Una secta rusa ha sido desmantelada en Bariloche tras una investigación que revela una red de trata de personas, reducción a la servidumbre y una conspiración para obtener la ciudadanía argentina. La organización operaba bajo la fachada de un ‘espacio espiritual y de yoga’, aprovechándose de la vulnerabilidad de jóvenes, como una joven rusa de 22 años, manipulándola y explotándola.
Investigación y desmantelamiento de la secta
La Fiscalía de Bariloche imputó a 21 individuos de nacionalidad rusa, revelando una red delictiva que operaba bajo la apariencia de un centro de bienestar. La realidad era la trata sexual y la reducción a la servidumbre, captando a jóvenes vulnerables y sometiéndolas a condiciones inhumanas. La manipulación psicológica era clave, aislándolas del mundo exterior y convenciéndolas de que pertenecían a un grupo selecto. La investigación se inició tras la captación de una joven rusa, traída con la promesa de una vida mejor, pero que se encontró atrapada en un régimen de control absoluto y explotación.
Según el fiscal Fernando Arrigo, la investigación fue un esfuerzo conjunto de la fiscalía, la Dirección Nacional de Migraciones y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), a partir de una denuncia del personal médico del hospital de Bariloche. Los allanamientos revelaron ventanas tapadas, colchones en el piso y una atmósfera de opresión. La detención de los líderes en el aeropuerto de Bariloche y en Aeroparque frustró su intento de fuga. Durante su detención, el líder intentó autolesionarse, mostrando su desesperación.
El plan para obtener la ciudadanía argentina
La fiscalía descubrió un plan para obtener la ciudadanía argentina utilizando al hijo recién nacido de la joven. El líder de la secta, Konstantin Rudnev, buscaba eludir una orden de captura internacional emitida por la República Montenegrina. La idea era inscribir al bebé como hijo de Rudnev, lo que le permitiría obtener la nacionalidad argentina y, posteriormente, solicitar la residencia brasileña, para moverse libremente entre ambos países y evadir la extradición.
“Se autorizaban las raciones de comida, de compras de diversos productos y se disponían ayunos obligatorios como forma de castigo.”
Modus operandi: Control, castigo y aislamiento
El control absoluto era la norma, con restricciones alimentarias, ayunos obligatorios y castigos crueles. La comida, las compras y el agua eran racionadas como forma de manipulación. El aislamiento era otra herramienta, prohibiendo el contacto con el exterior, convenciéndolas de que eran seres superiores y advirtiéndolas sobre los peligros del ‘mundo mundano’. El fiscal Arrigo destacó la meticulosidad del control, con vajillas con nombres, botellones de agua rotulados y un cuarto de alimentos bajo llave, deshumanizando a las víctimas.
Acusaciones y cargos
Los miembros de la secta enfrentan acusaciones gravísimas, incluyendo trata de personas con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre. Una de las mujeres fue acusada de falsedad ideológica en grado de tentativa, por intentar modificar la partida de nacimiento del bebé. Además, dos mujeres fueron imputadas por transporte de estupefacientes, tras el hallazgo de frascos con pastillas de cocaína, lo que sugiere una posible relación con actividades ilícitas de mayor envergadura.
Llamado a la acción
Es fundamental estar alertas y denunciar cualquier sospecha de trata de personas o manipulación psicológica. La sociedad debe involucrarse en la lucha contra estas lacras, apoyando a las víctimas y exigiendo a las autoridades que actúen con firmeza. La historia de la joven rusa y su bebé es un llamado a la acción y a la concientización para proteger a los más vulnerables y construir una sociedad más justa y solidaria.
Para denunciar casos de trata de personas o de manipulación psicológica, puede contactar a las siguientes organizaciones: (Incluir información de contacto de organizaciones que brindan ayuda a las víctimas de trata).
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