¿Alguna vez te has sentido tan avergonzado que desearías que te tragara la tierra? Pues, prepárate para conocer la historia de un turista chileno que, en un intento fallido por evitar pagar la cuenta en un restaurante argentino, ¡terminó olvidando su iPhone! ¿Cómo te quedó el ojo?
La escena, digna de una comedia de enredos, tuvo lugar en un restaurante del microcentro de San Miguel de Tucumán. Imaginen la situación: un turista, enfundado en una campera de la selección chilena, disfrutando de una cena con dos acompañantes. Hasta ahí, todo normal. Pero, ¡oh, sorpresa!, al momento de pagar, el grupo decide escabullirse sin decir ni ‘agua va’. ¡Qué audacia! Lo que no sabían es que el protagonista de esta fuga express había dejado olvidado su inseparable iPhone sobre la mesa. ¡Ups!
¡Atrapado! El regreso (con excusa) del turista olvidadizo
La empleada del restaurante, con más paciencia que un santo, decidió esperar al escurridizo comensal. Y su espera tuvo recompensa. A los pocos minutos, el turista chileno regresó al local, con una cara de ‘yo no fui’ y una excusa que no convencía ni a su abuela: ‘Vengo a pagar. Es que fui a buscar la tarjeta al hotel’. ¡Ajá! ¿Y el iPhone, dónde lo dejaste, campeón?
La empleada, cual detective de película, no se tragó el cuento. Lo increpó, le recordó su intento de fuga y lo dejó en evidencia. El turista, acorralado, intentó justificarse diciendo que no sabía que cobraban ‘los cubiertos’, algo que, según él, no se usa en Chile. Pero la empleada, con una sonrisa de satisfacción, le señaló la carta: ‘Si vos te fijás, en la carta dice…’. ¡Zas! En toda la boca.
Cuando la policía entra en escena: ¿justicia o show?
La cosa se puso seria cuando la empleada, indignada, llamó a la policía. En un abrir y cerrar de ojos, dos agentes llegaron al restaurante, convirtiendo la escena en un circo mediático. Pero, antes de llevarse al turista esposado, los oficiales decidieron comprobar si el iPhone era realmente suyo. ¿La prueba de fuego? ¡Encender el aparato e ingresar la clave!
Después de varios intentos fallidos (¿nerviosismo?), lograron conseguir un cargador y el iPhone resucitó. El turista, con manos temblorosas, ingresó la clave sin problemas, demostrando ser el dueño del codiciado dispositivo. La policía, satisfecha, lo dejó marchar con su celular y su cena pagada, no sin antes darle una lección sobre honestidad y buenas costumbres.
“…Es que fui a buscar la tarjeta al hotel”, la ‘brillante’ excusa del turista descubierto in fraganti.
¿Error cultural o avivada criolla? El debate en las redes
Este incidente, que ya le dio la vuelta al mundo, nos plantea varias preguntas: ¿Fue un simple malentendido cultural, o un intento descarado de evadir la cuenta? En las redes sociales, el debate está más caliente que una sartén: algunos defienden al turista, argumentando que el cobro de cubiertos es inusual en Chile; otros lo tildan de ‘avivado’ y lo acusan de faltarle el respeto a los comerciantes argentinos.
Lo cierto es que este episodio puso en evidencia una práctica común en muchos restaurantes argentinos: el famoso ‘cargo por cubiertos’, que incluye el pan, los cubiertos y, a veces, hasta un aperitivo de bienvenida. Esta costumbre, aunque legal y debidamente informada en las cartas, suele generar controversia entre los turistas, especialmente aquellos que no están acostumbrados a este tipo de cargos adicionales.
Turista prevenido vale por dos: consejos para no pasar papelones en el extranjero
- Investiga las costumbres locales: Antes de viajar, infórmate sobre las normas y prácticas comunes del país que visitarás, incluyendo las propinas, los impuestos y los cargos adicionales en restaurantes.
- Lee la carta con atención: Presta atención a los detalles de la carta del restaurante, incluyendo los precios, los cargos por servicio y las condiciones de pago.
- Pregunta antes de ordenar: Si tienes dudas sobre algún cargo o servicio, pregunta al camarero antes de ordenar. ¡Más vale prevenir que lamentar!
- Sé honesto y responsable: Si cometes un error o tienes un problema con el pago, sé honesto y trata de resolver la situación de la mejor manera posible. ¡La honestidad es la mejor política!
- No olvides tus pertenencias: ¡Por favor! Revisa que no se te quede nada olvidado en el restaurante, especialmente tu celular, tu billetera o tu pasaporte. ¡Un olvido puede arruinarte las vacaciones!
En fin, la historia del turista chileno y su iPhone extraviado es una tragicomedia que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias metidas de pata y a ser más conscientes de las diferencias culturales que nos enriquecen. Y tú, ¿qué opinas de todo esto? ¡Déjanos tus comentarios y comparte tus propias experiencias como turista en apuros!