¿Te has preguntado alguna vez cómo se decide quién consigue qué, y a qué precio? Paul Milgrom, Premio Nobel de Economía 2020, ha dedicado su vida a responder esta pregunta, transformando industrias enteras con sus innovadoras ideas sobre subastas y diseño de mercados. Pero su visión va más allá: ¿cómo podemos usar la tecnología para combatir la polarización y construir un futuro más equitativo? Acompáñanos a explorar las respuestas de este economista que está rediseñando el mundo.
¿Subastas? Mucho más que eBay
Cuando pensamos en subastas, es fácil imaginarnos pujando por un artículo en eBay. Sin embargo, para Milgrom, una subasta es “cualquier proceso de asignación de recursos que involucre precios”. Desde la compra de bienes y servicios por parte de las empresas hasta la asignación de valiosas licencias de espectro radioeléctrico, las subastas están presentes en nuestra vida cotidiana mucho más de lo que creemos.
En una entrevista reciente, Milgrom explicó cómo las empresas utilizan subastas para negociar tanto la calidad como el precio de los bienes y servicios que adquieren. También destacó la complejidad de las subastas de espectro radioeléctrico, donde las empresas pujan por licencias que cubren áreas geográficas específicas para desarrollar sus planes de negocio. Ya sean de oferta cerrada o dinámicas, las subastas son una herramienta versátil que puede adaptarse a diferentes contextos y objetivos.
Milgrom subraya que un diseño cuidadoso de las subastas puede mejorar la eficiencia en la asignación de recursos, generar ingresos para el sector público y promover la competencia en el mercado. Pero, ¿cómo se traduce esta teoría en la práctica?
El Legado de Milgrom en la FCC: Subastas que Transformaron las Telecomunicaciones
Uno de los trabajos más influyentes de Milgrom, que le valió el Premio Nobel junto a Robert Wilson, fue el diseño de un nuevo sistema de subastas para la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos. Antes de su modelo, la FCC asignaba el espectro radioeléctrico a través de audiencias comparativas, un proceso lento y subjetivo, o mediante sorteos, que eran aleatorios e ineficientes.
En 1993, el Congreso autorizó a la FCC a utilizar subastas para vender los derechos del espectro al mejor postor. Sin embargo, existía la dificultad de decidir qué vender: ¿licencias nacionales, regionales o locales? Milgrom y Wilson propusieron un sistema de subastas simultáneas de múltiples rondas, permitiendo a los postores pujar por diferentes combinaciones de licencias al mismo tiempo, obteniendo información sobre los precios y ajustando sus ofertas en rondas sucesivas.
El resultado fue una asignación más eficiente del espectro y la recaudación de importantes ingresos para el gobierno. En 2017, la FCC utilizó una subasta de incentivos diseñada por Milgrom para transferir la propiedad de las ondas de estaciones de televisión a los proveedores de datos, allanando el camino para la industria del streaming. Este proceso requirió trasladar a algunas estaciones a otros canales sin generar interferencias, un desafío que Milgrom abordó con su enfoque riguroso y creativo.
La experiencia de Milgrom en la FCC demuestra que la teoría económica puede tener un impacto real en el mundo, mejorando la eficiencia de los mercados y generando beneficios para la sociedad. Pero, ¿cómo se relaciona todo esto con la gestión de recursos públicos?
¿Pueden las Subastas Resolver Nuestros Problemas Más Urgentes?
Milgrom destaca que las subastas son una herramienta fundamental para la gestión de recursos públicos, ya que permiten generar ingresos y promover una mejor asignación de recursos. Recuerda su trabajo en la FCC, donde los republicanos estaban particularmente interesados en la cantidad de dinero que se recaudaría a través de las subastas de espectro. Sin embargo, Milgrom enfatiza que el objetivo no es solo generar ingresos, sino también asegurar que los recursos se asignen de manera eficiente para beneficiar a la sociedad.
Como ejemplo, Milgrom menciona la adquisición de vacunas contra el COVID-19, donde el objetivo era obtenerlas al menor costo posible y distribuirlas correctamente a los grupos prioritarios. En su rol de asesor, Milgrom explica que primero se reúne con las personas para comprender sus objetivos y luego diseña un proceso de asignación de recursos que los promueva, ya sea reduciendo costos, aumentando ingresos o mejorando la asignación para beneficiar a grupos específicos.
Pero, ¿qué opina Milgrom sobre la eterna disputa entre el mercado y la planificación central?
