José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, concedió una entrevista a Clarín donde analizó la situación política y económica de América Latina y el mundo. Sus declaraciones, cargadas de una crítica contundente al peronismo argentino y una advertencia sobre la extrema derecha, ofrecen una perspectiva única sobre los desafíos globales del siglo XXI.
Crítica al Peronismo y a las políticas económicas populistas
Mujica fue especialmente crítico con el peronismo, acusándolo de recurrir a la emisión indiscriminada de billetes para solucionar problemas económicos. “No se pueden arreglar los problemas de la economía emitiendo”, afirmó. Para él, esta práctica es un error fundamental que genera inflación y empobrecimiento de la población, sin que exista una autocrítica por parte de quienes implementaron dichas medidas. Señaló que, históricamente, esta estrategia no ha arrojado resultados positivos y, por el contrario, ha generado graves consecuencias como hiperinflación y crisis sociales.
El exmandatario uruguayo comparó la situación con el contexto histórico previo al ascenso de Hitler en Alemania, recalcando la gravedad de las políticas económicas irresponsables. Es importante recordar que el auge del nazismo se asentó en un profundo malestar económico en la población alemana. El paralelo, aunque fuerte, destaca la necesidad de aprender de los errores del pasado para evitar repetir ciclos de populismo económico que a la larga terminan afectando negativamente el bienestar social.
Advertencia sobre la extrema derecha: el caso de Javier Milei
Mujica no solo criticó las políticas económicas populistas del peronismo, sino que también expresó su preocupación sobre la irrupción de la extrema derecha en el panorama político latinoamericano, utilizando como ejemplo la figura de Javier Milei. Categorizó a Milei como “la peor derecha”, un calificativo fuerte que enfatiza su desacuerdo con sus propuestas y su visión del mundo.
Para Mujica, el ascenso de la extrema derecha, representada por líderes como Milei, Trump y Bolsonaro, refleja una insatisfacción de la ciudadanía ante el status quo. Pero plantea que este es un camino equivocado, propenso a consecuencias negativas. El ex presidente resaltó la diferencia entre una derecha conservadora, a la cual respeta, y una extrema derecha reaccionaria y peligrosa, capaz de provocar mayores crisis sociales y políticas.
Rescate del Liberalismo y su adaptación a los nuevos tiempos
A pesar de sus críticas, Mujica defendió una visión más moderada, rescatando los valores esenciales del liberalismo clásico. Señaló que el liberalismo no es solo cuestión de mercado, sino que también ha aportado herramientas cruciales para la convivencia social y la tolerancia ante las diferencias. Señaló su preocupación por la falta de espacio para el debate y la polarización creciente, producto de la hiperconectividad en las redes sociales.
Sin embargo, reconoció la necesidad de adaptar el liberalismo a las nuevas realidades, al igual que reconocer la crisis de la democracia representativa. Ante la creciente complejidad de los problemas contemporáneos, propuso una evolución institucional, sugiriendo la posibilidad de gobiernos parciales especializados en diferentes áreas, que interactúen entre sí, en lugar de un sistema unificado e ineficiente.
Visión del futuro global: desafíos y oportunidades
Mujica se refirió a desafíos como el cambio climático, la brecha de la desigualdad y el futuro del trabajo, particularmente la irrupción de la automatización y la inteligencia artificial. Expresó su preocupación por la disminución de la natalidad en Uruguay, y en otras partes del mundo, contraponiéndola con la explosión demográfica en África. Además alertó sobre la escasez de recursos, particularmente para el cuidado de la población de la tercera edad. El crecimiento de China y la falta de una respuesta estratégica europea ante el desafío de la potencia asiática también fueron puntos importantes.
Mujica visualiza un mundo en el cual las grandes potencias compiten no solo en el mercado y la producción, sino también en la ciencia y la tecnología. En este sentido, enfatizó el dinamismo y la ambición de China en relación a su ascenso como potencia global, alertando sobre la pérdida de personalidad política de Europa frente a este escenario, sugiriendo que Europa cometió un error al no reconocer la importancia de Rusia como parte del mismo sistema, en lugar de aislarla políticamente.
Reflexiones sobre el equilibrio y la responsabilidad
La entrevista a Mujica ofrece una perspectiva única sobre el panorama político y económico global. Sus análisis, aunque en ocasiones utilizan lenguaje directo y coloquial, se sustentan en una experiencia vital de largos años dedicado a la política. Sus críticas se basan en el análisis del comportamiento del sistema político de su país y otros vecinos, así como la crisis de la democracia representativa. Con un llamado al equilibrio en la política económica y una advertencia sobre los peligros del populismo y el extremismo, Mujica invita a la reflexión sobre el futuro. La advertencia final es clara: aprender de los errores del pasado es fundamental para construir un futuro mejor.