La furia contenida estalla en la sociedad santafesina tras el brutal ataque a dos médicos en la guardia del Policlínico Eva Perón, en Granadero Baigorria. Este acto de barbarie, que dejó a uno de los profesionales con graves secuelas físicas y emocionales, es la alarmante punta del iceberg de una crisis que desangra silenciosamente el sistema de salud pública provincial.
¿Cuánto más permitiremos que se deteriore la salud pública antes de alzar la voz? El ataque no es un hecho aislado, sino el resultado de años de precarización laboral, salarios de miseria, falta de recursos básicos y una creciente tensión social que convierte los centros de salud en campos de batalla.
El horror en primera persona: el testimonio de un médico agredido
Para proteger su identidad, lo llamaremos Dr. Pérez. Él es uno de los médicos agredidos en el Policlínico Eva Perón. “Fue una escena dantesca”, relata con la voz aún temblorosa. “Salimos a atender a un hombre descompensado y, de repente, nos vimos rodeados de personas violentas que nos insultaban y golpeaban sin piedad. Sentí terror, impotencia y una profunda tristeza. ¿Cómo puede ser que nuestra vocación de servicio se pague con agresiones?”
El Dr. Pérez sufrió heridas cortantes, hematomas y una profunda crisis de angustia. “Pero lo más grave”, confiesa, “es el impacto psicológico. Ya no me siento seguro en mi lugar de trabajo. Tengo miedo de volver a la guardia. Esto no puede seguir así”.
Cierre de la guardia: un grito desesperado
Tras el ataque, el personal del Policlínico Eva Perón tomó una decisión drástica: suspender la atención en la guardia por tiempo indeterminado. Una medida que refleja la desesperación y el hartazgo de los trabajadores, que se sienten desprotegidos y abandonados por las autoridades. El cierre de la guardia no solo afecta a los profesionales, sino también a la comunidad, que se ve privada de un servicio esencial en un momento crítico.
“No podemos seguir trabajando con miedo. Necesitamos garantías de seguridad para poder cuidar de los demás. El cierre de la guardia es un llamado de atención urgente”, afirma una enfermera del Policlínico, quien prefiere no revelar su nombre por temor a represalias.
Santa Fe vs. el mundo: inversión en salud pública, una deuda pendiente
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una inversión mínima del 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en salud pública, Argentina apenas supera el 3%. En Santa Fe, la situación es aún más crítica, con un presupuesto sanitario que se ha visto erosionado en los últimos años.
Esta falta de inversión se traduce en hospitales deteriorados, falta de insumos básicos, salarios de miseria para los trabajadores y una sobrecarga laboral que agudiza la tensión y la violencia en los centros de salud. El resultado: un sistema al borde del colapso, donde la salud pública se desangra silenciosamente.
Voces de la crisis: pacientes en carne propia
El cierre de la guardia del Policlínico Eva Perón ha dejado a cientos de pacientes sin acceso a atención médica urgente. “Llevé a mi hijo con fiebre alta y me dijeron que no podían atenderlo. Tuve que ir a un sanatorio privado y pagar una fortuna”, relata María, una vecina de Granadero Baigorria.
“Es una vergüenza que tengamos que depender de la caridad para recibir atención médica. La salud pública es un derecho, no un privilegio”, se lamenta Juan, un jubilado que necesita medicación para controlar su diabetes y no puede acceder a ella por falta de recursos.
Siprus alza la voz: salarios dignos y seguridad laboral, exigencias impostergables
Jerónimo Ainsuain, titular de Siprus, denuncia la “explotación laboral” que sufren los trabajadores de la salud en Santa Fe. “Un profesional inicial, sin antigüedad ni adicionales, cobra actualmente 818.000 pesos, y con adicional de guardia activa de emergencia, $1.100.000, teniendo una o dos especializaciones y con 150 pacientes por día”, precisa.
Además, Ainsuain denuncia que la mitad de los profesionales de las guardias son monotributistas, y por el mismo trabajo cobran 300 mil pesos menos que sus colegas de planta. “En estas condiciones, los y las colegas se ven compelidos a renunciar, a tomar licencias sin goce de sueldo, irse a trabajar a otro lado, al nivel privado”, advierte.
¿Dónde está el sistema de salud eficiente prometido?
Siprus le recuerda al gobernador Maximiliano Pullaro su promesa de campaña, cuando aseguraba que iba a “volver a tener un sistema de salud eficiente, con médicos bien pagos, con insumos y equipamiento”. Sin embargo, la realidad actual muestra un panorama desolador, con hospitales deteriorados, falta de recursos y trabajadores precarizados y expuestos a la violencia.
Un plan de acción urgente: propuestas para salvar la salud pública
La crisis de la salud pública en Santa Fe exige soluciones concretas a corto y largo plazo. Aquí, algunas propuestas:
- Implementar un protocolo de seguridad integral en todos los centros de salud, con presencia policial y sistemas de vigilancia.
- Aumentar la inversión en salud pública hasta alcanzar los estándares internacionales recomendados por la OMS.
- Equiparar los salarios de los profesionales de la salud y garantizar condiciones de trabajo dignas.
- Crear un programa de apoyo psicológico para los trabajadores de la salud, que les permita afrontar el estrés y la violencia laboral.
- Promover campañas de concientización sobre el valor de la salud pública y el respeto a los trabajadores de la salud.
La salud pública es un derecho fundamental que no podemos seguir postergando. Es hora de que el gobierno provincial asuma su responsabilidad y tome medidas urgentes para proteger a quienes nos cuidan y garantizar el acceso a la atención médica de calidad para todos los ciudadanos.
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