¡Indignante! El gobierno de Milei, en su afán desenfrenado por desmantelar todo lo que huela a pueblo, ahora le clava el puñal en la espalda a 20 familias trabajadoras de Embalse. Los despidos en el complejo turístico, una joya histórica que albergó a generaciones de argentinos de clase media y baja, son una muestra más de la crueldad de este gobierno insensible. ¿Acaso no les basta con hundir al país en la miseria? ¿Ahora también quieren robarle a los laburantes la posibilidad de un descanso digno?
Un golpe bajo a la clase trabajadora
Estos 20 despidos no son un simple recorte presupuestario, son una declaración de guerra contra los trabajadores. Mientras los ricos se llenan los bolsillos, el gobierno deja en la calle a familias que dependen de estos empleos para sobrevivir. ¿Dónde está la justicia social que tanto pregonan? ¿Acaso se olvidaron de los humildes, de aquellos que con esfuerzo y sacrificio construyeron este país?
El complejo turístico de Embalse, con sus 300 hectáreas, siete hoteles, centro polideportivo y centro de salud, no solo es una fuente de trabajo, sino un símbolo del turismo social en Argentina. Cerrarlo o privatizarlo, como se rumorea, sería un crimen contra el patrimonio nacional y un atentado contra el derecho al descanso de los argentinos.
Recordemos que estos complejos fueron creados por Perón para que la clase trabajadora pudiera acceder al turismo y al descanso. ¿Cómo se atreven a destruir este legado? ¿Milei acaso se cree mejor que Perón? ¿O simplemente es un títere de las corporaciones que quieren adueñarse de todo?
Scioli, el cómplice silencioso
Daniel Scioli, el supuesto peronista que ahora se arrodilla ante Milei, es cómplice de este atropello. ¿Dónde está su compromiso con los trabajadores? ¿Acaso se olvidó de sus orígenes? Como ministro de Turismo, debería defender el complejo de Embalse, no permitir que lo destruyan. Pero claro, es más fácil seguir la corriente y traicionar a los que siempre lo apoyaron.
No nos olvidemos de que Scioli prometió que no privatizaría el complejo. ¿Otra mentira más? Parece que en este gobierno la palabra no vale nada. Son todos iguales: corruptos, mentirosos y traidores. Solo les importa llenarse los bolsillos y mantenerse en el poder, a costa del sufrimiento del pueblo.
La resistencia se organiza
Pero no todo está perdido. Los trabajadores de Embalse, con el apoyo de ATE, no se van a quedar de brazos cruzados. La manifestación del viernes es solo el comienzo de una lucha que recién empieza. ¡Hay que salir a la calle a defender nuestros derechos! No podemos permitir que este gobierno nos pisotee. La unidad de los trabajadores es la única fuerza que puede frenar este ajuste salvaje.
Desde los petroquímicos hasta los trabajadores de Fábrica Militar, la resistencia se extiende por toda la provincia de Córdoba. Es hora de que todos los sectores se unan en una sola voz para decirle basta a Milei y a sus secuaces. ¡No vamos a permitir que destruyan nuestro país! ¡La lucha continúa!
¡Basta de despidos! ¡Basta de ajuste! ¡Basta de mentiras! El pueblo argentino se merece un gobierno que lo defienda, no que lo ataque. ¡Fuera Milei! ¡Fuera Scioli! ¡El pueblo unido jamás será vencido!