La 16° Marcha del Orgullo en Córdoba, realizada el sábado, reunió a miles de personas bajo el lema “Sin Estado no hay derechos, sin derechos no hay orgullo”. La jornada, que comenzó con una feria de economía popular y servicios de salud, se convirtió en una potente manifestación por la visibilización de la comunidad LGBTIQNB+ y sus demandas.
Una Marcha de Reclamos y Celebratorios
Desde el mediodía, el Parque Las Heras-Elisa se llenó de color con banderas, pancartas y mensajes de inclusión. La multitud, vibrante y diversa, reflejó el espíritu de la marcha, una combinación de alegría, orgullo y firmeza en la reivindicación de los derechos fundamentales. Los asistentes disfrutaron de una atmósfera festiva, con música, baile y una gran variedad de puestos comerciales que ofrecían desde alimentos hasta artículos de merchandising temáticos, creando un espacio de encuentro y celebración.
A las 17:00 horas, la marcha comenzó su recorrido por las principales calles del centro de la ciudad, culminando en la zona del Buen Pastor con un acto y un festival. La energía colectiva fue palpable, con consignas que exigían la aprobación de una Ley Integral Trans y una Ley Antidiscriminatoria en la provincia, la detención de los crímenes de odio como los lesbicidios y transfemicidios, y la reparación para las víctimas de violencia.
Demandan Ley Integral Trans y Ley Antidiscriminatoria
Entre las demandas más importantes se encuentra la Ley Integral Trans, una legislación que garantice derechos básicos como el acceso a la vivienda, la salud y el trabajo para personas trans. Igualmente crucial es la Ley Antidiscriminatoria, una herramienta fundamental para la protección de la comunidad LGBTIQNB+ en Córdoba frente a cualquier tipo de discriminación.
Además, se reclaman mejoras en las condiciones laborales para trabajadoras sexuales, la erradicación de los discursos de odio y justicia para las víctimas de lesbicidios, como Andrea, Pamela y Roxana, así como una reparación para Sofía, sobreviviente de un lesbicidio. La aparición de Tehuel de la Torre, un joven trans desaparecido desde 2021, también fue un tema central, reiterando la necesidad de una búsqueda efectiva y responsable por parte del Estado.
La Crisis de Salud Mental: Un Reto Urgente
Más allá de las demandas políticas, un estudio del CONICET evidenció una preocupante crisis de salud mental dentro de la comunidad LGBTIQ+ en Argentina, con el 60% de los encuestados reconociendo haber pensado en quitarse la vida, una cifra que aumenta al 85% en personas trans y no binarias. El 90% reportó haber experimentado estrés o ansiedad, y la mitad manifestó cuadros depresivos. Estos datos alarmantes resuenan profundamente durante esta Marcha del Orgullo
En Córdoba, las cifras son similares a la media nacional: 88,5% de ansiedad y 92,8% de estrés, con un 30% que denuncia haber sido sometido a terapias de conversión. Estos números evidencian la necesidad de políticas públicas que aborden la situación de vulnerabilidad y promuevan la salud mental de la comunidad.
El Estado como Garante de los Derechos
La marcha enfatizó en el papel crucial del Estado en la protección de los derechos de la comunidad LGBTIQNB+. La ausencia de leyes integrales y el incumplimiento de las ya existentes representan una barrera que impide el pleno desarrollo y la igualdad de oportunidades. El acceso a la salud, la educación y el trabajo son elementos fundamentales para la integración social plena, la superación de las diversas formas de discriminación y el combate a la violencia.
Además, se denunciaron las dificultades en el acceso a medicamentos esenciales, reactivos para VIH y otras infecciones de transmisión sexual, así como la falta de preservativos. El llamado fue claro: el cumplimiento efectivo de las leyes y un incremento considerable en la inversión en salud pública son necesarios para atender las necesidades de esta comunidad.
Celebración de la Diversidad
Sin embargo, la marcha no solo fue una protesta; también fue una explosión de color, música, baile y alegría. Los camiones de la disco Zen y el colectivo artístico Entrepiernas, entre otros, convirtieron el centro de Córdoba en una fiesta a cielo abierto. El aire resonaba con himnos clásicos de la comunidad LGBTQ+, como “I Will Survive” de Gloria Gaynor, y canciones actuales como “El Fanático” de Lali, creando una fusión energética que unió generaciones.
Este equilibrio entre reivindicación y celebración es la marca distintiva de la marcha. Es una muestra clara de la resistencia y la resiliencia de una comunidad que se organiza, se hace oír y, al mismo tiempo, disfruta con orgullo de su identidad y diversidad. Más allá de la lucha por los derechos, la marcha del orgullo se posiciona como un espacio de encuentro, apoyo mutuo y reafirmación colectiva.