El pasado fin de semana, la modelo Carolina “Pampita” Ardohain se sentó en el living de Susana Giménez para una entrevista que, lejos de ser un encuentro distendido, generó un sinfín de comentarios y controversias. A días de la emisión, Pampita ha roto el silencio y ha ofrecido su perspectiva sobre lo sucedido, incluyendo detalles reveladores sobre la preparación, el desarrollo y las implicaciones financieras de la entrevista.
Una entrevista planeada para fallar?
En una entrevista concedida a “LAM”, el programa conducido por Ángel de Brito, Pampita expuso su versión de los hechos, dejando claro que anticipó a la producción de Susana Giménez la poca información que brindaría sobre su reciente separación de Roberto García Moritán. “Yo la amo a Susana. La respeto, es un honor que me invite”, comenzó diciendo, pero agregó una aclaración crucial: “Les dije que no les iba a servir, porque no te voy a hablar de nada, yo no te voy a hablar mal del padre de mi hija.”
Ante la advertencia de Pampita, la producción le propuso varias alternativas para asegurar una entrevista fluida, incluso sugiriendo un ensayo previo con Susana o la grabación con posibilidad de cortes. Sin embargo, la producción decidió apostar por la “naturalidad del aire”, tal y como afirman los productores. Esto indica que se esperaba cierta incomodidad, pero sin dar la posibilidad a Pampita de participar activamente en el proceso, resultando en una entrevista que a la modelo le parecería incómoda.
Detalles de la separación y la publicación de chats
Durante la entrevista con Ángel de Brito, Pampita ofreció detalles adicionales sobre su separación del político, aclarando que la decisión fue repentina, ocurriendo el 20 de septiembre. “Fue de un día para el otro. Fue ese día que los llamé a ustedes y no me atendieron”, dijo, refiriéndose a su intento fallido de contactarse con LAM en esa fecha.
Pampita explicó que la publicación de chats con su ex marido fue para certificar la fecha de su separación, asegurando que no se arrepiente de la decisión. “No me arrepiento porque yo no me había separado antes de esa fecha, ese día fue el día que yo me separé”, afirmó. El detalle de la publicación de estos chats no solo certifica la fecha de la separación sino que también fue usado como referencia de los detalles sobre la situación expuesta públicamente.
El factor económico: ¿pago por la entrevista?
En medio de los rumores, Pampita confirmó que sí recibió un pago por participar en el programa de Susana Giménez. Aunque no reveló la cantidad, admitió que cobra por sus entrevistas. Esto agrega otra capa de complejidad a la narrativa, generando debates sobre el enfoque ético de promocionar una separación de este calibre y el valor de sus apariciones públicas, especialmente con la popularidad mediática de Pampita.
La entrevista generó una significativa repercusión en redes sociales, con una gran cantidad de comentarios y opiniones divididas. Algunos criticaron la actitud de Pampita por no dar mayores detalles sobre su separación, mientras que otros defendieron su derecho a la privacidad. De cualquier forma, la conversación continuó y tuvo mucha repercusión en los medios generando debate acerca de la actuación de ambas figuras en el ambiente televisivo y la ética del ambiente.
Un encuentro incómodo con repercusiones duraderas
La entrevista de Pampita con Susana Giménez ha dejado una estela de controversias y reflexiones sobre la privacidad, el periodismo del espectáculo y los límites de lo que se considera aceptable al aire. La sinceridad de Pampita en cuanto a sus intenciones en la entrevista, sumada al detalle del pago por la participación, genera una narrativa compleja, con distintos puntos de vista y una gran cantidad de comentarios en redes sociales, convirtiendo esto en uno de los sucesos más comentados en el ámbito televisivo en las últimas semanas. La claridad en cuanto a la comunicación por parte de la modelo y la situación planteada hacen del análisis del suceso una fuente de debate y discusión de ética periodística y pública. El debate continuará.