La muerte de Raquel Candia, pareja del exfutbolista Fernando Cáceres, ha conmocionado al país. La caída desde el séptimo piso del edificio donde residían en Ramos Mejía ha dejado un manto de incertidumbre y dolor. Mientras la Justicia trabaja para esclarecer las circunstancias del fallecimiento, las pericias de celulares y las cámaras de seguridad se convierten en piezas clave para reconstruir las últimas horas de Candia.
La tecnología como testigo silencioso: Celulares y cámaras bajo la lupa
El fiscal Carlos Adrián Arribas, a cargo de la investigación, ha ordenado el peritaje de los teléfonos celulares tanto de Raquel Candia como de Fernando Cáceres. La expectativa se centra en la posibilidad de encontrar mensajes, llamadas o información relevante que pueda arrojar luz sobre el estado emocional de la pareja en los momentos previos al trágico suceso. El análisis, a cargo de la Policía Federal Argentina, se extenderá hasta marzo del próximo año, lo que implica una larga espera para obtener resultados concretos.
En paralelo, las cámaras de seguridad del edificio son revisadas minuciosamente. Las grabaciones podrían mostrar los movimientos de Candia y Cáceres en las horas previas a la caída, así como la presencia de otras personas en el lugar. La reconstrucción de la escena a través de las imágenes es fundamental para determinar si se trató de un accidente, un suicidio o un femicidio.
Un testimonio condicionado: La difícil situación de Fernando Cáceres
Fernando Cáceres, quien se encontraba en el departamento al momento de la muerte de Candia, ha declarado que mantuvo una discusión con ella antes del hecho. Sin embargo, su testimonio se ve condicionado por su estado de salud. El exfutbolista, víctima de un violento asalto en 2009, sufre las secuelas de un disparo que lo dejó con una movilidad reducida y dependiente de una silla de ruedas. Esta situación dificulta su participación activa en la investigación y genera interrogantes sobre su capacidad para presenciar lo ocurrido.
Si bien Cáceres se encontraba en el departamento, su hermano Ramón ha asegurado que Fernando “no sabía nada” cuando ocurrió la tragedia, ya que estaba en la cama y no puede movilizarse por sí solo. Esta afirmación, sumada a la ausencia de lesiones compatibles con agresión en el cuerpo de Candia según la autopsia, aleja -en principio- la hipótesis del femicidio.
La defensa de Cáceres ha enfatizado la imposibilidad física del exfutbolista para haber estado involucrado en la caída de Candia. Su movilidad reducida y su dependencia de una silla de ruedas lo ubican en una situación de vulnerabilidad que, según sus allegados, descarta cualquier tipo de participación directa en el hecho.
Sin embargo, la investigación continúa y se espera que las pericias tecnológicas aporten datos que permitan reconstruir con mayor precisión los eventos que llevaron a la muerte de Raquel Candia. La justicia deberá determinar si la caída fue accidental, producto de un suicidio o si existió alguna otra causa que desencadenó la tragedia.
Voces desgarradas: El clamor de la familia de Raquel Candia
Los familiares de Raquel Candia no creen en la hipótesis del suicidio. “Mi hermana no se mató, a mi hermana la mataron”, declaró uno de sus hermanos a la prensa. Estas declaraciones, cargadas de dolor e indignación, añaden un nuevo elemento a la investigación. Según el testimonio de algunos vecinos, se escucharon gritos y discusiones en el departamento antes de la caída, lo que alimenta las sospechas de la familia.
La familia de Candia ha solicitado a la Justicia que se investigue a fondo el caso y que no se descarte ninguna hipótesis. Su dolor se mezcla con la necesidad de encontrar respuestas y justicia para Raquel. La incertidumbre sobre las circunstancias de su muerte los ha llevado a exigir una investigación exhaustiva que esclarezca lo sucedido.
Las tres hipótesis: Un camino hacia la verdad
La Justicia maneja tres hipótesis principales: accidente, suicidio y femicidio. Si bien la autopsia no revela signos de violencia previos a la caída, lo que debilitaría la hipótesis del femicidio, las declaraciones de la familia y los testimonios de los vecinos mantienen abiertas todas las líneas de investigación. El peritaje de los celulares y el análisis de las cámaras de seguridad serán determinantes para descartar o confirmar cada una de estas posibilidades.
El accidente, como posible causa de la muerte, se centra en la posibilidad de una caída accidental desde el balcón. Sin embargo, esta hipótesis deberá ser contrastada con las evidencias recolectadas en el lugar y los testimonios de quienes conocían a la pareja. La ausencia de barandas o elementos de seguridad en el balcón podría ser un factor a considerar en esta línea de investigación.
La hipótesis del suicidio, aunque debilitada por la falta de una nota o indicios previos que sugieran la intención de Candia de quitarse la vida, aún no ha sido descartada por completo. El análisis de su celular y sus redes sociales podría revelar algún estado emocional que permita comprender sus acciones en los momentos previos a la caída.
El femicidio, si bien la autopsia preliminar no ha encontrado signos de violencia física en el cuerpo de Candia, se mantiene como una posibilidad remota hasta que se descarten por completo todas las demás hipótesis. La investigación busca determinar si existió algún tipo de violencia psicológica o coacción que pudiera haber llevado a Raquel a una situación límite.
A medida que la investigación avanza, la verdad sobre la muerte de Raquel Candia se va delineando lentamente. La combinación de pericias tecnológicas, testimonios y análisis forense permitirá a la Justicia reconstruir los hechos y determinar las responsabilidades en este caso que ha conmocionado a la sociedad argentina.