¡Paren las rotativas! El mundo del espectáculo virtual está en llamas. Damas y caballeros, prepárense para el combate del siglo: ¡Yao Cabrera versus Martín Ku, el Chino de Gran Hermano! Y todo por la mujer más codiciada del momento… ¡la mamá de Tomás Holder! ¿Será este un nuevo capítulo en la tragicomedia de la farándula argentina o simplemente una movida publicitaria más barata que una pizza con fernet en oferta? Amarillo “Polémica” Pérez les trae la verdad, cruda y sin anestesia.
Un triángulo amoroso digno de una telenovela berreta
Como si se tratara del guion de una telenovela venezolana escrita por un mono con un diccionario en la mano, la historia comienza con Gisela Gordillo, alias “la mamá de Holder”, quien saltó a la fama por… bueno, por ser la madre de un exparticipante de Gran Hermano. Y como si fuera poco, la señora Gordillo decidió adentrarse en las procelosas aguas del amor con el mismísimo Yao Cabrera, un youtuber conocido por sus polémicas más que por su talento. Pero, ¡oh, sorpresa!, aparece en escena Martín Ku, “el Chino” de Gran Hermano, para ponerle picante al asunto.
Según los rumores (y créanme, en el mundo del espectáculo los rumores son más ciertos que las noticias), Ku y Gordillo habrían tenido un encuentro cercano del tercer tipo, o al menos eso es lo que asegura el celoso Cabrera. ¿Y qué hizo nuestro héroe? Pues lo que cualquier macho alfa haría: perseguir a Ku por las calles de Rosario como si fuera una escena de Rápido y Furioso, pero con menos presupuesto y más vergüenza ajena.
La pelea del siglo… o del minuto
El video del enfrentamiento es tan patético como emocionante. Cabrera, acompañado de su séquito de guardaespaldas con cara de pocos amigos, intercepta a Ku en su auto rojo (sí, rojo, como la pasión que los consume). Los gritos, las amenazas, los empujones… ¡todo un despliegue de testosterona barata! Pero a la hora de la verdad, los golpes brillaron por su ausencia. ¿Acaso se olvidaron de contratar a un coreógrafo de peleas decente o simplemente se dieron cuenta de que la policía no ve con buenos ojos las agresiones en plena calle?
Las redes sociales, como era de esperar, explotaron. “Todo armado”, “Puro show”, “Qué vergüenza ajena”… los comentarios inundaron Twitter e Instagram. Y la verdad, es difícil no estar de acuerdo. La actuación de Cabrera y Ku es tan convincente como la de un político prometiendo no robar. Pero, ¿quiénes somos nosotros para juzgar? Al fin y al cabo, en el mundo del espectáculo, cualquier publicidad es buena publicidad, incluso si te hace quedar como un idiota.
Gisela Gordillo: la manzana de la discordia
Y como en todo buen culebrón, la mujer en cuestión no podía quedarse callada. Gisela Gordillo, con la sutileza de un elefante en una cristalería, confirmó su affaire con Ku. “Es increíble pero es real”, declaró la diva. “Si algunos no pueden creer que un pibe de 25 años me de bola, yo no tengo la culpa”. ¡Aplausos para la reina del drama! Con semejante declaración, Gordillo no solo echó leña al fuego, sino que también se postuló como la nueva reina de la polémica.
Veredicto final: ¿Show o realidad?
Después de analizar las pruebas (o la falta de ellas), la actuación digna de un Oscar (o de un Razzie) y las declaraciones explosivas de los involucrados, solo queda una conclusión posible: este triángulo amoroso es más falso que un billete de tres pesos. Una puesta en escena cuidadosamente orquestada para generar ruido mediático y mantener a estos personajes en el candelero. Al fin y al cabo, en el mundo de las redes sociales, la polémica es la moneda de cambio. Y estos tres parecen tenerla de sobra.
En resumen, mis queridos lectores, no se dejen engañar por las apariencias. Este supuesto enfrentamiento amoroso es tan real como la amistad entre un gato y un ratón. Pero, ¿saben qué? A veces, un poco de circo es justo lo que necesitamos para alegrarnos el día. Así que, siéntense, relájense y disfruten del espectáculo. Porque en el fondo, todos sabemos que esto no es más que una divertida (y patética) obra de teatro.