Se acerca el 2025 y con él, la habitual revalorización de las pensiones en España. Este ajuste, fundamental para el bienestar de millones de jubilados, genera siempre gran expectación. En este artículo, desgranaremos con claridad cuánto cobrarán quienes perciben la pensión mínima y máxima en el próximo año, teniendo en cuenta las diversas situaciones familiares y la metodología de cálculo.
Pensiones mínimas en 2025: Un vistazo a las nuevas cuantías
El aumento del 2.8% en las pensiones para 2025, aprobado por el Gobierno, se traduce en una subida media anual de 600 euros para los pensionistas. Sin embargo, para aquellos que perciben la pensión mínima, este incremento tiene un impacto aún mayor, ya que se busca reducir la brecha con el umbral de la pobreza.
Para entender mejor cómo se traduce este aumento en la práctica, es fundamental desglosar las cuantías mínimas según la situación familiar del jubilado. Para los mayores de 65 años, las pensiones mínimas mensuales en 2025 serán las siguientes:
- **Con cónyuge a cargo:** 1.127,20 euros
- **Con cónyuge no a cargo:** 829,70 euros
- **Sin cónyuge (unipersonal):** 874,10 euros
Si el titular de la pensión es menor de 65 años, las cuantías varían ligeramente:
- **Con cónyuge a cargo:** 1.127,20 euros (se mantiene igual)
- **Con cónyuge no a cargo:** 772,90 euros
- **Sin cónyuge (unipersonal):** 817,70 euros
Existe un tercer escenario, para los jubilados de 65 años o más con gran invalidez:
- **Con cónyuge a cargo:** 1.690,70 euros
- **Con cónyuge no a cargo:** 1.244,50 euros
- **Sin cónyuge (unipersonal):** 1.311,10 euros
Pensiones máximas en 2025: ¿Cuánto podrán cobrar los jubilados?
La pensión máxima también experimentará un incremento en 2025, aunque su cálculo es diferente al de la pensión mínima. En este caso, el aumento no solo está ligado al IPC, sino también a la base máxima de cotización, la cual se revaloriza anualmente.
Según estimaciones del BBVA, con la subida prevista del 2,915%, la pensión máxima mensual en 2025 se situará en 3.267,55 euros netos, lo que equivale a unos 45.746 euros anuales. Este incremento es sustancialmente mayor a los 600 euros anuales de media para el conjunto de pensionistas.
Es importante destacar que la base máxima de cotización subirá un 4% en 2025, alcanzando los 4.909,32 euros mensuales o 58.912 euros anuales. Esta diferencia entre el aumento de la base de cotización y el de la pensión máxima ha generado debate, ya que algunos expertos argumentan que perjudica a quienes han cotizado por bases más altas.
El IPC y la lucha contra la pobreza: Claves en la revalorización de las pensiones
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es el principal factor que determina la revalorización anual de las pensiones. Este indicador, que mide la variación de los precios de los bienes y servicios consumidos por los hogares, se utiliza para asegurar que el poder adquisitivo de los pensionistas no se vea erosionado por la inflación.
El objetivo del Gobierno al vincular las pensiones al IPC es claro: proteger a los jubilados de la pérdida de poder adquisitivo. En el caso de las pensiones mínimas, el objetivo es aún más ambicioso: acercarlas al umbral de la pobreza, estimado en cerca de 12.000 euros anuales para 2025.
Para calcular el aumento de las pensiones, se toma como referencia el IPC interanual de los últimos 12 meses, desde diciembre del año anterior hasta noviembre del año en curso. Esta metodología, establecida por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, busca reflejar de forma precisa la evolución del coste de la vida.
En resumen, las pensiones en España para 2025 experimentarán un aumento generalizado, con especial atención a las mínimas para combatir la pobreza. La máxima también sube, aunque genera controversia por la diferencia con el incremento de la base de cotización. El IPC, como principal herramienta de cálculo, juega un papel crucial en este proceso de ajuste, buscando garantizar que las pensiones mantengan su poder adquisitivo a lo largo del tiempo.