El empresario frigorífico Alicio Dagatti, presidente del Club Estudiantes de Río Cuarto, y un guardiacárcel fueron detenidos en el marco de una investigación por contrabando de drogas, alcohol y celulares en la cárcel de Bouwer, Córdoba. El caso ha generado conmoción en la provincia, no solo por la gravedad de los delitos imputados, sino también por la destacada posición social y económica de Dagatti en la comunidad riocuartense.
La Caída de un Empresario Influyente
Alicio Dagatti, un nombre reconocido en Río Cuarto por su liderazgo en el ámbito empresarial y deportivo, se encuentra ahora en el centro de un escándalo judicial que podría tener consecuencias devastadoras para su reputación y su futuro. Dueño del frigorífico Livorno, accionista del diario Puntal, propietario de un canal de televisión y de un barrio privado, Dagatti gozaba de una posición de privilegio en la sociedad local. Su detención, ordenada por el fiscal Enrique Gavier, ha sacudido los cimientos de la comunidad, dejando al descubierto una trama de corrupción que se extendía hasta las entrañas del sistema penitenciario.
Las acusaciones contra Dagatti son graves: asociación ilícita para el ingreso de sustancias prohibidas a la cárcel de Bouwer. La investigación, que comenzó hace un año tras la detección de un camión cargado con medias reses que ocultaban celulares, drogas y alcohol, apunta a Dagatti como el presunto cabecilla de una red de contrabando que operaba desde su frigorífico. Junto a él, fueron detenidos su hijo, Alicio Ignacio Dagatti, un empleado del frigorífico, el transportista que conducía el camión y, más recientemente, el subadjutor penitenciario Ramón Alexis Farías, quien presuntamente facilitaba el ingreso de la mercadería ilegal al penal.
Un entramado de corrupción que llega hasta el Servicio Penitenciario
La detención del guardiacárcel Farías ha añadido una nueva capa de complejidad al caso, confirmando la existencia de una red de complicidades dentro del Servicio Penitenciario de Córdoba. Según la investigación, Farías se encargaba de coordinar el ingreso del contrabando junto con las entregas de carne provenientes del frigorífico Livorno. Este descubrimiento ha puesto en alerta a las autoridades, quienes sospechan que la red podría extenderse a otros establecimientos penitenciarios de la provincia. El fiscal Gavier se encuentra actualmente investigando esta posibilidad, lo que podría derivar en nuevas detenciones en los próximos días.
El modus operandi de la banda, según las primeras pesquisas, consistía en ocultar los objetos prohibidos entre las medias reses que el frigorífico Livorno entregaba regularmente a la cárcel de Bouwer. De esta manera, los delincuentes se aprovechaban de la rutina de los controles para burlar la seguridad del penal.
El Silencio de Dagatti y las Dificultades de la Defensa
Hasta el momento, Alicio Dagatti y su hijo se han negado a declarar ante el fiscal Gavier, amparándose en su derecho a guardar silencio. Su abogado defensor, Martín Pueyrredón, ha denunciado la falta de acceso a las pruebas y ha criticado el hermetismo con el que se está llevando a cabo la investigación. Pueyrredón argumenta que no ha podido acceder al expediente completo ni a las evidencias que sustentan las acusaciones contra sus clientes, lo que dificulta la preparación de una defensa adecuada.
En declaraciones a la prensa, Pueyrredón expresó su preocupación por la situación de sus defendidos y cuestionó la decisión del juez José Milton Peralta de rechazar el pedido de libertad. “Seguimos igual que desde el primer momento de la detención, sin saber nada”, afirmó el letrado. La falta de información y la imposibilidad de acceder a las pruebas han generado un clima de incertidumbre en torno al caso, alimentando las especulaciones y los rumores en Río Cuarto.
Impacto en la Comunidad y Perspectivas Futuras
La detención de Dagatti ha generado un profundo impacto en la sociedad riocuartense, donde el empresario era una figura destacada. El caso ha puesto en evidencia la fragilidad de las instituciones y la penetración del narcotráfico en diversos ámbitos de la vida social. Además, ha abierto un debate sobre la responsabilidad social de las empresas y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control para prevenir la corrupción.
El futuro judicial de Dagatti y los demás implicados es incierto. Con la feria judicial de enero en el horizonte, el proceso se verá retrasado, sin novedades en la causa por al menos un mes. El fiscal Gavier deberá decidir si solicita la prisión preventiva de los acusados, mientras que la defensa buscará acceder a las pruebas y desmontar las acusaciones. El caso Dagatti promete ser uno de los más resonantes del año en Córdoba, con implicancias que podrían trascender el ámbito judicial y afectar el mapa político y económico de la provincia.