¿Qué secretos esconde el beso más famoso de París? Detrás de la icónica fotografía de Robert Doisneau, ‘El Beso del Ayuntamiento’, yace una historia de amor, controversia y una pregunta que sigue resonando: ¿es real la espontaneidad en el arte? Descubramos los secretos de esta imagen que ha cautivado al mundo, una imagen que desafía nuestras percepciones sobre la autenticidad.
¿Realidad o ficción? El debate tras el beso
Durante décadas, ‘El Beso del Ayuntamiento’ personificó el romance espontáneo capturado en un instante perfecto. Sin embargo, esta percepción cambió radicalmente cuando se reveló que la fotografía fue, en realidad, una recreación. ¿Cómo afectó esta revelación a la valoración de la obra de Doisneau? ¿Cambió nuestra forma de ver la fotografía documental?
Robert Doisneau: El arquitecto de instantes
Robert Doisneau, nacido en 1912, fue más que un fotógrafo; fue un narrador de la vida parisina. Su formación como grabador y tipógrafo le proporcionó una sensibilidad única hacia la imagen, pero fue la fotografía la que encendió su pasión. Capturó la esencia de París, desde sus calles hasta sus figuras más emblemáticas. ‘No tomo fotos de la vida como es, sino de cómo me gustaría que fuera la vida’, afirmó.
Trabajando junto a gigantes como Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, Doisneau se dedicó a inmortalizar el renacer de París tras la guerra. Su enfoque era simple: encontrar un lugar inspirador y esperar el momento perfecto. Retrató a personalidades como Sartre, Giacometti, Camus y Picasso, capturando su esencia en instantes irrepetibles. Durante treinta años, su Rolleiflex fue su compañera, permitiéndole crear una atmósfera de cercanía y confianza con sus modelos.
“Nunca me hubiera atrevido a fotografiar a gente de esa forma, enamorados que se besuquean por la calle… Esas fotos, casi siempre, raramente son parejas reales” – Robert Doisneau
El encargo de Life: El amor en las calles, un encargo que hizo historia
En 1950, la revista Life encomendó a Doisneau un reportaje sobre el amor en París, buscando mostrar la revitalización de Europa tras la guerra. Así nació ‘El Beso del Ayuntamiento’, una imagen de una pareja besándose frente al Hotel de Ville. Publicada en junio de 1950, la fotografía capturó la atención del mundo, convirtiéndose en un símbolo del amor parisino.
La imagen mostraba a una pareja frente al café Villars, besándose con pasión, mientras la vida cotidiana seguía su curso. La foto transmitía la naturalidad con la que los parisinos recuperaban la ternura y el afecto. Pero, ¿era realmente un momento espontáneo?
El Juicio: La verdad al desnudo
La controversia estalló cuando Doisneau admitió que ‘El Beso del Ayuntamiento’ no fue un instante robado a la realidad, sino una puesta en escena. Varias parejas se autoproclamaron protagonistas, exigiendo compensación económica. Jean Louise Lavergne y su esposa Denise llevaron su reclamo a los tribunales, buscando 100.000 dólares por el uso de su imagen.
Para defender su reputación, Doisneau reveló la verdad ante el juez: la fotografía fue recreada con la ayuda de dos estudiantes de Arte Dramático, a quienes había encontrado besándose cerca de la escuela. Les propuso posar frente al café Villars, simulando un beso apasionado. El fotógrafo presentó otras fotos de la misma pareja, tomadas en diferentes lugares de París.
Doisneau ganó el juicio, pero la revelación afectó la percepción de su obra. ¿Devaluó la verdad la magia de la fotografía?
Cronología de un beso controvertido:
- 1950: Encargo de la revista Life a Robert Doisneau.
- Junio de 1950: Publicación de ‘El Beso del Ayuntamiento’.
- Década de 1980: La fotografía se convierte en un éxito de ventas como póster y postal.
- 1983: Doisneau confiesa que la foto fue posada.
- Juicio: Jean Louise Lavergne demanda a Doisneau.
- Doisneau revela la identidad de François Bornet y Jacques Carteaud como la pareja de la foto.
- 1 de abril de 1994: Fallecimiento de Robert Doisneau.
- 25 de diciembre de 2023: Fallecimiento de François Bornet.
François Bornet: La musa revela su identidad
En medio del torbellino mediático, François Bornet, la verdadera protagonista de ‘El Beso’, salió a la luz. Junto a su entonces novio, Jacques Carteaud, ambos estudiantes de arte dramático, aceptaron posar para Doisneau. ‘No me importaba permanecer en la sombra, pero me irritó la desvergüenza de los Lavergne’, declaró Bornet. La justicia francesa rechazó la demanda de los Lavergne, confirmando la identidad de Bornet y Carteaud como la pareja original.
Legado de un beso: Entre el arte y la autenticidad
La controversia marcó la vida de Doisneau, afectando su salud y sumiéndolo en tristeza. Falleció el 1 de abril de 1994, dejando un legado agridulce. ‘El Beso del Ayuntamiento’, calificada por algunos como ‘fake’, plantea preguntas sobre el valor del proceso creativo en la fotografía. ¿Es menos valiosa una imagen construida que una capturada espontáneamente? ¿Dónde reside el arte: en la realidad o en la visión del artista?
A pesar de la polémica, ‘El Beso del Ayuntamiento’ trasciende juicios y debates. Es un retrato de un instante capturado con maestría, un símbolo eterno del amor en París. François Bornet falleció el 25 de diciembre de 2023. En 2005, vendió la copia autografiada de la fotografía por casi 200.000 euros.
La fantástica imagen de “El Beso” ha trascendido juicios, estrados, abogados, analistas del arte, estudiosos de la imagen, terraplanistas, investigadores de la fotografía y otras yerbas. Es el retrato de un pedacito de historia capturado por un tipo que “gatilló” en el momento exacto. Y ese instante, ese escenario, esos enamorados y ese beso, son eternos.
Hoy, ‘El Beso del Ayuntamiento’ sigue siendo una de las fotografías más emblemáticas del siglo XX. Más allá de la controversia, la imagen captura la esencia del amor parisino e invita a reflexionar sobre el valor del arte y la fotografía en la sociedad. ¿Qué opinas tú? ¿Crees que la autenticidad es esencial en la fotografía, o el arte reside en la emoción que transmite, independientemente de su origen?