¿Qué precio tiene la salud en Argentina? Mientras el gobierno de Javier Milei implementa políticas de ajuste, cuatro provincias han comenzado a cobrar la atención médica a extranjeros no residentes. ¿Es este el costo inhumano de un ajuste que niega derechos fundamentales? Reflexionemos sobre la ética y la solidaridad en un país históricamente abierto a la inmigración.
El problema: Un derecho en riesgo
El 3 de diciembre pasado, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció el “fin de la gratuidad de la atención médica para extranjeros”. Ahora, los organismos provinciales determinarán las condiciones de acceso al sistema de salud, abriendo la puerta al cobro de servicios a extranjeros no residentes. ¿Cómo afecta esto a los inmigrantes más vulnerables, aquellos que aún no han regularizado su situación? ¿Estamos convirtiendo la salud en un privilegio?
¿Es justo restringir un derecho humano fundamental reconocido en nuestra Constitución y en tratados internacionales? La salud no puede ser un lujo reservado solo para quienes pueden pagarla. Expertos en derechos humanos y salud pública alzan su voz contra esta medida.
“La salud es un derecho humano, no una mercancía. El cobro de atención médica a inmigrantes es una violación de los principios fundamentales de la dignidad humana.”
El mapa del cobro: Salta, Mendoza, Santa Cruz y Jujuy
Salta fue la primera, seguida por Mendoza, Santa Cruz y Jujuy. Estas provincias justifican el cobro argumentando que buscan evitar el “turismo sanitario” y garantizar la sostenibilidad de sus sistemas de salud. Pero, ¿son válidos estos argumentos?
Según datos oficiales, el porcentaje de extranjeros atendidos en hospitales públicos es mínimo. En la provincia de Buenos Aires, “solo el 0.2% de las consultas y el 0,8% de las internaciones corresponden a extranjeros”, según Nicolás Kreplak, ministro de Salud provincial. A nivel nacional, datos de 2015 muestran que menos del 1% de quienes egresaron de un hospital público ese año fueron extranjeros sin residencia en el país. ¿Por qué, entonces, esta insistencia en cobrar a los extranjeros?
Salta: Una caída alarmante
En Salta, el cobro provocó una drástica disminución del 95% en la atención de pacientes extranjeros, según Federico Mangione, ministro de Salud Pública provincial. Si bien la atención de urgencia está garantizada, ¿qué sucede con aquellos que necesitan atención médica continua y no pueden pagarla? ¿Estamos negando el derecho a la salud a quienes más lo necesitan?
Jujuy: Tarifas exorbitantes y denuncias
Jujuy implementó un “Sistema Provincial de Seguro de Salud para Extranjeros”, obligando a quienes no tienen residencia permanente a pagar un seguro. Las tarifas son las más elevadas del país: una consulta en guardia cuesta $8.362, una internación por día $93.481, un parto $328.421 y una cesárea $505.995. Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, ANDHES, CELS, CAREF y el Programa de Migración y Asilo del Instituto de Justicia y Derechos Humanos de la UNLa denuncian que esta ley contradice normas federales y tratados internacionales.
“Esta medida es un claro retroceso en materia de derechos humanos y una muestra de xenofobia institucionalizada.”
Mendoza y Santa Cruz también han implementado medidas similares, con resultados aún inciertos. ¿Lograrán realmente la sostenibilidad del sistema de salud sin afectar el acceso de los inmigrantes?
¿Turismo sanitario? La otra cara de la moneda
El argumento del “turismo sanitario” esconde una realidad más compleja. Muchos inmigrantes llegan a Argentina buscando oportunidades y una mejor calidad de vida, dependiendo del sistema público de salud al no poder costear un seguro privado. Negarles la atención médica es inhumano y contraproducente. ¿Cómo puede una persona enferma trabajar y contribuir a la sociedad? La salud es una inversión, no un gasto.
La Dra. María López, experta en salud pública, señala: “El ‘turismo sanitario’ es una excusa para discriminar. Los costos reales de la atención a extranjeros son mínimos en comparación con el presupuesto total de salud.”
El ajuste y la xenofobia: Un cóctel peligroso
Estas políticas de cobro se suman a otras medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad. ¿Estamos creando una Argentina más justa o estamos fomentando la xenofobia y la discriminación?
¿Qué imagen estamos proyectando al mundo como país abierto a la inmigración y defensor de los derechos humanos? ¿Estamos traicionando nuestra propia historia?
El derecho a la salud: Un llamado a la acción
La salud es un derecho humano fundamental que debe ser garantizado a todas las personas, sin importar su nacionalidad, condición migratoria o capacidad económica. No permitamos que el ajuste económico se cobre vidas y que la xenofobia se convierta en política de Estado. ¡Alcemos la voz y exijamos el respeto de los derechos de todos los habitantes de nuestro país, incluyendo a los inmigrantes!
Te invitamos a:
- Firmar peticiones en defensa del derecho a la salud.
- Contactar a tus representantes políticos para expresar tu preocupación.
- Donar a organizaciones de derechos humanos que trabajan en la defensa de los inmigrantes.
- Participar en manifestaciones y actividades de concientización.
Luchemos por una Argentina donde la solidaridad y la justicia social sean los pilares de nuestra sociedad, y donde la salud sea un derecho garantizado para todos, sin distinción de nacionalidad ni condición migratoria. La salud es un derecho, no un privilegio. ¡Actúa ahora!