La edición 73 del certamen Miss Universo, celebrada en la Arena Ciudad de México, culminó con la coronación de la danesa Kjær Theilvig, marcando un hito para Dinamarca que no alcanzaba la final desde 1963. Sin embargo, la noche también tuvo un sabor argentino gracias al destacado desempeño de Magalí Benejam, representante de nuestro país, quien se posicionó entre las 12 finalistas. Su presencia elegante, su brillantez en las intervenciones y su recorrido, forjado con esfuerzo y dedicación, resonaron en el escenario internacional.
Magalí Benejam: Una cordobesa que brilló en México
Magalí Benejam, oriunda de Jesús María, Córdoba, cautivó al público y a la crítica con sus dos apariciones en el concurso. A sus 29 años, esta modelo y escritora demostró una versatilidad que trascendió la pasarela, proyectando una imagen de inteligencia, cultura y elegancia. Su participación no solo representó un logro personal, sino también un orgullo para Argentina.
En una de sus presentaciones, Benejam lució un imponente traje inspirado en la exuberante Selva Misionera, una creación del reconocido diseñador mexicano Fernando Caballero. La vestimenta, que combinaba la riqueza natural de la selva con la sofisticación de un diseño de alta costura, fue ampliamente elogiada, convirtiéndose en un elemento memorable de su participación en el certamen.
En otra aparición, esta vez en traje de baño, Magalí fue señalada como una de las favoritas por un editor del Miami Herald. La publicación en X del periodista Daniel Shoer Roth fue viral, en ella destacaba “Además de su destacada trayectoria como modelo, es escritora, lo que resalta su versatilidad y profundidad cultural. Su elegancia y talento la posicionan como una de las favoritas”.
Más allá de la belleza: Una nueva era en Miss Universo
La edición 2024 de Miss Universo se caracterizó por una inclusividad sin precedentes. Siguiendo los cambios en las reglas del certamen, la participación estuvo abierta a mujeres cis y transgénero, sin importar su estado civil, edad o talla. Esta apertura refleja un cambio cultural significativo, mostrando un esfuerzo por representar la diversidad de la mujer en todo el mundo.
Esta visión inclusiva se vio plasmada en las participantes. El certamen contó con la participación de Mia Le Roux (Sudáfrica), la primera delegada sorda; Logina Salah (Egipto), la primera con vitíligo; y Ashley Callingbull (Canadá), del grupo indígena Enoch Cree Nation, la primera concursante indígena de su país. Todas ellas lograron un espacio significativo y una plataforma para visibilizar diversas realidades.
Una edición histórica en México
La elección de México como sede por tercera vez (1993 y 2007) marcó una nueva etapa para el certamen, resaltando la rica cultura y la cálida hospitalidad del país. La Arena Ciudad de México, con capacidad para 20.000 personas, vibró con la energía del público, especialmente al escucharse a sus compatriotas mencionar a las candidatas latinoamericanas.
La ceremonia estuvo llena de detalles que reflejan la identidad mexicana: la apertura con 131 mariachis acompañando a Taboo de Black Eyed Peas interpretando la canción ‘Mexicana’, creada por Emilio Estefan; y las actuaciones de Robin Thicke y Nico Ruiz en el desfile de traje de noche. La gala de las Catrinas, que se celebra en honor a el tradicional Día de Muertos, se organizó en coincidencia con la época en que tuvo lugar la competencia. Los preparativos incluyeron visitas a ciudades como Mérida y Guadalajara.
El Triunfo Danés y un Mensaje de Inspiración
Kjær Theilvig, la nueva Miss Universo, es una joven de 21 años con una destacada trayectoria en competencias de danza mundial y trabajo en ventas de diamantes. Sin embargo, más allá de sus logros, su mensaje fue el centro de atención. A la pregunta de qué diría a las mujeres que la observaban, su respuesta trasciende la belleza física y propone un mensaje de fortaleza y perseverancia. Ella animó a las mujeres (y a la audiencia general) a perseverar en los objetivos y sueños personales.
“No importa de dónde vengan, no importa su pasado, siempre podés elegir convertirlo en tu fortaleza, nunca definirá quién sos, simplemente debes seguir luchando. Estoy aquí ahora, porque yo quería cambiar, quería hacer historia y eso es lo que estoy. Así que nunca se rindan siempre crean en sí mismos y en sus sueños y eso es exactamente lo que deben hacer.”
Una noche de sueños y realidades
La 73° edición de Miss Universo fue mucho más que una competencia de belleza. Fue un escenario que fusionó el glamour del certamen con un mensaje de inclusión, diversidad y perseverancia. La victoria de Kjær Theilvig representa un triunfo para Dinamarca, pero el desempeño de Magalí Benejam y la presencia de otras representantes con historias extraordinarias deja una marca imborrable, inspirando a las futuras participantes y a mujeres de todo el mundo.
El éxito de Magalí en Miss Universo, sumado al ambiente global del certamen, proyecta una imagen de Argentina moderna y progresista. Su destacada participación no solo deja un legado positivo a nivel personal, sino también sirve como un ejemplo para la juventud que busca romper las barreras, que trabaja por los objetivos personales, que se proyecta con fuerza y perseverancia.