La sesión de la Cámara de Diputados convocada para este martes con el objetivo de modificar la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y rechazar el DNU 846 que habilita al Ministro de Economía a renegociar deuda en dólares sin pasar por el Congreso, fue abruptamente suspendida por falta de quórum. Este evento revela la complejidad del escenario político argentino y las intrincadas negociaciones que se están desarrollando entre el gobierno de Javier Milei y los diferentes actores políticos.
El rol de los gobernadores: una pieza clave en el rompecabezas
El gobierno de Milei ejerció una presión considerable sobre los gobernadores provinciales, utilizando la negociación del Presupuesto 2025 como herramienta principal. La fecha límite para la aprobación del presupuesto en Diputados es el 20 de noviembre, creando una situación de tensión y urgencia.
Para los gobernadores, la aprobación del presupuesto es crucial, ya que garantiza el financiamiento para las provincias. Por lo tanto, la presión del gobierno para aprobar el presupuesto los coloca en una posición difícil; deben decidir si priorizan sus propios intereses provinciales o apoyan a la oposición en sus intentos por limitar el poder del ejecutivo.
La fractura en Unión por la Patria: nueve ausencias que marcan un quiebre
La presión del ejecutivo y las negociaciones del presupuesto se hicieron sentir especialmente en las filas de Unión por la Patria (UxP). Al menos nueve diputados de UxP faltaron a la sesión, impidiendo el quórum necesario. Estas ausencias no fueron casuales; se atribuyen a presiones ejercidas por los gobernadores, quienes buscaron asegurar el financiamiento provincial a través del presupuesto.
Entre los diputados ausentes se encontraban legisladores de provincias como Catamarca, Neuquén, Santiago del Estero y Mendoza, representando una amplia geografía política. La presencia de legisladores pertenecientes a distintas provincias y facciones del peronismo destaca que las negociaciones del gobierno de Milei trascendieron las líneas partidarias tradicionales.
Las consecuencias de una sesión fallida: repercusiones en el panorama político
La suspensión de la sesión provocó reacciones encontradas. Si bien el gobierno celebra su maniobra política, la oposición lamenta la imposibilidad de discutir y votar sobre el DNU que permite la renegociación de deuda en dólares sin control del congreso y la reforma a la ley que regula los DNU.
La falta de quórum en Diputados generó un debate político sobre la gobernabilidad del país. Los críticos denuncian un claro abuso del poder ejecutivo, lo que limita la capacidad de la oposición de controlar el gobierno de Milei. Mientras tanto, los defensores del gobierno defienden la aprobación del presupuesto como una condición necesaria para llevar adelante las políticas públicas y asegurar la estabilidad económica del país. Estas discrepancias señalan una marcada polarización política, lo cual se ve agravado por la posición de los gobernadores, que buscan asegurar el financiamiento provincial mediante negociaciones individualizadas.
Las estrategias de los distintos bloques políticos
La oposición, formada por una alianza de diferentes bloques, incluyendo Unión por la Patria, Encuentro Federal, y algunos sectores radicales, buscaba reformar la ley de DNU para evitar que el gobierno de Milei recurra a los decretos como forma de gobernar. Reclaman la transparencia y control legislativo sobre decisiones cruciales, como la renegociación de la deuda externa.
El bloque de Unión por la Patria emitió un comunicado justificando la suspensión de la sesión, mientras que el bloque de Encuentro Federal (de Pichetto) fue más explícito, mencionando su acuerdo con el Poder Ejecutivo para postergar la sesión debido a las negociaciones del presupuesto. Por su parte, las declaraciones de miembros del Frente de Izquierda muestran un claro posicionamiento crítico sobre el rol de los diputados que no participaron en la sesión.
El futuro inmediato: negociaciones por el presupuesto y el riesgo de un segundo año sin presupuesto
La fecha de la próxima sesión de la Cámara de Diputados aún no está confirmada, pero las negociaciones por el presupuesto continúan. Es probable que la oposición y el gobierno acuerden una nueva fecha de sesión, sin embargo, el fracaso de esta sesión no augura una fácil aprobación del presupuesto 2025.
Si el presupuesto no es aprobado antes de fin de año, el presidente podría prorrogar por segunda vez consecutiva el presupuesto de 2023, lo cual le daría más margen de acción al ejecutivo sin el control del congreso. Esta posibilidad preocupa a la oposición, ya que implica la falta de transparencia y debate en las decisiones sobre el gasto público. Las negociaciones alrededor del presupuesto 2025 son, entonces, cruciales, marcando un momento clave para el gobierno y el futuro del país.
¿un nuevo modelo de relaciones políticas?
La suspensión de la sesión en la Cámara de Diputados marca un punto de inflexión en el escenario político argentino. Las negociaciones entre el gobierno y los gobernadores provinciales han desplazado a los partidos tradicionales y cuestionan los sistemas de alianzas establecidas. Si bien este caso expone el poder de influencia de las provincias en las negociaciones, a la vez crea un antecedente importante sobre el rol que se espera de la oposición.
La fragmentación de Unión por la Patria y la presión ejercida por el gobierno sobre los gobernadores no sólo revela la falta de acuerdos programáticos entre los partidos opositores sino también plantea interrogantes sobre el futuro del sistema político. Es claro que el juego político se ha tornado aún más complejo y que el debate sobre el uso del poder ejecutivo por parte del gobierno de Milei estará presente durante toda la legislatura.