Las reservas internacionales de Argentina han experimentado un crecimiento significativo bajo la presidencia de Javier Milei, alcanzando un nuevo máximo en su gestión. Sin embargo, este panorama alentador se ve matizado por una desaceleración en el ritmo de compras de dólares por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en el mercado cambiario mayorista. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento de las reservas y su impacto en la economía nacional a largo plazo.
Un noviembre con récords y desaceleraciones
Durante el mes de noviembre, el BCRA logró acumular un saldo positivo de USD 1.608 millones en sus intervenciones cambiarias, una cifra que inicialmente se consideró un éxito dada la estacionalidad del comercio exterior en esta época del año. No obstante, un análisis más detallado revela una disminución en el ritmo de compras en comparación con los meses anteriores. El monto operado en el mercado mayorista se redujo a la mitad en la última semana de noviembre, y el BCRA solo adquirió USD 11 millones en una jornada marcada por el feriado en Estados Unidos.
Este cambio de tendencia en la magnitud de las compras del BCRA ha sido atribuido por analistas de Portfolio Personal Inversiones al acortamiento de plazos en el pago de importaciones implementado por el Gobierno en octubre. Esta medida, que permitió a los importadores con plazos de hasta 60 días pagar sus obligaciones en 30 días, habría generado una demanda concentrada de dólares que ahora se está normalizando. Se espera que, una vez que este efecto puntual se disipe, el flujo importador y las compras del BCRA recuperen su ritmo habitual.
Reservas en ascenso: ¿hasta cuándo?
A pesar de la desaceleración en las compras, las reservas internacionales brutas de Argentina crecieron en USD 156 millones en noviembre, alcanzando los USD 31.636 millones. Este es el nivel más alto registrado desde junio de 2023 y representa un aumento de USD 10.272 millones (48,4%) desde la asunción de Javier Milei. Este incremento se debe en gran parte a las compras netas ejecutadas por el BCRA en la plaza de contado, que ascienden a USD 20.776 millones desde diciembre de 2023.
Sin embargo, la sostenibilidad de este crecimiento se encuentra en tela de juicio. La consultora Criteria ha señalado que el blanqueo de capitales, que impulsó el aumento de los depósitos en dólares y permitió al BCRA realizar compras significativas, podría ser un factor temporal. Además, la eliminación del Impuesto PAIS, prevista para diciembre de 2024, podría generar presiones inflacionarias y afectar la demanda de dólares.
El impacto del blanqueo y el crédito en dólares
El blanqueo de capitales ha sido un factor clave en el aumento de las reservas. La afluencia de dólares al sistema financiero permitió al BCRA comprar divisas y fortalecer su posición. Sin embargo, este efecto podría ser temporal, ya que el blanqueo tiene una duración limitada. Además, la incertidumbre sobre la continuidad de las políticas económicas actuales podría desalentar la repatriación de capitales en el futuro.
Otro factor que ha contribuido al crecimiento de las reservas es el aumento del crédito en dólares. Este fenómeno, impulsado por las bajas tasas de interés en el exterior y la estabilidad cambiaria, ha generado una mayor demanda de dólares por parte de las empresas. Sin embargo, este crecimiento también podría ser un arma de doble filo, ya que un aumento excesivo del crédito en dólares podría generar vulnerabilidades en el sistema financiero.
Perspectivas económicas y el futuro del cepo cambiario
El economista Salvador Di Stefano ha destacado que el plan económico del gobierno de Milei se centra en mantener el superávit fiscal, reducir la inflación y estabilizar el tipo de cambio. Sin embargo, Di Stefano considera que aún no es momento para levantar el cepo cambiario, ya que las reservas no son suficientes para satisfacer la demanda de dólares por parte de la población. En su lugar, el economista sugiere que es más probable que se eliminen otras restricciones, como el dólar blend y el impuesto país, para fomentar el comercio exterior.
La incertidumbre sobre el futuro del cepo cambiario y las políticas económicas del gobierno de Milei genera diferentes perspectivas entre los analistas. Algunos consideran que la estabilidad actual es frágil y que se necesita un plan más integral para abordar los problemas estructurales de la economía argentina. Otros, en cambio, son más optimistas y creen que las medidas implementadas por el gobierno están sentando las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo. El tiempo dirá cuál de estas visiones se acerca más a la realidad.
Financiamiento del Banco Mundial: una inyección de optimismo
En medio de este panorama complejo, la aprobación de dos nuevos financiamientos por parte del Banco Mundial para Argentina por un total de USD 1.000 millones inyecta una dosis de optimismo. Estos fondos, destinados a programas de apoyo a madres y niños, y a un plan nacional de alfabetización, demuestran la confianza de los organismos internacionales en el potencial del país. Sin embargo, es crucial que estos recursos se utilicen de manera eficiente y transparente para generar un impacto real en el desarrollo humano y la educación.
La directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, Marianne Fay, ha destacado la importancia de estos programas para potenciar el capital humano de las poblaciones más vulnerables. Estos financiamientos no solo representan un apoyo económico, sino también un respaldo político al gobierno de Milei y sus esfuerzos por estabilizar la economía y promover el desarrollo social. Sin embargo, la eficacia de estos programas dependerá de la capacidad del gobierno para implementarlos de manera efectiva y coordinada con otras políticas públicas.