En las últimas semanas, dos casos en Argentina han puesto en evidencia la compleja problemática de la atención de personas en crisis de salud mental. Ambos incidentes involucran a hombres que experimentaron brotes psicóticos con desenlaces fatales, dejando al descubierto la urgente necesidad de mejorar los protocolos de intervención y asistencia.
Caso 1: Muerte de un hombre en Goya, Corrientes
El primer caso ocurrió en la ciudad de Goya, provincia de Corrientes. Un hombre, identificado con el apellido Bartlett, fue encontrado en un estado agresivo, portando dos cuchillos y aparentemente luchando contra alguien. La policía de la Comisaría Primera intervino, reduciendo a la persona y trasladándola al hospital en ambulancia.
Lamentablemente, el hombre falleció en el camino hacia el centro médico. Según informes de TN Goya, la autopsia reveló una muerte no traumática, aunque los resultados de los estudios toxicológicos aún estaban pendientes al momento de la redacción de este artículo. Este hecho plantea interrogantes sobre la posible necesidad de protocolos de atención médica especializados y más inmediatos para este tipo de situaciones.
Caso 2: Muerte por atropellamiento
El segundo caso, aunque con circunstancias diferentes, comparte la preocupante similitud de un desenlace fatal durante un brote psicótico. En este incidente, un hombre que sufría un episodio de este tipo fue atropellado por un patrullero. Si bien las circunstancias precisas aún se encuentran bajo investigación, la tragedia destaca la dificultad que enfrentan las fuerzas del orden y los servicios de emergencia al lidiar con personas en crisis.
Estos dos casos, aunque con variables diferentes, comparten un denominador común: la ausencia de una respuesta adecuada y oportuna a una crisis de salud mental. En ambos sucesos se requirió la intervención policial, la cual en circunstancias de salud mental requiere una capacidad y formación específica.
La necesidad de una mejor atención de la salud mental
Las muertes durante episodios psicóticos son eventos trágicos que ponen de manifiesto las deficiencias en la atención de la salud mental en nuestro país. La falta de recursos adecuados, personal capacitado y protocolos eficientes para la intervención en crisis suele ser la causa principal de desenlaces fatales.
Es fundamental la capacitación adecuada para personal policial y de emergencias médicas. Es imperioso contar con un sistema que priorice la estabilidad del paciente por encima de medidas de contención que puedan conllevar un resultado mortal.
Se necesita invertir en la creación de unidades especializadas de salud mental dentro de los servicios de emergencia, con personal entrenado para responder a este tipo de situaciones de crisis con protocolos específicos que prioricen la desescalada y el uso adecuado de fuerza en caso de que sea necesario.
Además, resulta crucial implementar campañas de concientización pública sobre la salud mental, para que la sociedad reconozca los síntomas de un brote psicótico y sepan cómo actuar ante una situación de este tipo. La correcta información puede hacer la diferencia entre un final trágico y la resolución pacífica de la crisis.
Reflexiones Finales
Las muertes de estos dos hombres sirven como un crudo recordatorio de la necesidad de una profunda reforma en la forma en que abordamos la atención de la salud mental en situaciones de crisis. Se requiere un esfuerzo conjunto entre el gobierno, las fuerzas de seguridad, los servicios de salud y la sociedad en su conjunto para crear un sistema que proteja la vida y la dignidad de las personas que sufren de enfermedades mentales.
Solo a través de la inversión en recursos, capacitación y concientización podemos prevenir futuras tragedias y garantizar una respuesta más humana y efectiva a las crisis de salud mental.