Santiago Sosa, el mediocampista surgido de las inferiores de River Plate y figura clave en la consagración de Racing Club en la Copa Sudamericana, sorprendió al revelar detalles inéditos sobre su fallida vuelta al club de Núñez. En una entrevista con Radio La Red, Sosa contó su frustración por la falta de comunicación y el poco interés mostrado por algunos miembros de la dirigencia de River.
El llamado que no llegó y el dolor de un hincha
A pesar de haber jugado solo 21 partidos con la camiseta millonaria entre 2018 y 2020, Sosa manifestó su enorme deseo de volver a River en diciembre de 2023. Según sus propias palabras: “Tenía muchas ganas de volver a River, me moría por volver. Es la verdad, pero ciertas circunstancias hicieron que no vuelva. Me dijeron que no estaban interesados”. Este desaire inicial golpeó al jugador, quien confiesa que la falta de respuesta lo impactó emocionalmente.
Sosa fue contundente al revelar que algunas personas ni siquiera le respondieron el teléfono. Este silencio, según sus propias declaraciones, no solo lo decepcionó, sino que también lo lastimó como hincha de River: “Algún que otro no me atendió el teléfono. Me dolió porque soy hincha, pero también entendí el momento de que venía de muchos meses sin tener ritmo futbolístico, sin jugar, y para llegar a River es otra cosa. Quizás me dolió que no me hayan atendido el teléfono.”
De la frustración en Núñez a la gloria en Avellaneda
La falta de interés por parte de River abrió las puertas a Racing Club, un equipo donde encontró la regularidad y la confianza que tanto anhelaba. Tras llegar a Avellaneda en enero de este año, Sosa se consolidó como una pieza fundamental en el esquema de Gustavo Costas, aportando su talento y experiencia en el centro del campo. Su destacada actuación culminó con la conquista de la Copa Sudamericana, un triunfo que el futbolista atribuye, en gran parte, a la buena química y confianza dentro del plantel.
“Son cosas que quedan en el pasado y lo importante hoy en día es estar acá en Racing, haber vivido todo este año maravilloso para mí en lo personal. Obviamente el logro grupal es lo más lindo, pero también lo disfruté mucho en cuanto a mi persona. El lugar al que vine, el rol que tuve y poder haber logrado todo me pone muy feliz, me da mucha satisfacción y me pone también contento por la gente que me rodea. Hoy es momento de pensar en Racing”, fueron las palabras de Sosa al respecto, mostrando su presente satisfactorio en Racing.
El misterio de las llamadas perdidas y las posibles especulaciones
La pregunta sobre si las llamadas sin respuesta provenían de excompañeros de River generó una respuesta evasiva de Sosa. Sin dar nombres, dejó entrever la posibilidad: “No hace falta entrar en polémicas. Vos sabrás bien. No voy a mandar en cana a nadie, no busco eso. Por algo lo de River no pasó, para mí quedó en el pasado”. Esta declaración alimentó la especulación en los medios deportivos, dejando abierta la pregunta de quiénes fueron los responsables de la comunicación fallida.
Mientras Sosa celebra su triunfo en Racing y se enfoca en el futuro, las declaraciones realizadas no solo arrojan luz sobre un posible desplante de la dirigencia de River, sino que también revelan la importancia de la comunicación en el mundo del fútbol profesional y el impacto emocional que este tipo de situaciones puede tener en los jugadores. Queda claro que, en el plano deportivo, el futbolista encontró su espacio ideal en la Academia, mientras el ‘no’ recibido del club de sus amores dejó secuelas importantes en la carrera de Santiago Sosa.
La situación de Sosa pone en relieve la importancia de la comunicación efectiva entre los clubes y los jugadores, algo que muchas veces se descuida en el ajetreo del mercado de pases. El caso de Sosa sirve como un recordatorio de que una mala gestión puede llevar a la pérdida de talento y afectar seriamente la imagen del club, especialmente considerando que el jugador siempre se mostró como un hincha del Millonario.
El futuro de Sosa y el interrogante en River
Actualmente, Racing Club está haciendo un gran esfuerzo económico para asegurar la continuidad de Sosa, pagando cerca de 4 millones de dólares por el 80% de su pase. Esto refuerza el éxito de la decisión del jugador al elegir Avellaneda. Por su parte, River Plate, quien en el último mercado de pases gastó una considerable suma en refuerzos para la mitad de la cancha, hoy se encuentra con algunas incógnitas en esa posición clave del campo. El regreso de Sosa hubiera podido ser una gran solución, pero la falta de comunicación dejó un vacío que posiblemente se intentará cubrir en el próximo mercado de pases.