Rosario enfrenta desafíos de seguridad complejos y persistentes. Para abordar esta situación, el Ministerio de Justicia y Seguridad ha implementado una estrategia innovadora: la incorporación de 1100 nuevos cadetes de policía a las calles de la ciudad. Egresados del Isep en diciembre pasado, estos jóvenes oficiales no solo buscan fortalecer la presencia policial, sino también transformar la relación entre la fuerza y la comunidad. ¿Cómo se están preparando estos cadetes para el desafío de mantener la seguridad en una ciudad compleja? ¿Qué impacto se espera que tengan en la vida de los rosarinos?
“La idea es crear un ciclo en el que los ‘caminantes’ adquieran autonomía y capacidad de trabajo de forma gradual, patrullando el centro y macrocentro de la ciudad”, explicó Omar Pereira, Secretario de Seguridad Pública de Santa Fe.
El Desafío de la Seguridad en Rosario
Rosario ha experimentado un aumento en los índices de criminalidad en los últimos años, generando preocupación entre los residentes y comerciantes. La presencia de los nuevos cadetes busca ser un factor de cambio en esta realidad, brindando mayor seguridad y confianza a la población. Datos recientes indican que las zonas patrulladas por los cadetes han mostrado una leve disminución en los delitos menores, aunque aún es pronto para sacar conclusiones definitivas.
Algunos vecinos y comerciantes han expresado su optimismo ante la presencia de los cadetes. “Se los ve comprometidos y con ganas de hacer bien las cosas”, comentó Marta, dueña de un local en el centro de la ciudad. “Esperamos que su presencia disuada a los delincuentes y nos permita trabajar con más tranquilidad”.
La Solución: 1100 Cadetes para Transformar las Calles
Desde el 1 de marzo, 1100 nuevos cadetes de policía se han sumado a la fuerza en Rosario. Esta iniciativa del Ministerio de Justicia y Seguridad busca fortalecer la presencia policial y brindar una formación práctica a los jóvenes oficiales.
El Programa de Adaptación: Aprendizaje en el Territorio
El programa de adaptación ha evolucionado. Antes, los suboficiales rotaban por las comisarías. Ahora, cumplen tareas en el Batallón de Operaciones Urbanas (BOU), lo que les permite adquirir experiencia en los barrios.
Según Omar Pereira, la idea es que los ‘caminantes’ salgan en grupos, acompañados por compañeros experimentados, adquiriendo autonomía gradualmente. A medida que ganan confianza, la idea es que queden solo dos policías por grupo, patrullando el centro y macrocentro.
Además de patrullar, los nuevos policías participan en operativos nocturnos de refuerzo de seguridad en el transporte público y en dispositivos fijos o móviles en zonas comerciales y puntos críticos. Durante la etapa complicada tras el asesinato del playero, los cadetes custodiaban las estaciones de servicio por la noche.
Interactuar con la Comunidad: El Objetivo Principal
Más allá de la presencia policial, el programa busca que los cadetes interactúen con la población, dialogando con la comunidad, entrando a los comercios, saludando y poniéndose a disposición, fomentando la confianza y la colaboración.
Pereira reconoció que Rosario es una ciudad compleja, por lo que los cadetes no son asignados a zonas críticas al principio. Se los ubica en áreas más seguras, en horarios diurnos y asignados a tareas puntuales para protegerlos.
La intención es que Rosario se convierta en el lugar donde los cadetes adquieran experiencia práctica, con una intensidad de trabajo y variedad de metodologías que no están disponibles en otros lugares.
En los primeros días, cumplen turnos de ocho horas, luego guardias de 12 horas por 36 de descanso, adaptándose gradualmente al ritmo policial.
Evaluación Constante y Exigencia de Conducta
A la mitad del período de adaptación, los cadetes son sometidos a una evaluación exhaustiva. Durante los primeros seis meses, están a prueba. Si se detecta alguna cuestión de conducta, se los separa de la policía.
Pereira destacó que, si bien la mayoría supera la evaluación, algunos son dados de baja, lo que demuestra el rigor del proceso.
El secretario también se refirió a las deficiencias detectadas en la formación de la actual promoción, reforzando el último año de formación.
Distribución de los Nuevos Efectivos en la Provincia
Una vez formados, los suboficiales son asignados a las distintas unidades regionales de la provincia. De los 940 cadetes de la promoción 2023, aproximadamente 750 permanecerán en Rosario, dada la emergencia en seguridad.
Pereira explicó que la mayoría de los que estudian en Rosario son de la zona norte de la provincia, permitiendo traslados a agentes con más de 5 años de antigüedad que deseen regresar a su pueblo.
Uniforme Provisto por la Provincia
En esta ocasión, el uniforme será provisto por la provincia, garantizando que todos los agentes cuenten con la vestimenta adecuada para cumplir sus funciones.
Resultados Esperados: Una Rosario Más Segura
Se espera que la presencia de los nuevos cadetes tenga un impacto positivo en la seguridad de Rosario, reduciendo los índices de criminalidad y generando mayor confianza en la población. A medida que los cadetes adquieran experiencia y se integren a la comunidad, se espera que su labor contribuya a construir una ciudad más segura y próspera para todos.
La incorporación de estos nuevos cadetes representa un esfuerzo importante para fortalecer la seguridad en Rosario. El programa de adaptación, la interacción con la comunidad y la provisión de uniformes son elementos clave de esta estrategia.
Invitamos a los lectores a expresar su opinión sobre la presencia de los cadetes y a participar en iniciativas de seguridad ciudadana en sus barrios. Juntos podemos construir una Rosario más segura.
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