El Banco Central ha realizado un movimiento estratégico al reducir la tasa de interés de corto plazo. Esta decisión, que busca estimular la economía real, ha generado un cambio en el panorama de las inversiones. En este nuevo escenario, las Letras de Capitalización (LECAPs) se presentan como una alternativa atractiva. ¿Son realmente la mejor opción para invertir en Argentina?
El Nuevo Panorama de las Tasas de Interés
La reciente baja de la tasa de interés por parte del Banco Central al 32% anual (37,2% efectiva) ha generado dos consecuencias principales. En primer lugar, sugiere que el gobierno prevé una inflación mensual inferior al 3%, ya que la tasa mensual se sitúa en el 2,67%. En segundo lugar, la tasa de política monetaria se ubica por debajo del rendimiento de las LECAPs a 42 días, que se encuentra en el 42,5% anual. Esta diferencia de rentabilidad ha reavivado el interés por este instrumento financiero.
La tasa de pases activos, utilizada para inyectar liquidez al sistema financiero, se ubica en torno al 36% anual, con una tasa efectiva del 42,6%. Esto implica una limitación para la tasa de plazos fijos al 3% mensual. En este contexto, los bancos podrían preferir las LECAPs, que ofrecen un mayor rendimiento, en lugar de las Letras de Liquidez del Tesoro (LELI), que ofrecen una tasa efectiva del 37,1% anual.
LECAPs vs. Plazos Fijos: ¿Cuál es la Mejor Opción?
Con la nueva estructura de tasas, las LECAPs se han convertido en una alternativa atractiva para los inversores que buscan maximizar sus retornos. Su mayor rentabilidad frente a los plazos fijos las convierte en una opción preferencial para la colocación de excedentes de liquidez en el mercado. Este cambio en las preferencias de inversión podría generar un mayor financiamiento para el Estado.
La baja en la tasa de interés también impacta en los bonos. Los bonos en pesos ajustados por inflación han experimentado bajas, ofreciendo rendimientos cercanos a la inflación más el 10% anual. Con una inflación esperada del 28,5% anual, estos bonos promediarían un 41,35% anual, mientras que los Boncap (bonos en pesos a tasa capitalizable) rinden un 39,35% anual a diciembre de 2025. Como se puede observar, los rendimientos tienden a equilibrarse entre ambos tipos de bonos.
Impacto en la Economía Real
La disminución de la tasa de interés es una noticia positiva para la economía real. Los emprendedores, que necesitan financiamiento a tasas más bajas, se benefician de esta medida. Un crédito al 35% anual implica una tasa efectiva del 41,2%, que comparada con la inflación esperada, resulta en una tasa real del 9,9% anual. Si bien es elevada, la baja de tasas incentiva el desahorro en dólares para financiar proyectos.
En este escenario, los créditos en dólares serían más económicos, pero no son accesibles para todas las empresas. Por lo tanto, las tasas actuales, aunque positivas, invitan a los emprendedores a utilizar sus ahorros en dólares, impulsando la venta de divisas y la baja del tipo de cambio. El dólar blue se ubica en $1.050, el dólar Contado con Liquidación en $1.089 y el dólar exportador en $1.028,9, mostrando una brecha cambiaria reducida.
¿Qué esperar del futuro? Bonos, Acciones y Lecap
Los bonos soberanos en dólares, aunque actualmente en una fase de toma de ganancias, siguen siendo una opción interesante a largo plazo, especialmente si Argentina llega a un acuerdo con el FMI en 2025. Las acciones, por su parte, se espera que tengan un respiro tras las recientes subas, aunque el panorama es positivo para sectores como el energético y el financiero.
Las LECAPs, con una tasa del 40% anual a septiembre de 2025, se presentan como una opción atractiva frente al dólar futuro septiembre 2025, que ofrece una tasa implícita del 31,3% anual. La tasa de interés busca controlar al dólar mayorista. Según el Banco Central, la inflación para los próximos 12 meses se ubicaría en el 28,5% anual y la devaluación en torno al 20,5% anual, resultando en una inflación en dólares del 6,6% anual.
En cuanto a la política fiscal, se prevé que impuestos como el impuesto al cheque y los derechos de exportación se mantengan, aunque podrían reducirse. Para 2025, se espera un enfoque en la reducción del gasto público más que en la disminución de impuestos.