La diva de los teléfonos, Susana Giménez, vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, no se trata de una broma pesada o un comentario desafortunado, sino de una verdadera guerra mediática que la enfrenta con dos figuras reconocidas del mundo del espectáculo: Marina Calabró y Moria Casán. Las declaraciones de Susana, cargadas de ironía y sarcasmo, han encendido la mecha de un conflicto que promete dar mucho que hablar.
El descargo de Susana: “Habla al pedo”
Todo comenzó durante una entrevista con Yanina Latorre en su programa de Telefe. Al mencionar a las hermanas Calabró, Susana se deshizo en elogios para Iliana, pero cuando Yanina preguntó por Marina, la respuesta fue contundente, aunque velada. “Más o menos. Es que antes hablaba mucho del espectáculo”, dijo la diva, dejando entrever un cierto desagrado.
El momento culminante llegó cuando Susana, al hablar sobre los conflictos mediáticos de Mirtha Legrand, soltó la frase que desató la polémica: “Y sí, porque habla al pedo”. Aunque no mencionó el nombre de Marina, la indirecta fue tan obvia como un elefante en una cristalería. La declaración de Susana, además de ser ácida e irónica, ha sido interpretada como un desprecio hacia la trayectoria periodística de Marina Calabró, la cual la coloca como una figura destacada en el mundo del espectáculo.
La respuesta de Susana insinuó un juicio no solo sobre el estilo periodístico de Calabró, sino una posible insinuación a su forma de ganarse la vida. Esta lectura sensacionalista, propia de una rivalidad mediática que ya ha sido abordada en diferentes espacios televisivos, es la que ha hecho prender la mecha de la contienda, convirtiendo un simple comentario en un conflicto que rápidamente escaló.
Susana defendió su posición afirmando que trabajó durante años con el padre de Marina, el recordado Juan Carlos Calabró, insinuando una deuda de respeto. Sin embargo, para muchos, este argumento no justifica la falta de diplomacia ni la crudeza de su expresión, particularmente en el mundo sensible y a veces despiadado de la farándula.
La respuesta de Calabró: “Gajes del oficio”
Marina Calabró no se quedó callada. En una entrevista con PrimiciasYa, respondió a las declaraciones de Susana con una mezcla de ironía y contundencia. “Para los que hacemos espectáculos siempre hay una factura guardada”, dijo la periodista, remarcando su larga trayectoria en programas como Infama, Intrusos y el ciclo de Jorge Lanata. Además, Calabró reconoció que “en algún momento todos hablamos al pedo”, dejando entrever que ella misma no escapa a la posibilidad de decir cosas que pueda arrepentirse.
La periodista agregó una sorprendente revelación: ella y su esposo, Rolando Graña, habían sido invitados al programa “Juego de las Parejas”, que se emite justo un día después de la emisión donde Susana la atacó. Calabró agradeció haber declinado la invitación, anticipándose al desagradable encuentro tras la pelea mediática, evidenciando un malestar profundo por lo sucedido. En este caso se muestra cómo las relaciones personales y profesionales pueden mezclarse y, a veces, resultar conflictivas en el ambiente del espectáculo televisivo. La decisión de Marina evidencia un intento de evitar cualquier confrontación pública directa.
Esta respuesta no solo demuestra la profesionalidad de Calabró al mantenerse en el marco de la cordialidad, sino que también pone en evidencia el doble filo de la espada en el mundo del espectáculo: mientras que Susana tiene un poder establecido por su larga trayectoria, Calabró muestra una actitud sobria, sin dar cabida a la pelea abierta, apelando a la ironía como mecanismo de defensa, minimizando el impacto de la declaración de la diva y resaltando los contratiempos del oficio.
El fuego cruzado con Moria Casán
Pero la guerra mediática de Susana no termina con Marina Calabró. La diva también está enfrentada con Moria Casán, otra figura emblemática del mundo del espectáculo argentino. En una reciente aparición televisiva, Moria disparó contra Susana, calificándola de “mala, malísima” y afirmando que la diva “nos detesta”.
