Patricio Cruz Viale, ex-máxima autoridad del movimiento Schoenstatt en Córdoba, ha sido detenido por abuso sexual ultrajante contra una mujer de 46 años. Este hecho, ocurrido en enero de 2023, fue denunciado recién en septiembre del mismo año. La detención se produjo luego de una investigación interna realizada por el movimiento Schoenstatt, la cual fue posteriormente compartida con la Justicia Provincial a pedido del fiscal Juan Ávila Echenique.
La Estadía en México: Un Centro de Retiro para Sacerdotes Acusados
Un dato relevante del caso es que Cruz Viale pasó varios meses de 2023 en el centro de retiro “Misioneros del Espíritu Santo”, de la Fundación Rougier, ubicado en Guadalajara, México. Este centro ha sido señalado en diversas investigaciones periodísticas como un “refugio” para sacerdotes acusados de diversos delitos, en su mayoría de índole sexual. La estadía de Cruz Viale en este centro fue confirmada por su abogado, quien afirmó que estuvo allí durante dos o tres meses, sin especificar más detalles.
Si bien la estancia en este centro no implica una presunción de culpabilidad, el hecho sí pone en tela de juicio la transparencia de la respuesta inicial del movimiento Schoenstatt, que en un principio comunicó a sus feligreses que se enteraron de la denuncia a través de la prensa. Este aspecto generado dudas sobre la honestidad y transparencia de la respuesta inicial del movimiento Schoenstatt.
La Investigación Interna y la Colaboración con la Justicia
El vicario judicial del Arzobispado de Córdoba, Osvaldo Morero, aseguró que la información de la investigación interna fue entregada a la Justicia provincial. Afirmó que “la intención es siempre colaborar con lo que se requiera” y que tanto la Justicia ordinaria como la eclesiástica comparten el mismo objetivo de “buscar la verdad”, aunque con metodologías distintas. Sin embargo, esta declaración no calma completamente las preocupaciones debido al hecho de que las investigaciones internas no necesariamente se comunican a la justicia de manera oportuna y precisa.
La investigación interna realizada por el Arzobispado, según el testimonio del padre Morero, incluye declaraciones de testigos y recopilación de evidencias, garantizando los derechos tanto de la víctima como del acusado. El proceso canónico corre paralelamente a la investigación de la Justicia ordinaria, con la intención de colaborar plenamente, pero manteniendo las diferentes metodologías y objetivos que cada investigación implica.
La Denuncia y la Línea de Tiempo
La víctima, cuya identidad se protege para evitar su revictimización, sufrió un cáncer de mama y fue operada en tres ocasiones en 2023. Cruz Viale, como sacerdote y amigo de la familia, la acompañó durante su tratamiento. El abuso denunciado habría ocurrido en el despacho del sacerdote en enero, en la sede de Schoenstatt en barrio Alto Palermo, Córdoba.
La víctima le contó el suceso a su marido y, luego, a un círculo más amplio de allegados. A fines de marzo, buscó apoyo en referentes del movimiento Schoenstatt en Córdoba, iniciándose una investigación interna preliminar. Si bien el movimiento tenía la opción de tomar medidas cautelares, optó por una acción considerada ‘prudencial’: se le sugirió a Cruz Viale que no contactara a la posible víctima y luego fue enviado al centro de retiro en México.
Schoenstatt delegó la jurisdicción al Arzobispado de Córdoba para el juicio canónico. El proceso de la Justicia ordinaria comenzó el 25 de septiembre cuando la mujer formalizó la denuncia, supuestamente al enterarse del regreso de Cruz Viale de México. El fiscal Ávila Echenique notificó la imputación en octubre y la detención se concretó el 9 de noviembre.
La Respuesta de la Iglesia y las Críticas
La Iglesia sostiene su intención de colaborar con la Justicia, pero ha sido criticada por la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina, quienes acusan a la institución de encubrir casos de abuso sexual y de priorizar las investigaciones internas por sobre las judiciales. Señalan que las investigaciones canónicas suelen ser lentas y poco efectivas comparadas con la rapidez de la Justicia penal. Utilizan el caso de Cruz Viale como ejemplo de ello. La red instó a que las víctimas de abusos denuncien ante la Justicia ordinaria, y no solo ante la Iglesia.
El traslado de sacerdotes acusados a otras jurisdicciones sin notificar a las autoridades judiciales es una práctica histórica, según se menciona en diferentes investigaciones. Se hace mención al caso del cura Nicola Corradi, condenado por abusos en el Instituto Próvolo, quien fue trasladado de Italia a Argentina, y de la Argentina a diferentes provincias, sin que la Iglesia notificara a la justicia cada uno de los traslados.
Un Caso que Revela una Crítica Situación
El caso de Patricio Cruz Viale no es un evento aislado; resalta los desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en la lucha contra el abuso sexual. La detención de Cruz Viale es un paso significativo, pero la necesidad de transparencia, una cooperación efectiva entre la Iglesia y las autoridades judiciales, y la rendición de cuentas de los responsables resultan imprescindibles para garantizar la justicia para las víctimas y proteger a las personas vulnerables.
La investigación judicial está en curso y se espera que arroje luz sobre todos los aspectos del caso. También se investigará si existen otras denuncias contra el sacerdote en el pasado. La opinión pública se mantiene atenta al desarrollo del proceso legal.