El proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el gobierno argentino ha generado un amplio debate, especialmente en lo que respecta al paquete previsional. Este paquete, que incluye modificaciones a la fórmula de movilidad jubilatoria y la eliminación de la movilidad de las asignaciones familiares, ha sido duramente criticado por organizaciones sociales y especialistas, quienes advierten sobre sus consecuencias negativas para los sectores más vulnerables de la población.
Congelamiento de las Jubilaciones: Un golpe a la capacidad adquisitiva
Uno de los puntos más controversiales del proyecto es la ratificación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 274/2024, que establece la fórmula de movilidad jubilatoria basada únicamente en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Esta decisión implica un congelamiento de facto de las jubilaciones en términos reales, ya que el ajuste se limita a compensar la inflación y no considera otros factores como el crecimiento económico o el aumento de los salarios.
Según estudios del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), si se hubiera aplicado la fórmula modificada por Milei mediante decreto desde su implementación, los jubilados hubieran recibido un 21% más en sus haberes. Esta diferencia se vuelve significativa teniendo en cuenta la situación económica del país y el poder adquisitivo fuertemente deteriorado de los jubilados. La aplicación de esta fórmula en el largo plazo implica una trayectoria similar a la de la década de 1990: las jubilaciones no pierden valor pero tampoco ganan poder adquisitivo.
El Bono Congelado: Un paliativo insuficiente y a la baja
El presupuesto también incluye un programa de “Complementos a las Prestaciones Previsionales”, con un bono para jubilaciones mínimas y cercanas al mínimo. Sin embargo, CEPA señala una reducción en términos reales del 99,9% de este programa. El Secretario de Hacienda, Carlos Guberman, ha justificado la fijación del bono en $70.000 para todo el 2025, afirmando que esta discrecionalidad le da “flexibilidad”. El titular de la ANSES, Mariano de los Heros, ha confirmado esta postura, sugiriendo incluso la posibilidad de una reducción del bono si las proyecciones de recaudación no se cumplen.
Esta decisión genera una gran incertidumbre para los jubilados, quienes dependen del bono para complementar sus ingresos mínimos. La falta de una actualización del bono en función de la inflación implica una pérdida progresiva del poder adquisitivo, afectando la calidad de vida de una población sumamente vulnerable.
Eliminación de la Movilidad de Asignaciones: Un golpe a las familias
El artículo 68 del proyecto de presupuesto prevé la derogación de la movilidad de las asignaciones familiares. Actualmente, estas asignaciones se ajustan mediante la misma fórmula de movilidad jubilatoria. Al eliminar esta movilidad, el gobierno obtendrá mayor control sobre las asignaciones, lo que significa que el ajuste se hará de forma discrecional, dependiendo de las proyecciones de ingresos.
Esta eliminación impactará en las asignaciones por hijo, por hijo con discapacidad, prenatal, ayuda escolar anual, por nacimiento, por adopción, por matrimonio, la Asignación Universal por Hijo (AUH), y otros beneficios. La falta de movilidad dejará desprotegidas a las familias ante los vaivenes de la inflación, lo cual tendrá efectos devastadores para el sustento económico de los hogares argentinos.
El impacto en la litigiosidad
La decisión de establecer la movilidad por ley y no por decreto tiene una razón fundamental: busca disminuir la litigiosidad. El cambio de la movilidad por decreto y el veto a la ley del congreso originaron una avalancha de demandas judiciales contra el estado. Con la aprobación del presupuesto, se intenta prevenir estas demandas, pero a un alto costo, como es la congelación de las jubilaciones
En definitiva, el proyecto de presupuesto 2025, en lo que se refiere al sistema previsional, se traduce en un ajuste para las familias y los jubilados que les quitará la poca estabilidad económica que aún poseen. Lo positivo es que evita una mayor litigiosidad contra el estado, pero el costo es demasiado alto para quienes perciben las jubilaciones mínimas y las asignaciones familiares.
La necesidad de una urgente reconsideración
Las medidas propuestas en el proyecto de Presupuesto 2025 en materia previsional generan una seria preocupación. El congelamiento de las jubilaciones y la eliminación de la movilidad de las asignaciones tendrán un impacto negativo directo sobre la calidad de vida de millones de argentinos. Se hace necesario un análisis profundo y una reconsideración urgente de estas políticas para garantizar la protección de los sectores más vulnerables.
La falta de mecanismos de ajuste automáticos introduce una alta incertidumbre y arbitrariedad en el sistema, haciendo aún más precaria la situación de aquellos que dependen de las jubilaciones y asignaciones para su subsistencia. La sociedad civil, los economistas, y las organizaciones sociales deben mantenerse vigilantes y exigir un sistema previsional más justo y equitativo.