En una tarde soleada en los exclusivos jardines del Sofitel La Reserva Cardales, Horacio Rodríguez Larreta y Milagros Maylin sellaron su amor en una ceremonia íntima y emotiva que reunió a 350 invitados del ámbito político y del espectáculo. La boda, que tuvo lugar el sábado, marcó un nuevo capítulo en la vida del exjefe de Gobierno porteño y la funcionaria, quienes habían formalizado su unión civil el miércoles anterior, coincidiendo con el día de la Medalla Milagrosa, una fecha de gran significado religioso para Maylin.
Un festejo con tintes emotivos
La celebración estuvo marcada por momentos de gran emotividad, especialmente durante la entrada de Milagros Maylin al salón. Del brazo de amigos cercanos de su padre, Claudio, fallecido a mediados de año a causa de un cáncer de páncreas, Maylin honró su memoria en un gesto que conmovió a todos los presentes. La ausencia de su padre sin duda marcó la jornada, pero el apoyo de sus seres queridos y la alegría del enlace lograron equilibrar la balanza emocional.
El evento, organizado por la reconocida wedding planner Marisa Monteserin, de la empresa Borderline, se caracterizó por su elegancia y sofisticación. Los detalles fueron cuidados al extremo, desde la decoración floral hasta el menú, que incluyó una bondiola cocida a fuego lento como plato principal y una exquisita creme caramel con salsa toffee de pomelo y helado de dulce de leche para el postre.
Figuras destacadas del ámbito político y del espectáculo
Entre los 350 invitados, se destacaron personalidades del mundo de la política y el espectáculo. Mirtha Legrand y Cris Morena, amiga de la familia y luciendo un diseño dorado de Claudia Arce, fueron algunas de las figuras más relevantes del espectáculo. Del ámbito político, asistieron Elisa Carrió, María Eugenia Vidal, Martín Lousteau y el legislador porteño Emmanuel Ferrario, quien tuvo a su cargo un emotivo discurso durante la ceremonia civil.
La presencia de estas figuras públicas no solo realzó el evento social, sino que también reflejó la amplia red de contactos y la influencia de Rodríguez Larreta en diversos círculos. La lista de invitados incluyó a figuras como Carlos Melconian y su esposa, Mariela; Enrique Sacco; Mercedes Miguel, Ministra de Educación de la Ciudad; Diego Fernández, Secretario de Integración Social y Urbana; Gabriel Sánchez Zinny, Vicejefe de Gabinete porteño; y Leticia Montiel, entre otros.
Un amor que nació entre teléfonos y responsabilidades
La historia de amor entre Rodríguez Larreta y Maylin, según relató la propia novia en una entrevista reciente, comenzó de manera inusual: con largas conversaciones telefónicas. En el ámbito laboral, sus caminos se cruzaban, pero la chispa no había saltado. Fue después del cumpleaños de un amigo en común que comenzaron a hablar por teléfono, y las charlas se hicieron cada vez más frecuentes e intensas. “Me enamoré por teléfono, como cuando tenías 16 años y te llamaban al teléfono fijo”, confesó Maylin.
Este romance floreció en medio de las responsabilidades políticas de Rodríguez Larreta y las exigencias profesionales de Maylin. La pareja supo encontrar un equilibrio entre sus carreras y su vida personal, consolidando un vínculo que ahora se fortalece con el matrimonio. La decisión de posponer la boda, inicialmente prevista para octubre, debido al fallecimiento del padre de Maylin, demostró la solidez de la pareja y su capacidad para afrontar momentos difíciles con entereza y unión.
El futuro político en el horizonte
La boda de Rodríguez Larreta y Maylin no solo es un evento social, sino que también tiene implicaciones políticas. Como figura destacada del PRO y posible candidato presidencial, la imagen de Larreta se ve reforzada por la estabilidad emocional que proyecta su nueva vida familiar. El casamiento, con su mezcla de figuras públicas y momentos emotivos, se convierte en un evento que trasciende lo personal y entra en el terreno de lo político, generando especulaciones y análisis sobre el futuro del referente opositor.
En definitiva, la boda de Rodríguez Larreta y Maylin fue mucho más que una simple celebración. Fue un evento que combinó la intimidad familiar con la presencia de figuras públicas, la alegría del amor con la tristeza por la ausencia de un ser querido, y la proyección personal con la especulación política. Un evento que, sin duda, dará que hablar en las próximas semanas.