El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó enérgicamente las exigencias del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de rebajar los peajes del Canal de Panamá, calificándolas de “estafa”. Mulino defendió la soberanía panameña sobre el canal y afirmó que los peajes se establecen mediante un proceso público y transparente, no por capricho de los presidentes.
La soberanía de Panamá, un principio innegociable
Mulino enfatizó que la soberanía de Panamá sobre el Canal es innegociable y que no se someterá a presiones externas para modificar las tarifas. Recordó que durante la administración estadounidense del canal, Panamá recibía una compensación mínima, muy inferior a las ganancias generadas por la vía interoceánica.
El presidente panameño expresó su disposición a dialogar con el gobierno de Trump sobre temas bilaterales como la migración, pero aclaró que la soberanía del canal no está en discusión. “No existe ninguna posibilidad de hablar nada que busque replantear la realidad jurídico-política” de que el canal es panameño, sentenció Mulino.
La postura firme de Mulino recibió el respaldo de varios líderes latinoamericanos, quienes manifestaron su solidaridad con Panamá y defendieron el principio de la autodeterminación de los pueblos.
El Canal de Panamá: Un siglo de historia y geopolítica
La historia del Canal de Panamá está marcada por la intervención estadounidense. Construido por Estados Unidos a principios del siglo XX, el canal permaneció bajo control norteamericano hasta 1999, cuando fue transferido a Panamá en virtud de los Tratados Torrijos-Carter.
Estos tratados, firmados en 1977, establecieron la neutralidad permanente del canal y otorgaron a Estados Unidos el derecho de intervenir en caso de que su funcionamiento se viera amenazado. Sin embargo, no contemplan la posibilidad de que Estados Unidos recupere el control del canal.
La amenaza de Trump de “recuperar” el canal no solo carece de fundamento legal, sino que también ignora la importancia estratégica del canal para el comercio mundial y la economía global. El Canal de Panamá es una de las rutas marítimas más importantes del mundo, facilitando el transporte de mercancías entre Asia, América y Europa.
Expertos en derecho internacional coinciden en que las declaraciones de Trump son infundadas y que cualquier intento de tomar el control del canal sería una violación flagrante del derecho internacional.
China en el escenario: La creciente influencia en la región
Otro factor que subyace a las declaraciones de Trump es la creciente influencia de China en América Latina. China es el segundo mayor usuario del Canal de Panamá y ha realizado importantes inversiones en la región.
Trump ha expresado su preocupación por la expansión de la influencia china en Panamá, argumentando que el canal no debe “caer en las manos equivocadas”. Sin embargo, Mulino ha negado categóricamente cualquier injerencia china en la administración del canal.
Algunos analistas sugieren que la retórica agresiva de Trump podría tener el efecto contrario al deseado, empujando a Panamá a estrechar aún más sus lazos con China en busca de apoyo político y económico.
Implicaciones para las relaciones bilaterales
Las declaraciones de Trump sobre el Canal de Panamá han generado tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y Panamá. La firme respuesta de Mulino y el apoyo de otros líderes latinoamericanos demuestran que la región no tolerará injerencias en la soberanía de sus países.
El futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Panamá dependerá en gran medida de la postura que adopte el próximo gobierno estadounidense. Si bien la administración Biden ha mostrado una mayor disposición al diálogo y la cooperación con América Latina, las tensiones generadas por las declaraciones de Trump podrían persistir.