¿Puede una fiesta tradicional convertirse en un cementerio? La Fiesta Nacional del Potrillo, un símbolo de nuestra identidad, ha sido profanada por un acto de violencia imperdonable. Marcos Ezequiel Pérez, un joven de 18 años, ex menor homicida, fue asesinado a puñaladas en el predio ‘Víctor Abel Giménez’. Su historia, marcada por la tragedia y la reincidencia, nos obliga a preguntarnos: ¿Estamos fallando como sociedad? ¿Es posible la reinserción o estamos condenados a repetir estos horrores?
Potrillo Sangriento: ¿Quién Paga la Culpa?
En 2021, Marcos Ezequiel Pérez, con tan solo 14 años, arrebató la vida de Tomás Beresiarte en Coronel Vidal. La justicia, amparada en la Ley 22.278, lo declaró no punible debido a su minoría de edad, devolviéndolo a las calles. Hoy, la vida de Pérez se extingue violentamente, cerrando un círculo de victimario a víctima en una espiral trágica. ¿Es esta la justicia que merecemos?
Durante la 47ª edición de la Fiesta Nacional del Potrillo, una riña desencadenó el ataque fatal. Un joven de 21 años fue detenido como principal sospechoso, mientras que un espectador herido fue trasladado al HIGA. La imagen de la policía escoltando al acusado entre una multitud sedienta de venganza es un crudo reflejo del clamor popular por una justicia esquiva.
El fiscal Ramiro Anchou ha ordenado el traslado del detenido a la Unidad Penitenciaria de Batán para tomar su declaración. Mientras tanto, Coronel Vidal se debate entre el dolor, la rabia y la exigencia de soluciones que prevengan la repetición de estos actos.
Justicia Juvenil: ¿Protección o Impunidad?
El caso de Marcos Ezequiel Pérez revive el eterno debate sobre la eficacia del sistema de justicia juvenil. Si bien la no punibilidad busca proteger y rehabilitar, también genera legítimas dudas sobre la protección de la sociedad y el derecho a la justicia de las víctimas. ¿Dónde está el equilibrio?
La Ley 22.278 establece la no punibilidad para menores de 16 años. Entre los 16 y 18 años, la punibilidad es relativa, dependiendo del delito y la evaluación de un equipo interdisciplinario. En el caso de Pérez, su declaración de no punibilidad tras el homicidio de Beresiarte y su breve estadía en un instituto de menores desataron la polémica. ¿Fue una decisión acertada? ¿Se le brindó el apoyo necesario? ¿Qué mensaje enviamos a la sociedad?
“Sentimos miedo. Miedo de que esto vuelva a pasar. Queremos justicia, pero también queremos que nuestros jóvenes tengan oportunidades”, declaró una vecina de Coronel Vidal, reflejando el sentir de una comunidad traumatizada.
La Deuda del Estado: Reinserción o Abandono
La reinserción no es solo tarea del sistema judicial, sino del Estado y la sociedad en su conjunto. Es imperativo implementar políticas públicas que garanticen educación, empleo, salud mental y prevención de adicciones. Sin estas herramientas, el futuro de estos jóvenes está sellado.
- Apoyo psicológico y contención emocional.
- Capacitación laboral y oportunidades de empleo.
- Actividades culturales y deportivas.
- Seguimiento personalizado y acompañamiento familiar.
- Espacios de diálogo y participación comunitaria.
En Coronel Vidal, la falta de recursos y oportunidades obstaculiza la reinserción. La estigmatización, el desempleo y la falta de contención son una sentencia para muchos jóvenes. Es hora de invertir en programas específicos que aborden estas problemáticas de raíz.
¿Hay Luz al Final del Túnel?
La muerte de Marcos Ezequiel Pérez es un espejo que nos devuelve una imagen perturbadora de nuestra sociedad. ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a nuestros jóvenes? ¿Garantizamos el acceso a la justicia? ¿Promovemos una cultura de paz?
La Fiesta Nacional del Potrillo, convertida en escenario de muerte, debe ser un punto de inflexión. Transformemos la indignación en acción. Exijamos respuestas, propongamos soluciones y construyamos juntos una sociedad más justa, segura y solidaria. No permitamos que la historia de Marcos Ezequiel Pérez se repita.
La memoria de Tomás Beresiarte, víctima de un sistema que no supo protegerlo, nos impulsa a redoblar los esfuerzos. Es hora de romper el ciclo de violencia y construir un futuro donde la vida sea sagrada y la justicia, una realidad para todos.
¿Te indigna esta historia? Firma esta petición para exigir una reforma integral del sistema de justicia juvenil y políticas públicas que promuevan la reinserción social. Juntos podemos hacer la diferencia.