En una movida que sacudió al establishment político y económico, el presidente Javier Milei despidió a Florencia Misrahi, titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), anteriormente conocida como AFIP. La decisión, anunciada a través del vocero presidencial Manuel Adorni, se tomó en respuesta a la reciente resolución de ARCA que buscaba gravar la actividad de streamers e influencers digitales. En su reemplazo, Milei nombró a Juan Pazo, un abogado con una larga trayectoria en el sector público y privado.
El Impuesto a los Influencers: La Chispa que Encendió la Polémica
La Resolución General 5.607 de ARCA, publicada en el Boletín Oficial el 28 de noviembre, incorporó la actividad de “creación, edición, producción, difusión y/o publicidad de contenido audiovisual” en redes sociales y plataformas digitales al Clasificador de Actividades Económicas (CLAE). Esta medida implicaba que los influencers debían registrarse, pagar impuestos como Monotributo, IVA e Ingresos Brutos, y realizar aportes jubilatorios, incluso sobre canjes valuados a precio de mercado.
La decisión generó un inmediato rechazo por parte de la comunidad de creadores de contenido y del propio presidente Milei, quien la consideró contraria a sus principios de mínima interferencia estatal en la economía digital. Milei, un activo usuario de redes sociales, vio en la medida un ataque a las nuevas formas de negocios digitales y una contradicción con su promesa de simplificar el sistema tributario.
Juan Pazo: Un Hombre de Confianza con Antecedentes Polémicos
El nombramiento de Juan Pazo como nuevo titular de ARCA no estuvo exento de controversia. Pazo, quien se desempeñó como Superintendente de Seguros de la Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, tiene una amplia experiencia en el sector privado, incluyendo cargos directivos en empresas textiles del empresario Francisco De Narváez y en la empresa ganadera Invernea SA. Además, es socio de De Narváez en la reconocida marca de ropa Rapsodia.
Sin embargo, su pasado también incluye acusaciones de conflictos de interés debido a sus vínculos familiares con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo. Una investigación periodística reveló lazos familiares entre Pazo y Bahillo a través de sus esposas, ambas pertenecientes a familias con importantes intereses en el sector agropecuario. Estas conexiones podrían generar suspicacias sobre la imparcialidad de Pazo al frente de ARCA.
Implicaciones Económicas y Políticas del Cambio en ARCA
El despido de Misrahi y el nombramiento de Pazo tienen importantes implicaciones para la política económica y las relaciones internacionales de Argentina. La decisión de Milei de revertir el impuesto a los influencers envía un claro mensaje a favor de la economía digital y la libre empresa. Sin embargo, la designación de Pazo, con sus posibles conflictos de interés, podría generar tensiones con sectores de la oposición y la sociedad civil.
Además, el cambio en la cúpula de ARCA se produce en un momento delicado para la economía argentina. El país enfrenta una alta inflación, una creciente deuda pública y una compleja negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La capacidad de Pazo para liderar el organismo recaudador en este contexto será crucial para la estabilidad económica del país.
En el ámbito internacional, la designación de Pazo podría afectar las relaciones de Argentina con otros países y organismos multilaterales. Su pasado en el gobierno de Macri y sus vínculos con el sector empresarial podrían generar desconfianza en algunos actores internacionales, especialmente en aquellos que promueven una mayor regulación de los mercados financieros y la lucha contra la evasión fiscal.
El Futuro de la Recaudación en Argentina: ¿Continuidad o Cambio de Rumbo?
Con la llegada de Pazo a ARCA, se espera un cambio en la estrategia de recaudación del gobierno. Milei ha prometido una reducción del gasto público y una simplificación del sistema tributario. Sin embargo, aún no está claro cómo se implementarán estas medidas en la práctica. La experiencia de Pazo en el sector privado y su cercanía con el ministro Caputo sugieren una orientación hacia políticas más liberales y una menor intervención del Estado en la economía.
No obstante, la necesidad de aumentar la recaudación para reducir el déficit fiscal y cumplir con los compromisos internacionales podría obligar a Pazo a tomar medidas impopulares. El equilibrio entre las promesas de campaña de Milei y las exigencias de la realidad económica será el principal desafío para el nuevo titular de ARCA.
En definitiva, el despido de Misrahi y el nombramiento de Pazo marcan un nuevo capítulo en la política económica argentina. La decisión de Milei de priorizar la economía digital y la reducción del gasto público, junto con la designación de un funcionario con un perfil controversial, generan incertidumbre sobre el futuro de la recaudación y las relaciones internacionales del país. Solo el tiempo dirá si esta apuesta audaz del presidente Milei dará los resultados esperados.