La 16° Marcha del Orgullo en Córdoba, celebrada bajo el lema “Sin Estado no hay derechos, sin derechos no hay orgullo”, reunió a miles de personas en un caluroso sábado. Más allá de la festividad y la celebración de la diversidad, la marcha fue un contundente llamado a las autoridades para abordar las urgentes necesidades de la comunidad LGBTIQNB+ y visibilizar una alarmante crisis de salud mental.
Una Marcha de Reclamos y Esperanza
Desde el Parque Las Heras-Elisa, la marcha recorrió las principales calles de Córdoba, culminando en la zona del Buen Pastor con un acto y un festival. El recorrido estuvo marcado por un mar de banderas multicolores, consignas fuertes y una energía vibrante que transmitía tanto alegría como determinación. La demanda central giró en torno a la urgente aprobación de una Ley Integral Trans y una Ley Antidiscriminatoria provincial, con la firme convicción de que sin un estado activo y comprometido, no pueden existir los derechos y, por ende, no hay orgullo que celebrar.
La marcha no se limitó a la movilización callejera. Antes de la marcha, una feria de economía popular ofreció productos locales y servicios de testeo y vacunación, fomentando la salud preventiva y la creación de una comunidad solidaria. Este aspecto refleja la preocupación integral que la comunidad tiene por la salud y el bienestar de sus integrantes.
Demanda de una Ley Integral Trans y Antidiscriminatoria
La exigencia de una Ley Integral Trans se situó en el centro de las demandas. Esta ley busca garantizar los derechos básicos de las personas trans, incluyendo el acceso a oportunidades laborales, vivienda digna y atención médica adecuada. La falta de una ley específica deja a este grupo especialmente vulnerable a la discriminación y la violencia.
De manera complementaria, la solicitud de una Ley Antidiscriminatoria busca proteger a toda la comunidad LGBTIQNB+ de las agresiones y prejuicios. En el contexto actual, la falta de estas protecciones legales deja a muchas personas expuestas a abusos sistemáticos y deja un vacío de justicia que necesita ser cubierto urgentemente por el Estado.
Justicia por las Víctimas de Crímenes de Odio
El reclamo de justicia por las víctimas de lesbicidios, transfemicidios y otros crímenes de odio resonó con fuerza durante la marcha. La mención de Andrea, Pamela y Roxana, víctimas de lesbicidios, así como el pedido de reparación para Sofía, una sobreviviente de violencia en el contexto de un lesbicidio, trajo a la memoria los casos de brutalidad que golpean a la comunidad. La repetición de estos hechos violentos resalta la necesidad imperiosa de que el Estado brinde una protección efectiva que impida la impunidad y que genere políticas públicas enfocadas en la prevención.
Se reiteró también el pedido por la aparición con vida de Tehuel de la Torre, un joven trans desaparecido desde 2021, en un conmovedor llamado a la búsqueda de respuestas y la justicia en un caso que ejemplifica la vulnerabilidad y la falta de protección que experimenta la población trans.
Salud Mental: Una Crisis Silenciada
Más allá de las demandas políticas y de justicia, la marcha puso de manifiesto una preocupante crisis de salud mental dentro de la comunidad LGBTIQNB+. Estudios del CONICET revelan que el 60% de las personas LGBTIQ+ en Argentina han pensado en suicidarse, cifra que asciende al 85% entre las personas trans y no binarias. En Córdoba, las estadísticas presentan índices similares, con altas tasas de estrés y ansiedad, reflejo del entorno de discriminación, violencia y rechazo que muchas personas experimentan.
Estas alarmantes cifras ponen de relieve la necesidad de contar con una salud pública inclusiva y accesible. La demanda de más recursos para la atención de VIH e ITS es solamente una muestra de los problemas estructurales que existen y que pueden incidir directamente en la salud física y mental de la comunidad. También, el hecho de que el 30% de las personas encuestadas haya sufrido terapias de conversión es una llamada de atención frente a prácticas que se han demostrado como nocivas y que generan más daño psíquico.
Más allá de las Pancartas: Una Fiesta de la Diversidad
A pesar de los serios reclamos, la marcha también se caracterizó por un ambiente festivo y alegre. Música, baile y performances llenaron las calles de Córdoba de color y energía, mostrando la capacidad de la comunidad para celebrar su identidad y su resiliencia frente a la adversidad. La mezcla de temas musicales, desde clásicos LGBTQ+ como “I Will Survive” hasta éxitos contemporáneos, creó una banda sonora dinámica que reflejaba la diversidad generacional y el espíritu de lucha.
La participación de diferentes colectivos y grupos, incluyendo la disco Zen y el colectivo artístico Entrepiernas, transformó el centro de Córdoba en una celebración a cielo abierto. Este evento demuestra la fuerza y la vitalidad de la comunidad, capaz de transformar la protesta en un espacio de encuentro, convivencia y alegría, generando una demostración pública de poderío.
La Necesidad de un Compromiso Real
La marcha del Orgullo en Córdoba fue un evento multifacético que demostró la capacidad de lucha y resistencia de la comunidad LGBTIQNB+. La alegría y la festividad no ocultaron, sino que coexistieron con reclamos urgentes de justicia, políticas inclusivas y atención a la salud mental. La necesidad de una ley Integral Trans, una ley antidiscriminatoria, justicia por los crímenes de odio, una salud pública accesible, y medidas para afrontar la crisis de salud mental dentro de la comunidad son más relevantes que nunca.
Solo con un compromiso real del Estado y una transformación social profunda se puede construir una sociedad que celebre la diversidad y respete los derechos de todas las personas, garantizando un futuro libre de discriminación y violencia. Esta marcha nos llama a seguir la lucha para que no sólo se reconozca el orgullo de la comunidad, sino que también se actúe de manera contundente para dar respuesta a la problemática existente.