Susana, en su entrevista con Yanina Latorre, respondió a las críticas de Moria con su habitual ironía: “Para que le den un poco de prensa, pero no sé por qué, sinceramente. No lo sé”. Esta respuesta deja entrever un desprecio silencioso pero profundo hacia su rival. Esta declaración, si bien no es agresiva, se presenta como una respuesta contundente, haciendo ver que la rivalidad que mantienen es un juego más que real, entre dos titanes del medio artístico, donde incluso el silencio puede ser una forma de poder.
El enfrentamiento entre estas dos leyendas de la televisión argentina es un clásico de la farándula, lleno de picantes indirectas, silencios prolongados y gestos que hablan más que mil palabras. La larga trayectoria en común y la competencia entre las dos grandes divas hacen que incluso comentarios sutiles se conviertan en verdaderas batallas mediáticas que atrapan la atención de los espectadores, marcando una rivalidad intensa y larga.
En este contexto, la entrevista de Susana con Yanina Latorre sirvió como el detonante perfecto para una explosión mediática de gran magnitud. La disputa pública entre Susana y otras grandes figuras del medio artístico evidencia no solo sus fuertes personalidades, sino también la naturaleza del mundo del espectáculo como una plataforma que mezcla la amistad, la rivalidad y el poder mediático en una misma mezcla explosiva.
La respuesta de Moria, aunque agresiva, no es sorprendente. Ambas figuras son conocidas por su fuerte personalidad y su capacidad para generar controversia. El conflicto entre ellas ha sido una constante a lo largo de sus carreras, alimentando una rivalidad que cautiva al público. A pesar de su larga trayectoria y experiencia, los dardos mediáticos, aun siendo velados o encubiertos tras una capa de ironía, siguen marcando la pauta de su relación.
Las redes sociales: el nuevo campo de batalla
Las redes sociales se han convertido en el nuevo campo de batalla para estas guerras mediáticas. Los comentarios de Susana y las respuestas de Marina y Moria han generado un aluvión de reacciones en Twitter, Instagram y Facebook. Los usuarios se dividen entre quienes apoyan a Susana, quienes defienden a Marina y Moria, y quienes simplemente disfrutan del espectáculo.
Este tipo de confrontaciones mediáticas, alimentadas por los medios y las redes sociales, reflejan la complejidad del mundo del espectáculo. Las declaraciones de Susana, en su intento de generar polémica, han tenido el efecto contrario: en lugar de acallar las críticas, han fortalecido la posición de sus oponentes. La opinión pública, lejos de condenar a cualquiera de las partes, se limita a observar el intercambio verbal con una mezcla de morbo y curiosidad. Este fenómeno resalta el papel de las redes sociales en la amplificación del alcance de un conflicto menor que se transforma en un fenómeno de gran magnitud mediática.
En conclusión, la guerra mediática entre Susana Giménez, Marina Calabró y Moria Casán es un claro ejemplo de cómo las declaraciones aparentemente inocentes pueden desencadenar conflictos de gran magnitud en el mundo del espectáculo. La ironía, el sarcasmo y las indirectas se han convertido en las armas predilectas en esta batalla que se libra tanto en la televisión como en las redes sociales. El juego continúa, pero mientras tanto el interés del público se mantiene elevado.
El futuro de las peleas mediáticas: ¿un show sin fin?
Lo cierto es que este tipo de enfrentamientos, con sus indirectas y ataques velados, se han convertido casi en un ingrediente esencial de la farándula argentina. El ciclo de noticias del espectáculo se ha vuelto dependiente de los grandes enfrentamientos entre las figuras mediáticas, generando una situación donde el morbo público satisface la sed de conflicto entre estos personajes. Mientras haya audiencia que lo consuma, esta dinámica parece destinada a continuar sin un fin a la vista. Las tres figuras, Susana, Marina y Moria, son protagonistas ineludibles de este contexto, lo cual da a suponer que el público puede seguir disfrutando del espectáculo generado por sus confrontaciones.