La detención del sacerdote Patricio Cruz Viale, referente del Movimiento de Schoenstatt en Argentina, ha generado una profunda conmoción en la Iglesia Católica. La noticia, que involucra una denuncia por abuso sexual, se ve complejizada por anteriores advertencias sobre su comportamiento con menores de edad.
La Denuncia Principal: Abuso Sexual
El foco principal recae en una denuncia formal por abuso sexual gravemente ultrajante contra el Padre Viale. Según el comunicado emitido por la Comunidad de los Padres de Schoenstatt, este hecho habría ocurrido a principios de enero de 2024, y la comunidad tuvo conocimiento del caso en abril, directamente de la denunciante, una mujer mayor de edad.
En su declaración, Schoenstatt aclara que la denuncia corresponde a un caso de presunto abuso, refutando las versiones que hablaban de violación. Sin embargo, la gravedad de la situación es innegable y ha desencadenado una investigación judicial y canónica.
Advertencias Previas: ‘Expresiones de Cariño Exageradas’
A pesar de que solo hay una denuncia formal por abuso a una mujer mayor de edad, la Comunidad de Schoenstatt ha reconocido haber recibido informes previos que expresaban preocupación por el comportamiento del Padre Viale. A finales del 2023, dos matrimonios que lo conocían, solicitaron confidencialidad mientras informaban al superior sobre “expresiones de cariño exageradas” dirigidas hacia niños.
Estos matrimonios, en su comunicación, aclararon que las expresiones de cariño, si bien excesivas y preocupantes, no constituían una situación explícita de abuso sexual. Aún así, la comunidad llevó a cabo una investigación exhaustiva con allegados al sacerdote, descartando cualquier delito canónico. Este hallazgo fue comunicado a las autoridades eclesiásticas, según los protocolos correspondientes.
Tratamiento Terapéutico en México y Medidas Cautelares
Ante la gravedad de las circunstancias y las advertencias previas, a principios de este año el superior de Schoenstatt tomó la decisión de apartar a Viale de sus responsabilidades pastorales. Como medida cautelar, aunque no se le prohibió celebrar misas u oficios religiosos, se le instó a un periodo de reflexión vocacional.
Esta reflexión vocacional se lleva a cabo con el acompañamiento terapéutico en México. El comunicado de la comunidad explica que dicho tratamiento busca ayudar al Padre Viale a procesar una crisis personal. La decisión, por parte de Schoenstatt, es en principio de prudencia para colaborar con las investigaciones y brindar contención a la comunidad afectada.
Reacción de Schoenstatt y el Proceso Judicial
El superior provincial, Pablo Javier Pol, reconoció públicamente lo complicado de esta situación para la comunidad. A través de varios comunicados, el Movimiento Schoenstatt enfatizó su “plena disposición y colaboración” con la justicia tanto penal como canónica. Se destaca el compromiso con el esclarecimiento de los hechos, resaltando que se ha escuchado a la denunciante en todas las ocasiones que ella consideró necesarias.
Si bien Schoenstatt insiste en que se trató de una única denuncia formal por abuso a una mujer, y que las preocupaciones previas no configuraban delitos canónicos, la coincidencia de estas advertencias con la posterior denuncia formal crea una fuerte inquietud que podría derivar en mayores pesquisas. El hecho de que las instancias previas no se transformaran en denuncias formalizadas podría despertar inquietudes acerca de la responsabilidad a la hora de actuar ante este tipo de hechos.
La Perspectiva de la Denunciante
Fuentes cercanas a la denunciante contradijeron la versión de Schoenstatt sobre su apoyo. Aseguran que la comunidad no demostró predisposición a esclarecer los hechos en una primera instancia, lo que llevó a la denunciante a presentar la denuncia primero ante el Arzobispado y posteriormente a la justicia ordinaria. Esto pone de relieve las diferentes versiones existentes en torno a los hechos y la necesidad de esperar los resultados de las investigaciones oficiales.
El Camino hacia la Verdad
El caso del Padre Viale pone en relieve la complejidad de abordar las denuncias de abuso sexual, especialmente cuando se involucran menores de edad. La investigación en curso deberá determinar la responsabilidad del sacerdote en los hechos denunciados y el rol de la comunidad en las etapas previas. La transparencia y la colaboración con la justicia son fundamentales para el esclarecimiento de los hechos y para brindar apoyo a las víctimas. Se espera que el proceso legal y canónico lleven a la verdad a la luz.
La investigación judicial y eclesiástica se encuentran en curso, con Schoenstatt afirmando su colaboración en ambos procesos. Se espera que a medida que avance la investigación, se esclarezcan las diferentes versiones y se determine la responsabilidad del Padre Viale. El caso, además, genera un debate sobre las medidas preventivas que se deberían tomar en las instituciones religiosas para prevenir casos de abuso sexual y proteger a los niños.