¿Sabías que el 98% de los dispositivos móviles en Latinoamérica funcionan con sistemas operativos extranjeros? Esta alarmante cifra nos invita a reflexionar: ¿quién controla la tecnología, controla nuestro futuro? La dependencia tecnológica no es solo una cuestión económica, sino también de soberanía y libertad.
Este artículo busca desafiar la creencia común de que la dependencia tecnológica de inversiones extranjeras es la única vía posible para el desarrollo. Argumentaremos que la independencia tecnológica construida desde el Estado, en colaboración con empresas estatales y PyMEs nacionales, es un modelo viable y necesario para un futuro soberano y con justicia social. Te invitamos a sumarte a este debate, a cuestionar lo que parece inevitable y a construir juntos un futuro mejor.
¿Por Qué la Soberanía Tecnológica es Nuestra Última Batalla por la Libertad?
La soberanía tecnológica se define como la capacidad de un país para diseñar, desarrollar, producir y controlar las tecnologías necesarias para su desarrollo y seguridad. No se trata de aislarse del mundo, sino de fortalecer las capacidades internas para negociar en igualdad de condiciones y elegir qué tecnologías importar y cuáles desarrollar internamente.
- Diseñar tecnologías propias adaptadas a nuestras necesidades.
- Producir localmente para generar empleo y conocimiento.
- Controlar la tecnología para proteger nuestra seguridad y privacidad.
- Reducir la vulnerabilidad ante decisiones externas.
El Espejismo del Desarrollo Dependiente: ¿A Qué Costo?
Durante décadas, hemos escuchado el mismo discurso: para crecer, para modernizarnos, necesitamos atraer inversiones extranjeras. Pero, ¿a qué costo? ¿Qué tipo de desarrollo estamos construyendo cuando dependemos de decisiones que se toman en otros países y cuando nuestros científicos e ingenieros se convierten en meros operadores de tecnologías ajenas?
La realidad nos muestra que este modelo de desarrollo dependiente tiene sus límites. Las inversiones extranjeras suelen concentrarse en sectores específicos, dejando de lado áreas estratégicas para nuestro desarrollo como la salud, la educación o la defensa. Además, la tecnología que importamos suele estar diseñada para resolver problemas de otros países, no los nuestros. Y lo más grave: la dependencia tecnológica nos hace vulnerables a las decisiones políticas y económicas de otros gobiernos, limitando nuestra capacidad de tomar decisiones soberanas.
Amílcar Herrera lo advirtió ya en 1970: la radicación de industrias extranjeras no garantiza el desarrollo tecnológico de un país, sino que puede aumentar su dependencia. Porque la investigación y el desarrollo se realizan en los centros de actividad de las empresas matrices, dejando a las filiales locales un rol secundario, de meros aplicadores de tecnologías ajenas.
La instalación de industrias de bienes de consumo para sustituir importaciones, y cuya actualización tecnológica depende de laboratorios radicados en el exterior, no hace más que aumentar la dependencia tecnológica del país receptor.
Ejemplos Concretos: Países que Apuestan por la Soberanía Tecnológica
Varios países han demostrado que la soberanía tecnológica es posible y beneficiosa. Algunos ejemplos notables incluyen:
- **China:** Ha invertido masivamente en tecnología y ahora es líder en áreas como 5G, inteligencia artificial y energías renovables.
- **Corea del Sur:** Su apuesta por la innovación tecnológica la ha convertido en una potencia en la industria electrónica y automotriz.
- **Israel:** Es un referente en ciberseguridad y tecnología militar gracias a su inversión en investigación y desarrollo.
Construir Nuestra Propia Tecnología: Un Modelo Viable
La clave está en construir un sistema nacional de ciencia y tecnología que articule el Estado, las universidades, las empresas estatales (como YPF) y las PyMEs nacionales. Un sistema que priorice la investigación y el desarrollo de tecnologías estratégicas para nuestro país, que fomente la transferencia de conocimientos entre los distintos actores y que garantice el acceso a la tecnología para todos los ciudadanos.
¿Cómo podemos lograrlo? Aquí hay algunas ideas:
- Aumentar la inversión en ciencia y tecnología, destinando un porcentaje significativo del PBI a investigación y desarrollo.
- Crear incentivos para que las empresas inviertan en innovación y desarrollen tecnologías propias.
- Fortalecer las universidades y los centros de investigación, promoviendo la colaboración entre el sector público y el privado.
- Facilitar el acceso a financiamiento para emprendedores y PyMEs que desarrollen soluciones tecnológicas innovadoras.
- Promover la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) desde temprana edad.
Riesgos de la Dependencia Tecnológica: Un Futuro Distópico
Imaginemos un futuro donde la mayoría de los datos personales y la infraestructura crítica de nuestro país están controlados por empresas extranjeras. ¿Qué pasaría si estas empresas deciden cambiar sus políticas, aumentar sus precios o, peor aún, utilizar nuestros datos en contra nuestra?
La dependencia tecnológica nos expone a riesgos como:
- Vigilancia masiva y pérdida de privacidad.
- Manipulación de la información y desinformación.
- Sabotaje de la infraestructura crítica.
- Pérdida de empleos y fuga de talentos.
- Limitación de nuestra capacidad para tomar decisiones soberanas.
Soberanía Tecnológica: Un Camino Hacia un Futuro Mejor
La soberanía tecnológica no es solo un objetivo económico, sino también social, cultural y político. Nos permite construir un futuro donde la tecnología esté al servicio de las personas, no al revés. Un futuro donde todos los ciudadanos tengan acceso a la salud, la educación, el trabajo y la vivienda.
Historias de éxito de emprendedores y científicos locales demuestran que tenemos el talento y la capacidad para crear soluciones innovadoras. Necesitamos apoyarlos, darles visibilidad y crear un ecosistema que fomente la innovación y el desarrollo tecnológico.
Un Llamado a la Acción: Construyamos Juntos un Futuro Tecnológico Soberano
Te invito a sumarte a esta militancia por la soberanía tecnológica. A informarte, a debatir, a proponer ideas y a exigir a nuestros gobernantes que prioricen la soberanía tecnológica en sus políticas públicas. Porque el futuro de nuestro país está en juego y depende de nosotros construirlo.
¿Qué puedes hacer tú?
- Infórmate sobre la importancia de la soberanía tecnológica y comparte esta información con tus amigos y familiares.
- Debate sobre este tema en tus redes sociales y en tu comunidad.
- Apoya a emprendedores y PyMEs que desarrollen soluciones tecnológicas innovadoras.
- Exige a tus representantes políticos que prioricen la soberanía tecnológica en sus políticas públicas.
- Únete a comunidades online y participa en eventos relacionados con la soberanía tecnológica.