Una polémica sacude al ámbito político argentino: el Gobierno, a través de su vocero Manuel Adorni y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, acusa a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa) de operar un boliche clandestino en un edificio cedido por el Estado. La UNMa niega rotundamente las acusaciones, afirmando que el inmueble en cuestión no está en su uso desde 2019 y que, de hecho, nunca fue formalmente transferido a la universidad. Este conflicto ha generado un fuerte debate público, exponiendo las tensiones políticas entre el gobierno actual y la UNMa.
Las acusaciones del Gobierno
El jueves, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció en conferencia de prensa que la Policía Federal había realizado un allanamiento en un edificio cedido a la UNMa en 2018 con fines educativos. En lugar de encontrar un espacio académico, Adorni aseguró haber encontrado un “boliche clandestino” equipado con parlantes, luces, barras, botellas de alcohol y otros elementos propios de un establecimiento bailable. Incluso, mostró fotografías como evidencia, describiendo el hallazgo como “brutal” y “una falta de respeto a los contribuyentes”. El ministro Cúneo Libarona complementó las declaraciones añadiendo que, además del supuesto boliche, se encontraron otras irregularidades, incluyendo la ocupación de varios pisos del edificio por parte de organizaciones privadas y una familia.
Adorni también mencionó la presencia de una sede del Movimiento Integración Latinoamericana de Expresión Social (MILES), vinculado a Luis D’Elía, con banners que contenían consignas políticas como “Vamos a volver” junto a una imagen de Cristina Kirchner. Señaló que a pesar de recibir un importante presupuesto en 2023, la universidad no habría registrado ningún alumno. El Gobierno presentó una denuncia penal por “grave desviación de los fines” y “falta de respeto a los pagadores de impuestos”.
La respuesta de la UNMa
La UNMa respondió rápidamente a las acusaciones a través de un comunicado oficial y un video de su rectora, Cristina Caamaño. En el video, Caamaño desmintió categóricamente la existencia de un boliche, recalcando que la universidad es un espacio de formación y no de diversión nocturna. Expresó su malestar por los “ataques crudos” mientras los trabajadores de la universidad no perciben sus salarios, exigiendo la transferencia de los recursos presupuestarios que le corresponden legalmente.
El comunicado oficial de la UNMa enfatiza que el edificio mencionado nunca fue transferido a la universidad, basándose en el Acta de Traspaso del 15 de noviembre de 2023. Afirma que el inmueble sigue bajo la órbita del Ministerio de Justicia y que no ha sido utilizado por la comunidad académica desde 2019. La UNMa anunció que presentará su propia denuncia por las acusaciones realizadas por el Gobierno.
Horacio Pietragalla, ex secretario de Derechos Humanos, también desmintió la versión del Gobierno, explicando que el edificio había albergado anteriormente un Centro de Integración para Personas Migrantes y Refugiadas. Destacó el trabajo del centro y la ayuda brindada a miles de personas vulnerables. En resumen, la UNMa se presenta como víctima de una campaña de desprestigio, negando la veracidad de las afirmaciones del Gobierno.
El trasfondo político
Este conflicto no solo involucra un supuesto boliche clandestino. Las acusaciones del Gobierno han desatado una fuerte polémica con connotaciones políticas. Señalan una discrepancia con el gobierno anterior, alegando malversación de fondos y utilización del espacio con fines no académicos. La UNMa, históricamente vinculada a la izquierda peronista, se ha convertido en un blanco de críticas por parte del Gobierno de derecha.
La UNMa ha enfrentado anteriormente problemas presupuestarios, lo que refuerza sus alegatos de falta de fondos. Las acusaciones del Gobierno, en este contexto, parecen más allá de una simple denuncia administrativa. La presentación de fotos y evidencia por parte del Gobierno, y la rápida desmentida por la UNMa con igual cantidad de evidencias, ha profundizado la polarización.
Este evento es un ejemplo de la creciente polarización política en Argentina, donde las instituciones públicas se encuentran involucradas en controversias cargadas de tensiones ideológicas. Será clave esperar los resultados de las investigaciones judiciales y el análisis objetivo de la información proporcionada por ambas partes.
La acusación del Gobierno sobre la existencia de un “boliche clandestino” en un edificio supuestamente cedido a la UNMa ha desatado una gran polémica en Argentina. Si bien el gobierno presenta imágenes y evidencias, la UNMa niega rotundamente estas acusaciones y argumenta que el edificio en cuestión no está en uso desde hace años. La disputa se sitúa en un terreno con un fuerte contenido político, destacando una vez más la polarización actual en el país. El desenlace de esta controversia depende de las investigaciones judiciales en curso, y promete mantener la tensión entre el gobierno y la universidad en los próximos días y semanas.