Las lluvias torrenciales que azotaron la provincia de Córdoba durante el fin de semana dejaron un saldo de ríos y arroyos desbordados, causando importantes daños en infraestructura y generando una alerta por crecidas que se mantiene vigente. La intensidad de las precipitaciones, que superaron los 130 milímetros en algunas zonas, saturaron el suelo y provocaron el desborde de cursos de agua en diversas regiones de la provincia. El impacto fue particularmente severo en las zonas serranas, donde la topografía y la vegetación incrementan el riesgo de inundaciones.
Impacto en las regiones serranas
Los valles de Paravachasca y Calamuchita fueron los más afectados por las crecidas. En el valle de Paravachasca, el río San José, cerca de San Clemente, experimentó una imponente crecida que superó el puente nuevo, interrumpiendo el tránsito y dejando imágenes impactantes de la fuerza del agua. La crecida alcanzó los 4,5 metros, una cifra que refleja la magnitud del evento. Videos compartidos en redes sociales muestran la fuerza de la corriente y el peligro que representó para la población.
En el valle de Calamuchita, la situación fue similar. El río Los Reartes experimentó una crecida que superó los 3 metros, arrastrando consigo un puente colgante y un automóvil. El aumento significativo del caudal obligó al cierre de caminos y generó una alerta a la población para evitar el acercamiento a las zonas de riesgo.
En Villa Los Aromos, el río Anisacate superó el puente, inundando zonas cercanas. El balneario Las Cascadas también sufrió los efectos del incremento del caudal. El intendente Daniel Pastorino describió la situación como “impresionante”, destacando la necesidad de medidas de prevención y atención a la población afectada. Las autoridades implementaron un plan de emergencia para asistir a los damnificados y asegurar la seguridad de los habitantes.
Daños en infraestructura y alerta meteorológica
El desborde de los ríos y arroyos causó daños en la infraestructura de varias localidades. Puentes fueron cerrados preventivamente, y algunos caminos se volvieron intransitables debido al alto nivel del agua. Además del impacto en los puentes, hay reportes de daños a viviendas y cultivos. Se está llevando a cabo una evaluación integral para determinar la magnitud total de los daños.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por tormentas fuertes con posible caída de granizo para diversas regiones de la provincia, incluyendo Calamuchita, Punilla, San Alberto, Santa María, Tercero Arriba, Colón, Cruz del Eje, Ischilín, Minas, Pocho, Punilla, San Alberto y Totoral. Estas alertas se mantuvieron vigentes en la medida que se preveía un continuación de las precipitaciones.
Es importante recordar que las crecidas de los ríos pueden tener consecuencias muy peligrosas y no se deben subestimar. El comportamiento de los ríos es impredecible, y el agua puede avanzar rápidamente sobre los márgenes, incluso en arroyos aparentemente pequeños.
Recomendaciones de seguridad
Las autoridades recomiendan a la población mantenerse alejados de las márgenes de los ríos y arroyos, no cruzar vados o puentes inundados, y seguir las indicaciones de carteles y de los guardavidas, bomberos o personal de seguridad. La prudencia y el respeto a las indicaciones son claves para minimizar los riesgos en estos casos.
En caso de emergencia, se recomienda llamar al 911 (Policía) o al 100 (Bomberos y Protección Civil).
Balance y perspectivas
Si bien las lluvias han aportado alivio a la sequía que afectaba a la provincia, el incremento súbito de los niveles de agua ha generado problemas considerables. Las autoridades trabajan en la evaluación de daños y en la asistencia a los afectados. Se espera que en los próximos días se continúe monitoreando la situación de los ríos y arroyos para prevenir nuevos incidentes. El trabajo coordinado entre los diferentes organismos gubernamentales es esencial para afrontar estas emergencias y minimizar sus consecuencias negativas.
La experiencia de estos eventos sirve como recordatorio de la importancia de implementar medidas de prevención y mitigación del riesgo de inundaciones. La planificación urbana, la gestión de cuencas hidrográficas y la educación ciudadana juegan un papel fundamental en la reducción de los impactos de eventos climáticos extremos.