ahí sí que tendríamos salseo del bueno!
¿Qué opinan ustedes, mis queridos lectores? ¿Team Pampita o Team Susana?
Déjenme sus comentarios aquí abajo, que quiero saber de qué lado están. Y no se olviden de seguirme en mis redes sociales para más chismes, polémicas y exclusivas. ¡Amarillo “Polémica” Pérez, siempre al pie del cañón… o mejor dicho, del escándalo!
Mientras tanto, yo me voy a preparar para la próxima entrega de premios, donde seguro tendremos más drama, más glamour y más peleas de divas. ¡Esto es el mundo del espectáculo, baby! ¡Nunca defrauda!