Mercado vs. Planificación Central: ¿Una Simulación Perfecta es Posible?
Milgrom aborda la vieja disputa entre el mercado y la planificación central, recordando que en la época de la Unión Soviética, el Ministerio de Planificación intentaba simular el mercado sin éxito. Se plantea si, con los recursos informáticos actuales, sería posible asignar correctamente los incentivos para simular una herramienta virtual de comunicación entre la oferta y la demanda tan eficaz como el mercado.
El economista se muestra escéptico, señalando que se necesita una enorme cantidad de información para que todo funcione bien. Pone como ejemplo la dificultad de un planificador central para conocer las necesidades de sustitución de personal en un negocio o la disponibilidad de alguien para reparar una máquina averiada. Milgrom argumenta que la comunicación está mejorando, lo que facilita cada vez más la gestión eficaz de un sistema al proporcionar la información necesaria, pero cree que la tecnología está avanzando en una dirección opuesta a la simulación perfecta del mercado.
Esta postura contrasta con su visión sobre el potencial de la inteligencia artificial (IA) para abordar otros desafíos, como la polarización política. ¿Cómo ve Milgrom el futuro de la tecnología y su impacto en la sociedad?
Tecnología y Polarización: ¿Parte del Problema o de la Solución?
En los últimos años, la tecnología ha sido acusada de exacerbar la polarización política, creando “cámaras de eco” donde las personas solo escuchan opiniones que confirman sus propias creencias. Milgrom reconoce este problema, pero se muestra optimista sobre la posibilidad de que la tecnología también pueda ser parte de la solución.
El economista admite que la primera versión de la tecnología “nos ha llevado por mal camino”, pero confía en que la inteligencia artificial (IA) pueda ofrecer nuevas herramientas para promover una visión más integral y debilitar las cámaras de resonancia. Como ejemplo, Milgrom señala que se está esforzando por suscribirse a periódicos tanto de izquierda como de derecha para estar al tanto de las opiniones más inteligentes de ambos bandos y fomentar una comunicación más diversa.
Su visión sugiere que la clave está en utilizar la tecnología de manera consciente y crítica, buscando fuentes de información diversas y fomentando el diálogo entre diferentes perspectivas. La IA, en este sentido, podría ser una herramienta poderosa para conectar a las personas con ideas nuevas y desafiar sus propias creencias.
Sin embargo, no todas las innovaciones tecnológicas generan el mismo entusiasmo en Milgrom. ¿Qué opina sobre las criptomonedas?
¿Criptomonedas: El Futuro del Dinero o una Moda Pasajera?
En cuanto a las criptomonedas, Milgrom admite que lo sorprendieron. Inicialmente, la demanda provenía del sector delictivo, pero luego se sumaron personas que buscaban privacidad en sus transacciones y desconfiaban de la capacidad de los gobiernos para imprimir dinero e inflar su valor.
Sin embargo, Milgrom señala que las criptomonedas son costosas, consumen mucha energía y son vulnerables a ataques. Además, aún no está claro cuáles son sus límites y si los gobiernos decidirán regularlas debido a su uso en actividades criminales. En resumen, Milgrom se muestra escéptico sobre el futuro de las criptomonedas, aunque admite tener una pequeña inversión en ellas.
Más allá de las criptomonedas, Milgrom es un firme defensor del diseño de mercados, un campo que permite a los economistas trabajar como “ingenieros” para mejorar el funcionamiento de mercados nuevos o existentes. ¿En qué consiste este enfoque y cómo se aplica en la práctica?
Diseño de Mercados: Economistas como Ingenieros Sociales
Milgrom explica que el diseño de mercados busca asignar recursos de manera eficiente, incluso cuando no se utiliza dinero. Pone como ejemplo la publicidad en internet, donde cada vez que vemos un anuncio, se ha realizado una subasta en milisegundos para colocar el anuncio más valioso en ese sitio. Este enfoque no se limita a los mercados tradicionales, sino que se extiende a la asignación de órganos, niños a aulas o estudiantes a residencias.
Milgrom también menciona nuevos mercados para limitar el daño ambiental, asignar mano de obra y conectar personas en plataformas de citas. Su visión es que los economistas pueden desempeñar un papel crucial en la organización de estos mercados para que funcionen de manera más eficiente y beneficiosa para todos.
Sin embargo, el diseño de mercados no es una solución universal. ¿Qué papel juega la regulación en este contexto?
