En la liturgia católica, la lectura de la Palabra de Dios es un momento fundamental de la celebración eucarística. El lunes 18 de noviembre de 2024, las lecturas bíblicas ofrecen una profunda reflexión sobre la fe, la perseverancia y la compasión.
Primera Lectura: Apocalipsis 1, 1-4; 2, 1-5
El pasaje del Apocalipsis comienza con una introducción poderosa: “Esta es la revelación que Dios le confió a Jesucristo, para que Él manifestara a sus servidores lo que tiene que suceder en breve…” Esta frase inicial establece el tono profético y la urgencia del mensaje. La revelación, transmitida a través de un ángel a Juan, nos invita a comprender las profecías como un mensaje directo de Dios, atestiguado por Jesucristo mismo. El texto recalca la importancia de leer, escuchar y poner en práctica estas profecías, indicando que el tiempo para su cumplimiento está cercano.
Posteriormente, el texto continúa con un mensaje dirigido a la comunidad cristiana de Éfeso. La descripción de Jesucristo como el que “tiene las siete estrellas en su mano derecha y camina entre los siete candelabros de oro” representa el poder y la presencia constante de Dios entre su pueblo. El mensaje reconoce las buenas obras de los efesios, su esfuerzo, su paciencia y su lucha contra los falsos profetas. Sin embargo, también les llama la atención sobre la disminución de su amor inicial, exhortándolos al arrepentimiento y al retorno a su fe original. Esta parte de la lectura es un llamado a la perseverancia en la fe y a la importancia de mantener el fervor inicial en el amor a Dios.
Evangelio: Lucas 18, 35-43
El Evangelio del día, según San Lucas, relata la historia de un ciego que suplica la compasión de Jesús. El relato destaca la persistencia del ciego a pesar de los intentos de los que lo rodeaban para silenciarlo. Este acto de insistencia representa la importancia de la perseverancia en la oración y la búsqueda de la fe, incluso cuando otros intentan disuadirnos o desalentarnos.
La respuesta de Jesús, deteniéndose para atender al ciego y preguntarle qué desea, subraya la importancia de la atención que Dios presta a nuestras súplicas. La cura del ciego a través de su fe es un poderoso símbolo de la capacidad de la fe para sanar y transformar. La fe ciega, la que cree a pesar de la oscuridad, se muestra aquí como un elemento clave para la intervención divina. Finalmente, la acción de gracias del ciego y la alabanza del pueblo resaltan la alegría y la gratitud que deben acompañar la recepción de la gracia divina.
Santos del día: Santa Isabel de Hungría y San Gregorio Taumaturgo
El 18 de noviembre, la Iglesia Católica conmemora a dos santos con vidas notablemente distintas, pero igualmente inspiradoras: Santa Isabel de Hungría y San Gregorio Taumaturgo. Santa Isabel, nacida en una familia de realeza, eligió una vida de pobreza franciscana después de enviudar, dedicándose a servir a los enfermos y necesitados, sin distinción de clases sociales. Su historia es un ejemplo poderoso de abnegación y servicio a los demás, poniendo en práctica las enseñanzas de caridad cristiana. Su decisión de vivir en la pobreza, a pesar de su privilegio, es una lección de humildad y un recordatorio de las verdaderas riquezas espirituales.
Por otro lado, San Gregorio Taumaturgo, un diácono romano, se destacó por su valentía y firmeza ante la persecución de Diocleciano. Ante el desánimo de los cristianos que se sometían al emperador para honrar a dioses falsos, Gregorio les ofreció un mensaje de ánimo y perseverancia. Su martirio es un testimonio del poder de la fe y la importancia de mantenerse firme en los principios morales incluso frente a la adversidad. Su vida nos exhorta a ser valientes defensores de nuestra fe, ofreciendo fortaleza y ánimo a otros.
Oración a Santa Isabel de Hungría
La oración a Santa Isabel de Hungría incluida en el texto de referencia es una súplica por la iluminación espiritual, por la capacidad de despreciar las riquezas materiales y valorar las celestiales. La oración invoca la intercesión de Santa Isabel para obtener fortaleza en la adversidad y el don del perdón. Se pide, también, liberación de las pasiones dañinas y la capacidad de servir al Señor con todo el corazón, alma y fuerzas. La oración concluye con una afirmación de fe y una invocación al Señor Jesucristo.
En resumen, las lecturas bíblicas y las conmemoraciones de los santos del 18 de noviembre de 2024 presentan un mensaje integral de fe, perseverancia, compasión y valentía. Nos invitan a reflexionar sobre la importancia de mantener una fe firme en Dios, a servir a los demás con humildad y a perseverar en la oración, a pesar de las dificultades. La combinación de las lecturas del Apocalipsis, el Evangelio de Lucas y la oración a Santa Isabel provee una profunda meditación para la vida cristiana.
Reflexión Final
La coherencia temática entre la primera lectura del Apocalipsis, el Evangelio según San Lucas y la vida de los santos celebrados ese día, crea una profunda meditación para el lector. Se entrelaza el llamado a la perseverancia en la fe, incluso frente a la persecución o a la tibieza espiritual, con el ejemplo de aquellos que actuaron guiados por su profunda fe. El mensaje principal gira en torno a la importancia del amor, la compasión, el servicio a los demás, y la fuerza interior que proviene de una relación profunda y honesta con la divinidad.