En los llanos de La Rioja, la ganadería se enfrenta a un desafío monumental: la aridez implacable y un clima extremo. Sin embargo, la innovación tecnológica ha irrumpido como una fuerza transformadora, permitiendo a los productores locales, en colaboración con el INTA, ¡duplicar la producción de carne! Este logro no solo desafía las limitaciones impuestas por la naturaleza, sino que también abre un nuevo horizonte para la ganadería sostenible en regiones áridas.
Los llanos riojanos, vastas extensiones dedicadas principalmente a la ganadería bovina, siempre han luchado contra la escasez de lluvias y la variabilidad del clima. Estos factores impactan directamente en los pastizales naturales, la base del alimento del ganado, y en la productividad general de las explotaciones. Sin embargo, la adversidad ha impulsado la creatividad y la adopción de nuevas tecnologías.
INTA: Un Socio Estratégico para la Innovación Ganadera
El INTA, con su profundo conocimiento del territorio y sus desafíos, ha implementado un enfoque colaborativo con los productores. Este enfoque se basa en diagnósticos integrales de cada explotación y en la aplicación de tecnologías específicas diseñadas para optimizar los recursos y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. No se trata solo de aumentar la producción, sino de hacerlo de manera inteligente y respetuosa con el medio ambiente.
Este enfoque integral ha permitido transformar el manejo ganadero tradicional, ajustando la carga animal para evitar el sobrepastoreo, implementando el descanso estacional de potreros para permitir la regeneración de los pastizales, sincronizando el celo para mejorar la eficiencia reproductiva y recurriendo al destete anticipado como estrategia crucial durante los periodos de sequía. Cada una de estas acciones, cuidadosamente planificada y ejecutada, contribuye a un sistema más resiliente y productivo.
Historias de Éxito: El Zampal y Villa del Sol
El Zampal: Un Oasis de Innovación en el Departamento Rosario V. Peñaloza
En el corazón del Departamento Rosario V. Peñaloza, se encuentra el establecimiento “El Zampal”, un ejemplo palpable de cómo la innovación tecnológica puede transformar la ganadería. Marcelo Troncoso, productor a cargo, en una entrevista exclusiva, nos cuenta cómo trabaja codo a codo con el INTA, implementando las tecnologías mencionadas. En sus 500 hectáreas, donde pastan 50 vientres bovinos, ha logrado duplicar la producción promedio de carne por hectárea, alcanzando entre 10 y 14 kilos. Un logro aún más impresionante si se considera que los índices de destete superan el 85%, un valor excepcional en una región tan desafiante.
“Antes, la sequía era una condena. Ahora, con la tecnología y el apoyo del INTA, podemos planificar y mitigar los efectos del clima. La ganadería vuelve a ser una opción viable para nuestros hijos”, afirma Marcelo Troncoso.
El éxito de El Zampal no es casualidad, es el resultado de la aplicación rigurosa de técnicas innovadoras y de un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. Marcelo Troncoso ha demostrado que, incluso en las condiciones más adversas, es posible transformar la ganadería en una actividad rentable y respetuosa con el medio ambiente.
Villa del Sol: Recría como Estrategia Clave
La recría, el proceso de criar y engordar terneros destetados hasta que alcanzan el peso ideal para la venta, se ha consolidado como un eje central en los sistemas ganaderos riojanos. Esta práctica permite a los productores diversificar su producción, vender animales más pesados y reducir costos en momentos críticos, como durante las sequías. La recría no solo aumenta la rentabilidad, sino que también contribuye a la sostenibilidad del sistema al reducir la presión sobre los pastizales naturales.
Un ejemplo notable de la implementación exitosa de la recría es el establecimiento “Villa del Sol”, cercano a la ciudad de Chepes. Javier Saddi, el propietario, implementó esta estrategia con el valioso apoyo de su asesor técnico, Daniel Adaro. En Villa del Sol, la recría se adapta a las condiciones climáticas de cada año. En los periodos favorables, los terneros destetados pastorean en parcelas de buffelgrass, una especie forrajera adaptada a la aridez, y reciben suplementación balanceada para asegurar un crecimiento óptimo. Durante las sequías, se recurre al destete precoz para proteger la condición corporal de las madres y prepararlas para nuevas pariciones. Gracias a estas técnicas, Villa del Sol ha logrado incrementar su producción total de carne, alcanzando hasta 10 kilos por hectárea.
La experiencia de Villa del Sol demuestra que la recría, adaptada a las condiciones locales y combinada con otras prácticas innovadoras, puede transformar la ganadería en una actividad altamente productiva y sostenible.
“La clave está en adaptarse y no tener miedo a probar cosas nuevas. La tecnología nos da herramientas para ser más eficientes y cuidar mejor nuestros animales”, destaca Javier Saddi.
El Enfoque Participativo: La Clave del Éxito Sostenible
El éxito de la transformación ganadera en los llanos riojanos no se debe únicamente a la tecnología, sino también a un enfoque participativo que involucra activamente a los productores en el proceso. Los equipos del INTA trabajan en estrecha colaboración con los productores, involucrándolos en la planificación, implementación y evaluación de las tecnologías. Se organizan reuniones demostrativas donde los productores pueden intercambiar experiencias, aprender unos de otros y ajustar las prácticas a sus necesidades específicas. Este enfoque participativo refuerza el aprendizaje colectivo y asegura que las tecnologías se adapten a las condiciones locales.
Además del enfoque participativo, se utilizan tecnologías como el monitoreo forrajero satelital, que permite evaluar la disponibilidad de pasto en tiempo real, el manejo de un calendario sanitario para prevenir enfermedades y la captación de agua de lluvia para asegurar el suministro hídrico del ganado. Estas herramientas, combinadas con el conocimiento tradicional de los productores, crean un sistema altamente eficiente y resiliente.
Un Futuro Prometedor para la Ganadería Riojana… y Más Allá
Los resultados de esta transformación son evidentes: mejoras significativas en la producción de carne, mayor rentabilidad para los productores y una mejor calidad de vida para las comunidades rurales. Pero los beneficios van más allá de lo económico. La integración de tecnología y saberes tradicionales ofrece un modelo sostenible que podría replicarse en otras regiones del país que enfrentan desafíos similares. La ganadería riojana se está convirtiendo en un ejemplo de cómo la innovación puede impulsar el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida en las zonas rurales.
La innovación tecnológica está transformando la ganadería en los llanos riojanos, una región donde la aridez y las condiciones climáticas extremas imponen severas limitaciones. La colaboración entre productores locales y el INTA ha logrado duplicar la producción de carne, implementar prácticas y tecnologías específicas, y sentar las bases para un modelo sostenible que podría replicarse en otras regiones. La ganadería del futuro ha llegado a La Rioja, y promete un futuro más próspero y sostenible para sus habitantes.
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