La Ruta Nacional 11, en la provincia de Santa Fe, ha sido escenario de una tragedia que ha cobrado la vida de cinco personas en dos accidentes separados en un lapso de 24 horas. Lo más impactante es que en uno de los siniestros, un bebé milagrosamente sobrevivió. Estos hechos han puesto en relieve el deplorable estado de la carretera y la urgencia de abordar la problemática de la inseguridad vial.
Doble tragedia en la Ruta 11: cinco fallecidos
El primer accidente ocurrió el martes por la tarde, en el kilómetro 636, a la altura de La Criolla. Tres personas murieron en una colisión frontal entre dos camionetas, un Baic y un Kia. Las víctimas fueron Roberto Américo Druetto, Horacio Raúl Paterno y Malvina Rosa Iris Acuña. Testigos describieron el impacto como violento, y los bomberos necesitaron más de 30 minutos para rescatar los cuerpos de los vehículos.
El informe policial indica que las causas del accidente aún están bajo investigación, aunque se menciona el mal estado de la ruta, con baches y presencia de lluvia al momento del impacto. Si bien se investiga si uno de los conductores perdió el control o sufrió una descompensación, las malas condiciones de la ruta son consideradas como un factor clave.
Segundo accidente: dos adultos fallecidos, bebé con vida
Un segundo accidente ocurrió el miércoles por la mañana, esta vez en el kilómetro 363, cerca de Maciel. En este caso, un automóvil Toyota Etios impactó contra un camión desobstructor. Una madre y su hija, ambas oriundas de Maciel, murieron en el acto, según el reporte policial al que tuvo acceso LA NACION. Sin embargo, el bebé que viajaba con ellas resultó milagrosamente ileso, rescatado por los bomberos y llevado de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) en Rosario.
El tránsito en este tramo de la ruta estuvo interrumpido durante varias horas. El bebé, según fuentes hospitalarias, se encuentra fuera de peligro y bajo la tutela del Estado hasta que se pueda identificar y ubicar a algún familiar.
El estado de la Ruta 11: Un reclamo recurrente
Ambos accidentes ocurrieron en tramos distintos de la Ruta 11, lo cual evidencia un problema sistémico: el precario estado de la carretera. Residentes de las localidades cercanas y autoridades locales vienen reclamando hace años la reparación de esta ruta. El mal estado de la carretera es constantemente señalado como responsable de numerosos accidentes con víctimas fatales.
El presidente comunal de La Criolla, Jorge Fraix, responsabilizó al estado de la ruta por el accidente de este martes. En declaraciones a medios locales, señaló la mala calidad de la carpeta asfáltica como un factor determinante en estos sucesos. Similarmente, en eventos previos se ha denunciado el pésimo estado de la carretera, con tramos intransitables y grandes baches.
Cabe destacar que en octubre pasado, un fallo judicial ordenó a Vialidad Nacional la reparación de un tramo de la Ruta 11, entre Vera y Malabrigo, en respuesta a un amparo judicial del Diputado Provincial Dionisio Scarpin. Esto subraya el constante estado de precariedad de la infraestructura y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
La urgencia de una solución integral
Estos trágicos sucesos resaltan la necesidad urgente de una inversión significativa en la reparación y el mantenimiento de la Ruta Nacional 11. No se trata solo de una cuestión de infraestructura, sino de una problemática de salud pública y seguridad. Mientras la ruta continúa en malas condiciones, la población de la región, al igual que todos los usuarios de esta importante vía de comunicación, siguen expuestos a situaciones de alto riesgo.
Más allá de las reparaciones, es fundamental implementar medidas de prevención que incluyan campañas de concientización sobre la conducción responsable, la señalización adecuada y el estricto control de las condiciones vehiculares para prevenir futuros accidentes. La vida humana debe ser la prioridad.
La tragedia ocurrida en la Ruta 11 exige una acción decisiva de parte de las autoridades nacionales y provinciales. Es hora de dejar de lamentar las consecuencias y abordar de manera efectiva y eficiente las causas que provocan estos accidentes mortales. La inversión en infraestructura y las políticas de seguridad vial no deben ser un tema de debate, sino una prioridad fundamental.