¿Regulación: Enemiga de la Eficiencia o Herramienta Necesaria?
En cuanto a la regulación de los mercados, Milgrom reconoce que los tipos de regulación útiles varían de un mercado a otro. Pone como ejemplo la publicidad en internet, donde los editores crean regulaciones para eliminar el spam, el malware y los anuncios fraudulentos.
Milgrom argumenta que la pregunta principal no es si los mercados requieren regulación, sino si deberían hacerlo los gobiernos o es mejor tener mercados privados que respondan a los problemas específicos que enfrentan. Su visión es que se necesita una política flexible que permita la innovación y la participación en transacciones beneficiosas, pero que también proteja contra el fraude y la manipulación.
¿Y qué opina Milgrom sobre los monopolios, una forma extrema de concentración de poder en el mercado?
¿Monopolios: Siempre Malos o Impulsores de la Innovación?
Milgrom aborda el tema de los monopolios con matices, señalando que a veces lo que no queremos es impedir la competencia de las empresas que quieren crecer. Pone como ejemplo el caso de Google, que logró una posición dominante en la búsqueda gracias a su tecnología superior.
El economista argumenta que es necesario que las empresas tengan éxito y crezcan, incluso si se acercan a los monopolios, ya que la innovación es lo que rompe esos monopolios. Lo que hay que regular, según Milgrom, es la monopolización, es decir, las acciones que se toman para obtener el control del mercado bloqueando o creando barreras que perjudiquen la competencia.
Para llevar sus ideas a la práctica, Milgrom fundó Auctionomics, una empresa que aplica sus teorías sobre subastas en el mundo real. ¿Cómo funciona esta empresa y qué tipo de proyectos ha desarrollado?
Auctionomics: Llevando la Teoría a la Práctica en el Mundo Real
Milgrom explica que su subasta se propuso para la venta de bonos del Tesoro estadounidense durante la crisis financiera, pero no fue adoptada. Sin embargo, el diseño de Klemperer se utilizó en el Reino Unido para bonos del Tesoro. Milgrom también ha defendido el uso de su subasta para determinadas materias primas agrícolas, pero sin mucho éxito hasta el momento.
El trabajo de Milgrom no solo se limita al ámbito profesional. Su vida personal también ha influido en su enfoque de la economía y la sociedad. ¿Cómo impactó el Premio Nobel en su vida y cómo aborda temas como la diversidad y la equidad?
El Impacto del Premio Nobel y un Enfoque Personal a la Diversidad
Al preguntarle si el Premio Nobel modificó su vida, Milgrom confiesa que tuvo un impacto mucho mayor del que pensaba. El premio cambió la forma en que la gente recibe sus ideas, especialmente fuera del ámbito académico. Ahora, las personas están más dispuestas a escuchar y adoptar sus ideas, lo que le permite impulsar proyectos innovadores.
Milgrom también revela que tener una hija lo ayudó a darse cuenta de que la enseñanza debía ser diferente para fomentar la participación tanto de hombres como de mujeres. Empezó a cambiar su forma de enseñar para que fuera más eficaz para todos. En cuanto a la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI), Milgrom aclara que su objetivo es crear métodos de enseñanza que funcionen para todos, mejorando el desempeño de cada estudiante en lugar de discriminar a algunos para favorecer a otros. Su enfoque es personal y busca maximizar el potencial de cada individuo.
Para concluir, Milgrom nos ofrece una reflexión sobre los desafíos que enfrenta la humanidad y el papel que pueden jugar los jóvenes científicos en la construcción de un futuro mejor.
Un Mensaje de Esperanza para el Futuro
Milgrom anima a los jóvenes a convertirse en científicos, destacando que tenemos muchísimos problemas que resolver en el mundo y que se pueden hacer grandes contribuciones en muchas áreas de la ciencia. Su optimismo sobre el futuro de la humanidad se basa en la idea de que los jóvenes asuman la tarea y comiencen a hacer contribuciones que ayuden a mitigar o eliminar estos problemas. Les insta a ser optimistas y creativos.
Paul Milgrom, un economista que ha transformado la teoría en práctica, nos invita a reflexionar sobre el papel de la tecnología, la regulación y la innovación en la construcción de un futuro más próspero y equitativo. Su visión, que combina la rigurosidad del científico con la sensibilidad del humanista, nos inspira a creer en la posibilidad de un mundo mejor.