El primer año de gobierno de Javier Milei enfrenta una crisis profunda. La reciente derrota en el Senado, con el rechazo de los pliegos para la designación de jueces en la Corte Suprema, no es solo un revés legislativo, sino una muestra de la fragilidad política que define a la administración libertaria. Este gobierno, que prometió transformar la Argentina, se encuentra en un punto crítico de estancamiento y confrontación.
Derrota en el Senado: Un Gobierno sin Consensos
La sesión en el Senado expuso la incapacidad del Gobierno para construir consensos. La UCR, que inicialmente mostraba pocos detractores a la designación de Lijo, terminó aportando diez votos en contra, revelando una fractura interna. En el peronismo, la ayuda esperada de gobernadores provinciales nunca llegó, y el kirchnerismo esperó una negociación inexistente. El resultado: Milei con menos influencia en la Corte que al asumir. Esta falta de pericia política es una irresponsabilidad inaceptable.
La designación de jueces para la Corte Suprema es crucial para el equilibrio de poderes. Al no lograr acuerdos, Milei no solo muestra falta de diálogo, sino que compromete la estabilidad institucional de Argentina.
Santiago Caputo: Estratega o Detonante del Fracaso?
Detrás del fracaso legislativo emerge Santiago Caputo, asesor estrella de Milei. Formado bajo Jaime Durán Barba, Caputo parece incapaz de comprender la dinámica del Senado. Su aversión al diálogo horizontal obstaculiza la gobernabilidad. La estrategia comunicacional efectista ignora la necesaria construcción política, llevando al gobierno al abismo.
Durante el año que los pliegos estuvieron en el Senado, ni la UCR ni UP tuvieron diálogo con la Casa Rosada. Este desprecio por la negociación es una muestra de la soberbia gubernamental. La falta de interpretación de gestos políticos, como permitir la participación de partidos tradicionales en audiencias públicas, evidencia la desconexión del oficialismo con la realidad política.
Interna Libertaria: Villarruel vs. Caputo, Lucha de Poder en el Gobierno
La interna entre Victoria Villarruel y Santiago Caputo mina la capacidad de gobierno de Milei. La vicepresidenta, que preside el Senado, solo accede a información del Ejecutivo a través del jefe de Gabinete. Esta falta de comunicación es un síntoma del caos en la Casa Rosada. Un gobierno no puede avanzar con sus principales figuras enfrentadas.
Villarruel convocó la sesión del Senado con anticipación, dando tiempo a Caputo para reunir votos. Sin embargo, la UCR pidió el retiro de los pliegos y Cristina Fernández de Kirchner actuó para bloquear los expedientes. Ante la amenaza de una nueva mayoría automática en su contra, Villarruel rompió el silencio, evidenciando su soledad dentro del Gobierno.
La falta de diálogo y la interna constante entre Villarruel y Caputo generan incertidumbre en el ámbito legislativo. Los senadores, al ver la lucha de poder, se sienten desautorizados y menos inclinados a colaborar.
Milei en Estados Unidos: ¿Desinterés o Estrategia?
Mientras el Senado se convertía en un campo de batalla, Javier Milei viajó a Estados Unidos para recibir un premio y avanzar en el acuerdo con el FMI. Esta actitud revela la desconexión entre el Presidente y la realidad política del país. Un líder no puede transformar la Argentina sin enfrentar desafíos y negociar con los actores políticos.
Caputo, consciente de la derrota, suplicó una tregua a Vischi, jefe del bloque de la UCR, sin ofrecer nada a cambio. La respuesta del radicalismo fue el rechazo a suspender la sesión. La soberbia y la falta de voluntad para negociar sellaron el destino de los pliegos.
Macri Intenta Controlar Daños, Pero Fracasa
Con el fracaso de Caputo asegurado, Mauricio Macri intentó influir en el voto de su bloque, pero solo dos senadores lo siguieron. Esta irrupción tardía parece una jugada personal para marcar distancia de un Gobierno en crisis. La falta de diálogo condenó las designaciones.
Gobernabilidad en Juego: Un Futuro Incierto
El panorama es sombrío. La derrota en el Senado, la falta de diálogo con la oposición, la interna entre Villarruel y Caputo, y el desinterés de Milei auguran un futuro incierto para la gobernabilidad. La capacidad de Milei para construir consensos será crucial para evitar una crisis aún más profunda. La mala praxis política tiene consecuencias devastadoras.
A pesar del panorama desalentador, este fracaso representa una oportunidad para replantear estrategias y construir un futuro más estable. La resiliencia y la superación son cruciales en este momento crítico.
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