La reforma constitucional en Santa Fe se ha convertido en un campo de batalla político, donde las negociaciones, alianzas y disputas internas delinean un escenario complejo con la reelección del gobernador Maximiliano Pullaro como telón de fondo. La iniciativa, que busca modernizar la Constitución provincial, ha generado un debate intenso, revelando las estrategias de los diferentes actores políticos y sus intereses en juego.
El oficialismo y la búsqueda del consenso
El espacio político de “Unidos para Cambiar Santa Fe”, liderado por el gobernador Pullaro, impulsa la reforma constitucional con el objetivo principal de actualizar la Carta Magna provincial, que data de hace 60 años. Si bien desde el gobierno se niegan a admitir que la reforma busca habilitar la reelección de Pullaro, el hecho de que sea una de las dos provincias (junto con Mendoza) donde el gobernador no puede buscar un segundo mandato, no hace más que alimentar esa especulación. A pesar de esta controversia, Pullaro y su equipo han intensificado las negociaciones con diferentes sectores políticos para lograr los dos tercios necesarios para la aprobación del proyecto, buscando conseguir el apoyo necesario en la Legislatura.
Dentro del oficialismo, se cuenta con el apoyo firme del PRO y la UCR, con la vicegobernadora Gisela Scaglia como figura central de las negociaciones. La estrategia pasa por buscar apoyos en sectores del peronismo, pero la existencia de una fuerte fractura interna en el peronismo se ha constituido en un desafío notable para el pullarismo.
Las divisiones del peronismo
El peronismo santafesino, dividido internamente, presenta dos caras opuestas frente a la reforma. Por un lado, se encuentra el sector liderado por el exgobernador Omar Perotti, quien ha comprometido el apoyo de sus cinco diputados a la iniciativa, a cambio de obtener alguna contrapartida política. Este apoyo es crucial para el oficialismo, ya que les aporta los votos necesarios para llegar a la mayoría especial. El sector peronista liderado por Armando Traferri, en el Senado, presenta una postura más compleja: si bien se comprometieron a no votar en contra, podrían abstenerse o, eventualmente, sumarse en el último tramo de la negociación, lo que muestra las negociaciones subterráneas que se vienen realizando en la legislatura.
Las diferencias entre Perotti y Traferri no se limitan al tema de la reforma constitucional. Ambos disputan el liderazgo del peronismo y buscan posicionarse como el principal interlocutor del gobierno provincial. La postura adoptada frente a la reforma es solo un aspecto de la puja política interna, que ha generado especulaciones sobre posibles alianzas futuras y reconfiguraciones del panorama político de Santa Fe
La irrupción de Amalia Granata y la amenaza libertaria
En este escenario complejo de negociaciones, la diputada Amalia Granata se destaca como una variable inestable. La diputada, con una imagen mediática consolidada, ha mostrado una creciente cercanía a las filas de La Libertad Avanza, lo que ha generado alerta en el oficialismo. Sus denuncias de compra de votos por parte del gobierno para aprobar la reforma no hacen más que agregar incertidumbre al debate.
Granata ha afirmado públicamente que podría ser candidata a la gobernación en tres años, con el apoyo de Javier Milei, lo cual posiciona una potencial amenaza para las aspiraciones de Pullaro. Su postura contra la reforma ha generado fisuras en el oficialismo, obligando a buscar consensos más sólidos. Su abierta oposición a la reforma, motivada por la sospecha de maniobras para beneficiar la reelección de Pullaro, ha puesto sobre la mesa la fragilidad de las negociaciones.
Las consecuencias de la reforma
La aprobación de la reforma constitucional tendrá consecuencias de gran alcance en la vida política de Santa Fe. Si se aprueba la modificación que permite la reelección inmediata, Pullaro estaría en una posición privilegiada para buscar un segundo mandato en 2027. Sin embargo, el costo político de este avance podría ser notable, considerando la polarización política que ya está causando, especialmente con el emergente espacio Libertario, y podría afectar la gobernabilidad de cara al futuro.
Por otro lado, el rechazo de la reforma podría generar una crisis política interna en el oficialismo y entre los sectores que apoyaban la iniciativa con la condición de que no buscara la reelección del gobernador. Independientemente del resultado, el debate en torno a la reforma ha puesto de manifiesto la complejidad del escenario político santafesino, y ha marcado un antes y un después en la configuración del espacio político y electoral provincial.
La imagen representa a los principales actores políticos involucrados en el debate de la reforma constitucional.
Esta imagen representa una manifestación a favor de la reforma constitucional, resaltando el apoyo popular al proyecto.
La imagen representa una manifestación en contra de la reforma constitucional.
Imagen de la Legislatura de Santa Fe durante el debate de la reforma constitucional.