Santa Fe se prepara para un proceso de reforma constitucional que promete ser trascendental. El próximo 13 de abril, en coincidencia con las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), los ciudadanos santafesinos elegirán a los 69 convencionales constituyentes que tendrán la tarea de debatir y proponer modificaciones a la Carta Magna provincial. Esta decisión, impulsada por el gobernador Maximiliano Pullaro, busca adaptar la Constitución a las nuevas realidades sociales, económicas y políticas de la provincia.
Un proceso electoral con doble propósito
La simultaneidad de las elecciones de convencionales con las PASO locales ha generado un intenso debate político. Para el oficialismo, esta estrategia permite optimizar recursos y concentrar la atención ciudadana en una sola jornada electoral. Sin embargo, algunos sectores de la oposición cuestionan esta decisión, argumentando que la superposición de ambas elecciones podría diluir la importancia del proceso de reforma constitucional.
Más allá de las controversias, lo cierto es que el 13 de abril los santafesinos se encontrarán con una boleta única que incluirá tanto a los candidatos a convencionales constituyentes como a los precandidatos a intendentes, concejales y miembros comunales. De los 69 convencionales, 50 serán elegidos por distrito único mediante el sistema D’Hont, que prioriza la representación proporcional de las fuerzas políticas. Los 19 restantes se elegirán por cada uno de los departamentos de la provincia, asegurando una representación territorial equilibrada.
El desafío de la participación ciudadana
Uno de los principales desafíos del proceso de reforma constitucional reside en garantizar una amplia participación ciudadana. Informar a la población sobre los alcances y la importancia de la reforma, así como sobre los mecanismos de elección de los convencionales, es crucial para fortalecer la legitimidad del proceso. En este sentido, se espera que el Tribunal Electoral y las diferentes fuerzas políticas implementen campañas de difusión que promuevan el voto informado y la participación activa de la ciudadanía.
La importancia de la participación ciudadana radica en que la reforma constitucional no es un mero trámite legislativo, sino un proceso que define las reglas de juego de la democracia provincial. La Constitución establece los derechos y deberes de los ciudadanos, la organización del Estado y los límites del poder. Por lo tanto, la participación activa de la sociedad en este debate es esencial para asegurar que la nueva Constitución refleje las necesidades y aspiraciones de todos los santafesinos.
Para asegurar una representación diversa en la Convención Constituyente, se ha establecido un umbral del 2,5% de los votos del padrón electoral para acceder a la distribución de cargos. Este requisito busca evitar la fragmentación excesiva y garantizar que las fuerzas políticas con mayor respaldo popular tengan una voz preponderante en el debate.
Las principales fuerzas políticas y la reforma
El oficialismo, liderado por el gobernador Pullaro y la vicegobernadora Gisela Scaglia, ha expresado su intención de que la reforma constitucional se centre en temas como la modernización del Estado, la autonomía municipal y la incorporación de nuevos derechos. Si bien no se han definido los puntos específicos que se someterán a debate, se espera que la reforma aborde temas como la reelección del gobernador, la duración de los mandatos legislativos y la autonomía de los municipios.
Por su parte, el Partido Justicialista (PJ) se encuentra dividido en torno a la reforma. Mientras que el sector liderado por el exgobernador Omar Perotti acompañó la sanción de la ley que habilitó el proceso, otros sectores del peronismo se oponen a la reforma, argumentando que no es el momento oportuno para discutir cambios constitucionales. Esta división interna del PJ podría dificultar la definición de una estrategia común de cara a las elecciones de convencionales.
En el peronismo la situación es compleja. La falta de cohesión interna dificulta la toma de decisiones. Algunos sectores impulsan sanciones para quienes apoyaron la reforma, mientras otros buscan la unidad para enfrentar el proceso electoral. El desafío para el peronismo será dirimir sus diferencias y definir una postura clara frente a la reforma, para poder interpelar al electorado con propuestas concretas.
Otras fuerzas políticas, como Somos Vida, liderada por Amalia Granata, también han expresado su intención de participar activamente en las elecciones de convencionales. Se espera que en los próximos meses se definan las alianzas electorales y los candidatos que competirán por un lugar en la Convención Constituyente.
La posibilidad de que Maximiliano Pullaro encabece la lista de convencionales del oficialismo ha generado especulaciones sobre sus intenciones políticas. Algunos analistas interpretan esta movida como un primer paso hacia la búsqueda de la reelección, mientras que otros creen que Pullaro simplemente busca asegurar una representación fuerte del gobierno en la Convención.
La Convención Reformadora: un espacio para el diálogo y el consenso
Una vez elegidos los convencionales, la Convención Reformadora se instalará en la ciudad de Santa Fe, dentro del plazo de un año. Tendrá un plazo de 40 días corridos, prorrogables por 20 días más, para debatir y proponer las modificaciones a la Constitución. Se espera que este proceso se desarrolle en un marco de diálogo y consenso, buscando alcanzar acuerdos que beneficien a todos los santafesinos.
El debate en la Convención Reformadora promete ser intenso. Los temas a tratar son complejos y sensibles, y las diferentes fuerzas políticas tienen visiones divergentes sobre cómo abordarlos. La capacidad de los convencionales para dialogar, negociar y alcanzar acuerdos será crucial para el éxito del proceso de reforma. Se espera que la Convención genere un texto constitucional que refleje un amplio consenso social.
La reforma constitucional en Santa Fe es un proceso crucial para el futuro de la provincia. La participación ciudadana, el debate informado y la búsqueda de consensos serán claves para asegurar que la nueva Constitución responda a las necesidades y desafíos del siglo XXI.