El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Corrientes dictó este jueves una sentencia de ocho años de prisión para seis militares involucrados en la muerte del subteniente Matías Chirino durante un denominado ‘bautismo’ en junio de 2022. La resolución, que generó gran impacto en la opinión pública, pone de manifiesto la gravedad de los hechos ocurridos y el cuestionamiento a las prácticas dentro del Ejército Argentino.
La Sentencia: Ocho Años de Prisión por Abandono de Persona y Abuso de Autoridad
Los condenados son los capitanes Rubén Darío Ruiz, Claudio Andrés Luna y Hugo Reclus Martínez Tárraga; el teniente Exequiel Emanuel Aguilar; el teniente primero Darío Emanuel Martínez; y el subteniente Luis Facundo Acosta. El fallo los declaró culpables de abandono de persona en concurso real con abuso de autoridad. Si bien la fiscalía había pedido 20 años de prisión por homicidio para siete de los nueve imputados, el tribunal consideró que no se habían probado los elementos para sostener la acusación por este delito más grave.
Tres de los imputados -el subteniente Gerardo Sebastián Bautista, el teniente Franco Damián Grupico y la subteniente Claudia Daniela Cayata- fueron absueltos. Bautista, que llegó al juicio detenido por considerársele coautor de homicidio, recuperará su libertad una vez firme la sentencia. Grupico y Cayata, señalados como partícipes necesarios, nunca estuvieron presos durante el proceso. La absolución de estos tres implica que el Tribunal no encontró pruebas suficientes para vincularlos directamente a la causa de la muerte de Chirino.
El ‘Bautismo’ y la Muerte de Matías Chirino
La muerte de Matías Chirino, de 22 años, ocurrió el 19 de junio de 2022 en el Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3, en Paso de los Libres. Según la acusación, Chirino y otros dos compañeros fueron obligados a participar en un ritual de iniciación conocido como ‘bautismo’. Este ritual implicó el consumo excesivo de alcohol, incluso una copa con vino y sal, actividades físicas extenuantes y la inmersión en una pileta de agua fría y sucia con temperaturas cercanas a los 3°C, mientras vestían ropa de verano. La acusación sostuvo que los militares obligaron a beber alcohol a los soldados con el estómago vacío, en reiteradas ocasiones y bajo la orden de ‘tome, tome’, provocando así la pérdida de conocimiento de los involucrados.
Luego de una noche de abusos y descontrol, Chirino fue abandonado sobre un colchón en el suelo, sin abrigo, a la intemperie y en medio del frío. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue una broncoaspiración, ocurrida después de que Chirino vomitara en estado de inconsciencia, con un nivel de alcohol en sangre de 1,45 gramos por litro. El tribunal consideró que los maltratos sufridos por el soldado a manos de los militares condenados contribuyeron directamente a su muerte, aunque no directamente como causa principal.
Declaraciones de los Acusados y Reacciones
Antes de conocer la sentencia, algunos de los acusados realizaron declaraciones. El capitán Luna expresó sus condolencias a la familia Chirino y manifestó su angustia. Martínez Tárraga hizo lo propio, insistiendo en su inocencia y mencionando a sus hijos pequeños. Ruiz también afirmó su inocencia y la dificultad de explicar la situación a su hijo. Martínez envió sus condolencias a la familia y pidió sabiduría al tribunal. Grupico pidió perdón por la tragedia y dijo haber intentado salvar la vida de Matías. Cayata pidió justicia y lamentó haber sido acusada injustamente. Los acusados Aguilar, Bautista y Acosta optaron por guardar silencio.
El abogado querellante, Claudio Orosz, calificó lo sucedido como ‘salvaje y bestial’ y había pedido 21 años de prisión para los coautores, mientras que el padre de la víctima, Ezequiel Chirino, describió a los acusados como ‘personas sádicas’ que abandonaron a su hijo a su suerte. Las familias de las víctimas siguen buscando justicia y reparación por la pérdida irreparable.
Consecuencias del Caso y Medidas Preventivas
La muerte de Matías Chirino tuvo consecuencias significativas. Impulsó al entonces ministro de Defensa, Jorge Taiana, a prohibir la realización de festejos, ritos y ceremonias de iniciación, así como el consumo de alcohol dentro de unidades y establecimientos militares. Esta prohibición pretende prevenir situaciones similares en el futuro y asegurar un ambiente más seguro para los reclutas. La resolución judicial marca un precedente y podría influir en el desarrollo de futuras investigaciones sobre prácticas de ‘bautismos’ o rituales de iniciación dentro de las fuerzas armadas, lo que busca fortalecer la seguridad y los derechos de los soldados dentro de las unidades militares.
El juicio se extendió por varias audiencias en las que declararon 31 testigos, incluyendo a otros dos soldados que también sufrieron maltratos durante el mismo ritual. La decisión judicial fue considerada por algunos como insuficiente en relación a la gravedad de los hechos y la demanda de justicia por parte de la familia de la víctima. La lectura de los fundamentos de la sentencia está prevista para el 5 de diciembre. Se espera que estos detalles arrojen más luz sobre la base de la decisión judicial y las consideraciones del tribunal para sentenciar de la manera que lo ha hecho.
El Debate Público y el Futuro de las Fuerzas Armadas
Este caso ha abierto un debate público sobre la cultura militar, las prácticas de iniciación, y la necesidad de una reforma en los protocolos de entrenamiento. La muerte de Matías Chirino ha puesto en el foco la importancia de crear un entorno militar más seguro y ético, donde se respeten los derechos de todos los soldados y se erradiquen prácticas que pongan en riesgo sus vidas.
Las implicaciones de este caso trascienden el ámbito judicial, cuestionando las normas y culturas imperantes dentro de ciertas instituciones militares. La sentencia sienta un precedente para futuras investigaciones y acciones que buscan mejorar los estándares de entrenamiento y prevenir actos de violencia dentro de las fuerzas armadas. Se espera que este caso impulse una revisión exhaustiva de los procedimientos militares y promueva la implementación de medidas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los miembros del Ejército.