El mercado global de la soja se encuentra en una situación paradójica: mientras las proyecciones apuntan a una producción mundial récord, los precios del grano se desploman a niveles no vistos en años. Esta situación genera incertidumbre entre los productores, quienes se enfrentan a la disyuntiva de vender su cosecha a precios bajos o esperar una posible recuperación del mercado. El presente análisis busca desentrañar las causas de esta coyuntura, proyectar la evolución futura de los precios y brindar recomendaciones a los productores para afrontar este escenario desafiante.
Un tsunami de soja: Cosechas récord y desplome de precios
La producción mundial de soja ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, impulsada por la expansión de la frontera agrícola en países como Brasil, Argentina y Estados Unidos. Para la campaña 2024/25, se proyecta una cosecha récord de 427 millones de toneladas, un 8% más que en el ciclo anterior y 60 millones de toneladas por encima del promedio de los últimos cinco años. Este aumento en la oferta ha generado una sobreabundancia del grano en el mercado internacional, presionando a la baja los precios.
Según Gustavo López, analista de mercados de la consultora Agritrend, el precio actual de la soja es casi 100 dólares menor que a fines del año pasado, alcanzando su nivel más bajo desde mediados de 2020. Matías Contardi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), agrega que el poder de compra de una tonelada de soja en el mercado local se encuentra en mínimos históricos desde enero de 2018.
Brasil: El gigante sudamericano que inunda el mercado
Brasil, el principal productor mundial de soja, se prepara para una cosecha histórica de 170 millones de toneladas, superando ampliamente su récord anterior de 162 millones de toneladas en 2022/23. Este volumen, sumado a las buenas cosechas en Estados Unidos, Paraguay, Bolivia y Uruguay, ha creado un escenario de sobreoferta que dificulta la recuperación de los precios.
Las abundantes lluvias registradas en octubre en Sudamérica, luego de un período de sequía, permitieron el avance de la siembra y crearon condiciones óptimas para el desarrollo de los cultivos. La concentración de las siembras en Brasil en un corto período de tiempo anticipa una recolección igualmente concentrada entre febrero y marzo, lo que podría generar una presión bajista aún mayor sobre los precios.
Argentina: Entre la recuperación y la incertidumbre
Argentina, tras varios años de malas cosechas, se encamina hacia una producción sólida de soja, estimada en 55 millones de toneladas. Sin embargo, el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) proyecta una cosecha de 51 millones de toneladas, lo que sugiere que aún podría haber ajustes a la baja en las estimaciones, incrementando la presión sobre los precios. A pesar de esta buena perspectiva, la incertidumbre en el mercado internacional y la volatilidad del tipo de cambio generan dudas entre los productores argentinos.
El factor Trump y la demanda de aceites vegetales
La demanda de aceites vegetales, especialmente de aceite de soja, ha sido un factor clave en la evolución de los precios del grano. El mercado de aceites vegetales estuvo ajustado en 2024, lo que impulsó los precios al alza. Sin embargo, la incertidumbre sobre las políticas comerciales del expresidente estadounidense Donald Trump, especialmente en relación con China y los biocombustibles, genera dudas sobre la futura demanda de aceite de soja.
Una posible caída en la demanda de aceite de soja, derivada de restricciones a las importaciones estadounidenses de aceite de cocina usado o de un cambio en la política de biocombustibles, podría ejercer una presión adicional a la baja sobre los precios de la soja.
¿Qué esperar del futuro? Recomendaciones para productores
El panorama para el mercado de la soja en el corto plazo no es alentador. Los analistas coinciden en que los factores bajistas predominan, y que los precios podrían seguir descendiendo. Se espera que la presión de la oferta se intensifique con el inicio de la cosecha en Paraguay en enero, seguida por Brasil y Argentina en los meses posteriores.
Ante este escenario, Gustavo López recomienda a los productores que vendan su soja disponible lo antes posible. Asimismo, sugiere la utilización de instrumentos financieros como los contratos de futuros con opciones de venta (put), para cubrirse ante posibles bajas en los precios.
La situación actual del mercado de la soja presenta un desafío para los productores. La combinación de una producción récord a nivel mundial y la incertidumbre sobre la demanda futura crea un escenario complejo que requiere de decisiones estratégicas para minimizar las pérdidas y asegurar la rentabilidad del negocio. La diversificación de cultivos, la utilización de herramientas financieras de cobertura y el monitoreo constante del mercado son algunas de las estrategias que los productores pueden implementar para navegar en estas aguas turbulentas.