La inesperada muerte de Roberto Giordano, el icónico peluquero argentino, a los 79 años, conmocionó al mundo del espectáculo. Su fallecimiento, ocurrido tras una cirugía cardíaca en el Sanatorio Mater Dei, dejó un vacío en la industria y generó una ola de tristeza entre sus amigos, colegas y admiradores. Pero más allá del impacto de su partida, la historia de sus últimos días, especialmente sus planes posteriores a la intervención quirúrgica, nos revela un lado humano e íntimo del artista.
La última entrevista: una conversación cargada de esperanza
Pocos días antes de su operación, Roberto Giordano tuvo una breve, pero emotiva conversación con el periodista Gustavo Descalzi. La charla, grabada durante una transmisión en vivo, se convirtió en un inesperado y conmovedor último testimonio del estilista. En una muestra de su característico humor y buen ánimo, Roberto comentó sobre el aspecto de Descalzi, con su acostumbrada picardía: “Qué feos tenés los pelos”, dijo con una sonrisa.
Pero la conversación fue más allá de simples bromas. Roberto, con optimismo, le prometió a Descalzi un encuentro en Punta del Este para un corte de pelo. “Te corto el pelo y vamos a conversar, te voy a contar que ya he resuelto muchas situaciones de las judiciales y estoy para contarte'”, afirmó, mostrando una confianza serena en su pronta recuperación y en el buen desenlace de sus asuntos legales.
Estas palabras, llenas de planes y proyectos futuros, nos ofrecen una imagen contrastante con el dramático desenlace que llegaría pocos días después. Demuestran la vitalidad y la esperanza que Roberto mantenía, a pesar de las complicaciones de salud que enfrentaba.
Un calvario final: la salud debilitada de un gigante
La realidad, sin embargo, era más compleja. En los dos años previos a su muerte, Roberto Giordano había enfrentado un importante deterioro en su salud. Complicaciones cardíacas lo habían afectado considerablemente, mermando sus fuerzas y, en ocasiones, hasta su lucidez. En 2022, se sometió a un cateterismo de última generación realizado por el doctor Jorge Belardi, una intervención que, aunque necesaria, no logró revertir completamente los problemas que aquejaban al peluquero.
Su peso, reducido a 60 kilos, reflejaba la gravedad de su situación. La debilidad física era evidente, lo que le dificultaba las tareas cotidianas y alteraba sus capacidades cognitivas. A pesar de este cuadro clínico, Roberto mantuvo una actitud positiva, mostrando una gran fortaleza ante la adversidad. Su espíritu indómito y su optimismo se hicieron presentes hasta sus últimos días.
Sus seres queridos recuerdan que el estilista daba cursos online de peluquería, con el espíritu emprendedor que lo caracterizó. Además, participaba en diversas acciones solidarias, demostrando su compromiso social más allá de su rol en el mundo del espectáculo.
La tristeza por su partida no solo llega por su ausencia en la industria de la moda y el estilo, sino por el fin prematuro de este ser humano excepcional. Muchos lo recuerdan como un ser humano bondadoso, que no olvidaba sus orígenes ni su vocación solidaria.
Un adiós conmovedor: el último homenaje a un ícono
El entierro de Roberto Giordano se realizó el sábado 23 de noviembre en el Cementerio de la Chacarita, un último adiós que reflejó el gran cariño y admiración que despertó en el mundo del espectáculo y en la sociedad en general. Numerosas personalidades del mundo artístico y social se reunieron para brindar sus condolencias a la familia, demostrando el impacto que su partida tuvo en la comunidad.
Una imagen particularmente emotiva fue la presencia del féretro, adornado con la camiseta de Boca Juniors firmada por Diego Armando Maradona, un símbolo de sus pasiones y su identidad. Un detalle que destaca la fuerte conexión que Roberto tenía con sus raíces y la huella imborrable que dejó en la historia de la peluquería argentina.
La muerte de Roberto Giordano no es solo una pérdida para el mundo de la moda, es una ausencia que se siente también en la esfera humana. Su memoria se conserva en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron, y su legado permanecerá presente en el trabajo y en la memoria de todos.