La guerra civil en Siria, que ha devastado el país durante más de una década, ha entrado en una nueva fase de intensidad con una ofensiva rebelde que ha logrado tomar el control de Alepo, la segunda ciudad más grande del país, y ahora amenaza con avanzar sobre Hama, una ciudad estratégica en el centro de Siria. La situación es crítica, con miles de civiles desplazados y cientos de muertos en los combates. El régimen de Bashar al Assad, con el apoyo de Rusia e Irán, ha lanzado una contraofensiva para intentar contener el avance rebelde, pero la situación en el terreno sigue siendo muy volátil.
La Caída de Alepo: Un Punto de Inflexión en la Guerra
La toma de Alepo por parte de los rebeldes, liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), representa un importante punto de inflexión en la guerra. Esta ciudad, que fue un bastión rebelde al principio del conflicto, había sido recuperada por el régimen en 2016 con el apoyo de Rusia. Su pérdida ahora es un duro golpe para Assad y una muestra de la creciente fuerza de la oposición.
El éxito de la ofensiva rebelde se debe en parte a la debilidad del régimen, que ha sufrido importantes pérdidas en los últimos años y se encuentra con recursos limitados. Además, la atención de Rusia, el principal aliado de Assad, está dividida por la guerra en Ucrania, lo que ha limitado su capacidad de intervención en Siria.Aprovechando esta coyuntura, los rebeldes sirios, con el apoyo de Turquía, lanzaron una ofensiva relámpago en el noroeste del país, logrando en pocos días tomar amplias zonas del norte de Siria, incluyendo la mayor parte de Alepo.
Esta victoria ha envalentonado a los rebeldes, quienes ahora han puesto su mirada en Hama, una ciudad estratégica ubicada en el centro de Siria y que sirve como puerta de entrada a Damasco, la capital del país. La caída de Hama en manos de los rebeldes sería un golpe devastador para el régimen de Assad y podría significar el comienzo del fin de su mandato.
Hama en la Mira: La Batalla por el Corazón de Siria
Hama es una ciudad de gran importancia estratégica para ambos bandos. Para los rebeldes, su captura abriría el camino hacia Damasco y debilitaría aún más al régimen. Para Assad, la defensa de Hama es crucial para mantener el control del centro del país e impedir que los rebeldes lleguen a la capital.
Los combates en las afueras de Hama son intensos. Los rebeldes han logrado rodear la ciudad por tres lados, pero el ejército sirio, con el apoyo de la aviación rusa, está ofreciendo una férrea resistencia. La situación es extremadamente peligrosa para la población civil, que se encuentra atrapada en medio del fuego cruzado.Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), más de 115.000 personas han sido desplazadas en la última semana de combates. La ONU ha advertido sobre “numerosas víctimas civiles” y ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que se tomen medidas para proteger a la población.
Las autoridades kurdas, que controlan regiones del noreste de Siria, también han lanzado un llamamiento “urgente” de ayuda humanitaria ante la llegada de un “gran número” de desplazados que huyen de los combates en Alepo y Hama. La situación humanitaria es crítica y se espera que empeore si los combates continúan.
Assad Contraataca con el Apoyo de Rusia e Irán
Ante el avance rebelde, el régimen de Assad ha lanzado una contraofensiva con el apoyo de sus principales aliados, Rusia e Irán. La aviación rusa ha intensificado sus bombardeos sobre posiciones rebeldes en Alepo y Hama, mientras que Irán ha enviado refuerzos militares al ejército sirio. Moscú ha confirmado que mantiene un “contacto estrecho” con Irán y Turquía, garantes del proceso de negociaciones de Astaná, para intentar estabilizar la situación. Sin embargo, la participación de potencias extranjeras con intereses divergentes dificulta la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
El dictador sirio, Bashar al Assad, anunció un aumento del 50% en la remuneración para los soldados como incentivo para frenar el avance rebelde. Esta medida desesperada refleja la creciente presión que enfrenta el régimen.
Los combates en Siria no solo tienen implicaciones para el futuro del país, sino también para la estabilidad de toda la región. El resurgimiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI), advertido por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, es una de las consecuencias más preocupantes del conflicto. El caos y la inestabilidad generados por la guerra crean un caldo de cultivo ideal para el extremismo.
La comunidad internacional se encuentra en una encrucijada. Por un lado, la condena a la violencia y la represión del régimen sirio es generalizada. Por otro lado, la falta de una estrategia coordinada y la intervención de potencias extranjeras con intereses contrapuestos impiden una solución pacífica al conflicto. Mientras tanto, la población civil siria sigue pagando el precio más alto, atrapada en una guerra sin fin.
El Futuro Incierto de Siria
El futuro de Siria es incierto. El avance rebelde ha abierto un nuevo capítulo en la guerra civil, pero el desenlace del conflicto está lejos de estar claro. La intervención de Rusia e Irán en apoyo de Assad, la participación de Turquía del lado de los rebeldes y la amenaza del resurgimiento del EI hacen de Siria un escenario geopolítico extremadamente complejo. Lo que sí es seguro es que la población civil seguirá sufriendo las consecuencias de una guerra que parece no tener fin. La necesidad de una solución política negociada es más urgente que nunca, pero las perspectivas de alcanzarla son escasas en el contexto actual.