El eco de la música se apagó abruptamente bajo una lluvia de escombros. En Santo Domingo, la discoteca Jet Set, un símbolo de alegría y vida nocturna, se convirtió en el escenario de una pesadilla. El derrumbe del techo, una tragedia que ha dejado 231 vidas truncadas, sumió a República Dominicana en un luto profundo. Familias enteras buscan respuestas entre el polvo y el acero retorcido, mientras el país se une en un clamor de justicia y recuerdo.
La Noche del Desastre: Un Mosaico de Recuerdos Fragmentados
Martes. La discoteca Jet Set latía al ritmo de Rubby Pérez, leyenda del merengue. Risas, conversaciones animadas y el brillo de las luces creaban una atmósfera festiva. Parejas, amigos y grupos celebraban la vida, ajenos al destino que les aguardaba. De repente, un estruendo aterrador rompió la noche. El techo, implacable, se desplomó, atrapando a cientos bajo su peso mortal.
Marisol Chalas, con la voz temblorosa, revive el horror: “Ese techo aplastó a todo el mundo, a mí me dejó atrapada hasta la cintura y a mi esposo lo enterró”, relató a la AFP. Su testimonio, un grito desgarrador desde el corazón de la tragedia, refleja el infierno que vivieron muchos esa noche. El caos, la oscuridad y el pánico se apoderaron del lugar, mientras los sobrevivientes luchaban por escapar y los equipos de rescate se abrían paso entre los escombros.
República Dominicana de Luto: Una Nación Unida en el Dolor
La noticia del derrumbe resonó con fuerza en cada rincón de República Dominicana y más allá de sus fronteras. Las imágenes del desastre, crudas y sobrecogedoras, inundaron los medios de comunicación, mostrando la devastación y el sufrimiento. El Gobierno declaró seis días de luto nacional, un gesto de respeto y solidaridad con las víctimas y sus familias. El presidente Luis Abinader, conmovido, prometió una investigación exhaustiva para esclarecer las causas de la tragedia y asegurar que se haga justicia.
En pueblos y ciudades, se realizaron misas y actos conmemorativos en memoria de los fallecidos. Los dominicanos, conocidos por su espíritu alegre y resiliente, se unieron en un abrazo colectivo de consuelo y esperanza. La tragedia de la discoteca Jet Set, un golpe brutal al alma de la nación, ha fortalecido el compromiso de honrar a los que partieron y reconstruir un futuro más seguro.
Rostros Detrás de la Tragedia: Historias de Vidas Interrumpidas
Entre los escombros, junto a los números fríos de la estadística, emergen historias que desgarran el alma. Una pareja francesa, enamorada de República Dominicana, había elegido la discoteca para celebrar su aniversario. Un joven italiano, seducido por la magia de la isla, buscaba vivir la vibrante noche de Santo Domingo. Una madre haitiana, con el corazón lleno de sueños, había ahorrado meses para disfrutar del concierto de Rubby Pérez.
Cada una de las 231 víctimas era un universo único, con sueños, aspiraciones y afectos. Sus nombres y rostros, ahora símbolos de la tragedia, inundan las redes sociales y los medios de comunicación, recordándonos que detrás de cada cifra hay una vida valiosa y una familia en duelo.
El dolor de Zulinka Pérez, hija del inolvidable Rubby Pérez, es el eco del sufrimiento de muchos: “Mi padre era un hombre bueno, un artista querido por todos. Su música siempre nos llenó de alegría, y ahora su muerte nos deja un vacío inmenso”. Con determinación, Zulinka ha anunciado su intención de demandar a los propietarios del local, buscando justicia para su padre y para todas las víctimas de esta negligencia.
“Mi padre era un hombre bueno, un artista querido por todos. Su música siempre nos llenó de alegría, y ahora su muerte nos deja un vacío inmenso.”
Tras la Cortina de Escombros: Investigación y Búsqueda de Responsabilidades
Mientras el país llora a sus muertos, las autoridades se enfrentan a la ardua tarea de esclarecer las causas del derrumbe. La Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) trabaja contrarreloj para analizar las condiciones estructurales del edificio. Expertos apuntan a una posible sobrecarga de la estructura, combinada con una negligente fiscalización, como detonantes de la tragedia.
El presidente Abinader ha reconocido la ausencia de una ley que obligue a la revisión periódica de edificios privados, anunciando que el Ministerio de Vivienda ya trabaja en una propuesta legislativa para llenar este vacío. La discoteca Jet Set, además, arrastraba un preocupante antecedente: un incendio en 2023, provocado por un rayo que impactó la planta eléctrica. A pesar de que los bomberos descartaron daños estructurales, este incidente plantea interrogantes sobre las medidas de seguridad implementadas.
La Procuraduría General de la República (PGR) ha abierto una investigación penal para determinar si hubo negligencia por parte de los propietarios y responsables del local. Se espera que estas pesquisas arrojen luz sobre lo sucedido y permitan establecer responsabilidades, sentando un precedente para que tragedias similares no se repitan.
Más Allá del Dolor: Un Llamado a la Esperanza y a la Acción
La tragedia de la discoteca Jet Set ha marcado un antes y un después en República Dominicana. Pero, en medio de la desolación, ha surgido un poderoso espíritu de solidaridad y unidad. Cientos de personas participaron en las labores de rescate, arriesgando sus vidas para salvar a otros. Su valentía y entrega han sido reconocidas por el presidente Abinader, quien los condecorará por su labor “patriótica y sagrada”.
Este desastre debe ser un catalizador para fortalecer las medidas de seguridad y prevención en todo el país. Es hora de exigir regulaciones más estrictas, fiscalización rigurosa y una mayor conciencia sobre la importancia de proteger la vida y el bienestar de todos los ciudadanos. La memoria de los 231 fallecidos en la discoteca Jet Set, un faro que ilumine el camino hacia un futuro más seguro y justo.
Puedes apoyar a las familias afectadas donando a [enlace a organización benéfica]. Firma esta petición para exigir mejores regulaciones de seguridad: [enlace a petición].